El zapatillo perdido

«¿Estás seguro de que eso es todo lo que falta?» El detective miró inquisitivamente a la socialité llorosa.

«Sí, oficial. Eso es todo lo que se tomó». El detective Muller negó con la cabeza mientras miraba el lujoso ático. ¿A quién le roban un solo zapato de curación alta?

«Por favor revisa lo que sucede una vez más».

La mujer suspiró y repitió la historia que le había contado al detective solo 5 minutos antes.

Ella había llegado a casa anoche después de una recaudación de fondos para las artes, escoltada por «Garsett», un joven que había conocido en el evento. Los dos tomaron un café y charlaron un rato antes de irse finalmente a casa.

Se había ido alrededor de la 1 AM e inmediatamente se había ido a la cama. A la mañana siguiente, notó que la puerta de su apartamento estaba entreabierta y, al buscar en su apartamento, descubrió que faltaba uno de sus zapatos de alta costura.

«Alguien debe haber entrado durante la noche y haberlo tomado»

Muller negó con la cabeza mientras reflexionaba sobre la historia. La historia no tenía sentido. ¿Quién querría un zapato único? Mirando alrededor de la habitación una vez más, sus ojos se encontraron con un pequeño bulto en la cama, justo debajo de la sábana.

Casualmente, se acercó y sacó la arrugada sábana de la cama. Se escuchó un ruido sordo cuando algo cayó de la sábana, aterrizando justo a la derecha de la cama. Un zapato.

El zapato perdido . . .

«Oh», respondió la avergonzada socialité, poniéndose roja mientras miraba al detective.

«Parece que lo encontraste».

Muller se apartó de la mujer para ocultar su sonrisa. Nadie en el recinto iba a creer . . . esta historia.