En esta vida o en la otra

En esta vida o en la otra

Yasmin Cárdenas

30/08/2020

En esta vida o en la otra.

Nunca vi venir que se me iría la vida a tan temprana edad, nunca vi venir que recibiría una bala por ti.

Me veía como la muerte en vida, esperando a ser sepultada, jamás me sentí feliz en esta vida y nunca me sentí en calma. Tú eras mi paz, mis motivos de todo lo que pudiera sentir, tu transformaste en corazón lo que antes tenía por piedra, tú eras mi persona, mi luz en la vacía oscuridad.

Cuando se tiene este sentimiento de tenerlo todo haces lo que fueras para que no te sea arrebatado, sin embargo, no puedes hacer nada cuando ya no está, cuando desaparece. Cuando se desvanece se te cae el mundo, intentaste obtenerlo de nuevo, de donde sea, incluso del mismo lugar en donde lo obtuviste, pero es imposible, como cuando intentas conservar agua en tus manos, pero de todas formas se derrama o se cae, pero aun así lo intentas. Cada vez que lo pienso siento que se me abre la herida que había intentado sanar durante meses y siento que me quiebro por dentro, me toca recoger todos los pedazos y volver a pegarlos, pero, aunque lo haga un millón de veces me volveré a partir en mil porque me falta aquella parte que se perdió para siempre.

Desearía no sentir otra vez, desearía saber ¿Por qué?, ¿por qué simplemente no puedo reemplazarte como un par de calcetines rotos?, porque sinceramente estoy perdiendo la cabeza, no hago otra cosa que pensar y pensar, no hago otra cosa que buscar y buscar, ¿por qué simplemente no puedo perder la esperanza o perder el corazón?, ¿por qué no puedo ser inquebrantable?, así esta mi mente a cada segundo lleno de preguntas y ninguna respuesta.

Comencé a caminar y entre tanta gente me sentí pequeña, escuche a un corazón roto cantar “in this shirt”, le dije recoge tus pedazos y juntalos con los míos, recoge tu corazón y pasa esta vida conmigo, te prometo que no te dejaré solo nunca más y tu prométeme que no me volverás a romper, si rompemos nuestras promesas nos veremos en la otra vida.

Así que el hecho sus pedazos en la maleta junto con su guitarra y caminamos de la mano entre tanta gente rota y sin corazón latiente. Reconstruí sus pedazos, arregle su corazón, él construyó los míos, lo acompañe en sus sueños, lo guíe en el camino. Recuerdo que él volvió a ser mi luz, mi calma, pero el agarro su maleta y se paro en la puerta, no lo detuve, pero le dije que si se iba no lo volvería a buscar, no en esta vida, me miro y solo se marcho sin voltear atrás ni una vez.

Mi corazón no aguanto y todo lo que había sido construido se derrumbó otra vez, me equivoqué, no recibí una bala por él, fueron dos. Me marché a la otra vida derrumbada, destruida, en esta otra vida te busque y permití que me destruyeras, permití recibir dos balas por ti otra vez.

Así fue, en todas las vidas que tuve te busque, me buscaste, en todas estas novecientas noventa y nueve me destruiste de mil maneras, recibí tantas balas por ti, pero en ninguna te olvide, ni te deje de pensar o buscar, nada fue suficiente para que no te marcharas.

Pase a mi vida siguiente, pero en esta no te busque, solo me deje llevar, en esta vida estaba en paz, llene la parte vacía de mí, hicieron falta novecientas noventa y nueve vidas para dejarte ir, para dejarme ir. Sin embargo, nunca volví a ser feliz, no en esta vida.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS