Tus gritos cautelosos generan un nudo en mi garganta, cuando una mirada fría expresa las limitaciones a las que quieres llegar. Vislumbro la verdadera ausencia en la que no se torna a todo lo que podemos palpar, me estás privando de tu mejor parte.
Me estoy ahogando, el reloj sigue girando y cada vez me sumerjo en este abismo oscuro del que no puedo escapar, pero estas pesas que pones sobre mi cada vez se tornan más pesadas y no sé que hacer.
Ya no puedo ver la luz. La oscuridad nubló totalmente mi visión y ahora no sé a donde ir. Estoy nadando sin rumbo en el enorme océano que has creado para mi…
Me estoy ahogando…
OPINIONES Y COMENTARIOS