En el final

Me llamo Teresa y tengo 42 años, te
cuento esto desde la barandilla de un puente de la autopista que va
dirección a Francia. Abajo han cortado el tráfico y han acordonado
las dos entradas al puente. Sé que voy a morir, no tengo otra
salida, de ambos lados me apuntan agentes con sus armas. Las luces
de las ambulancias y coches de policía me nublan la vista.

¿Que como he llegado hasta aquí?, esa
es una larga historia. ¿Que si podría tomar otra opción?, si,
seguramente en este momento mientras la agente que tengo a pocos
metros me pide que no me suelte, yo podría dar un paso atrás,
podría volver a encaramarme a la barandilla y ponerme a salvo
detrás, pero, ¿merecería la pena?, la verdad es que creo que no.
No cumpliré condena por lo que he hecho, no pediré perdón por
haber intentado ser libre, quizás la libertad me espere del otro
lado, en eso he puesto mi fe todos estos meses atrás y ahora aquí
con el viento, la imagen de la ciudad a lo lejos y ya liberada de
tanto dolor, tengo claro que esta es la única salida que tengo.

Hoy es 28 de Enero, creo que sábado.
No recuerdo muy bien la última vez que dormí, mañana cumplo 43
años. Si muero antes de la media noche, ¿moriré con 42 o con 43?,
ya habré sobrevivido mi año 43 aunque tan solo viva un minuto de
ese día.