El último secreto

El último secreto

Victor

16/02/2021

EL ÚLTIMO SECRETO

_Sí Golbrak, ya le entendí que la password está en el reverso del sombrero y le prometo que voy a hacer con él lo que me indique en su email cuando pueda abrirlo, pero por favor cálmese. Se siente bien? Que pasa, por qué es tan urgente que lo lea?

Golbark me escucha?.. Golbark!

_Lamento muchísimo haberle hecho esto Sr presidente, entenderá que no tenía ninguna otra opción.

_De que habla? Golbark! Que le pasa? Conteste por favor!

Los intentos del Presidente del mundo por reestablecer la comunicación no daban resultado.

Si no fuera porque hasta en medio de ese desierto, en el que insistió que se montara su laboratorio, había siempre un growie cerca, estaría preocupado por la vida de este científico loco, pensaba el Presidente mientras buscaba el sombrero que Golbark le había regalado hacía unos días. Evidentemente para hacerle llegar esa password!.

Hacía ya un largo tiempo que lo notaba a Golbark muy raro y después de semejante llamado a esa hora de la madrugada no podía caberle ninguna duda de que algo andaba mal en él. Ya hacía cerca de 3 meses de su último informe y por cierto el más decepcionante de todos, resumiendo todo lo poco que pudo investigar en estos años sobre los growie. Que podía decirle ahora tan urgente en ese email?.

De nada parecía haberle servido sus 4 premio Nobel en física y 2 en Biología. “Lo único que le prometo señor presidente es que voy a descubrir porqué nos causa semejante terror estar cerca de ellos”.

Hasta en esa promesa le había fallado, lo cual lo había decepcionado y entristecido mucho. Sentía que no podía confiar plenamente en seres cuyo cuerpo, por llamar de algún modo a esa masa informe, nos produce una repulsión y un pánico tan desbordado, al punto de provocarnos la muerte de estar a pocos metros de distancia y por supuesto quería saber a qué se debía algo así.

Ese “growie growie” todavía resonaba en su cabeza de la vez que los tuvo tan cerca por unos segundos cuando lo salvaron del accidente en la autopista el año que llegaron. Por suerte ya hacía varios años que hacían sus milagros sin jamás acercarse demasiado en ningún momento.

Lo único que le informó Golbark, al respecto es que el oído no interviene en ese espantoso “sonido”que crece en nuestro cerebro en forma inversamente proporcional a la distancia. Pero él pensaba que no era solo su cerebro sino como que todo su cuerpo sabía que era eso, a que se debía ese pánico cerval tan inentendible para su mente. Como era posible sentir algo así con algo absolutamente desconocido pensaba mientras buscaba la password en el sombrero.

Así que yo también, pensó, comparto en alguna medida algo de esa paranoia por los salvadores de la humanidad , los que hicieron que el calentamiento global, la polusión los tóxicos, la contaminación, los virus, todo lo que resultaba imposible de frenar fuese desde poco después de su llagada solo un mal recuerdo.

Ya habían pasado 15 años desde la invasión G como seguía llamando Golbark al suceso más importante en la historia de la humanidad. Sin duda era absurdo hablar de una invasión aunque estuviesen todo el día sobrevolando sobre nuestras cabezas.. cosa a la que nunca se acostumbró sobre todo desde hacía un tiempo que le parecía que estaban algo más cerca. Pero los invasores dominan arrasan, someten, destruyen, no salvan a los invadidos ni elevan inconcebiblemente la calidad de sus vidas, no solucionan conflictos como el que seguro ya hubiesen terminado con la humanidad. Nadie mejor que él podía dar fe de ello; como presidente de los EEUU en esos tiempos, pudo evitar durante unos años la 3º guerra mundial que ya hacía tiempo que veía como algo inexorable. De hecho, de no haber venido los growies en esos días hubiera ordenado el ataque tan temido!

Además ya no tenemos que preocuparnos por conseguir fuentes de energía! Un solo growie según Golbark tiene energía de sobra para la que podamos requerir por los próximos 50000 años. Las conspiranoias acerca de sus intenciones de esclavizarnos, ya hacía más de 10 años que habían desaparecido casi por completo.

Pero era evidente que para ese genio ningún milagro ni maravilla posible justificaba que nos acostumbráramos a la presencia de esos seres, ni siquiera demostró jamás el menor agradecimiento por el fin de su enfermedad que hace años ya hubiese terminado con su vida pese a sus esfuerzos por encontrar una cura. No podía dejar de pensar que habían significado para él una humillación. Ya hacía tiempo que no hacían notas sobre “ la mente más brillante de los últimos siglos”. Todo el mundo confiaba en que iba a poder explicar mucho de la nada que se sabía de los growie.. que continúan siendo el mismo misterio.

Eso pensaba mientras abría el email y un mal presentimiento invadía todo su ser. De algún modo resurgía después de tantos años de letargo en él su instinto de político de raza, su anticipación a los eventos, sus certezas sin pruebas racionales, que le hacían ahora sentir un escalofrío como ni en los momentos más difíciles, en esos tiempos de conflicto mundial había sentido y con solo haber leído la primer línea.

“El sombreo, EL SOMBRERO!, por Dios, si de verdad le importa su familia, no continúe esta lectura sin ponérselo en su cabeza!!!.

Confío Señor Presidente en que su instinto, intuición, inteligencia o como quiera llamarle, lo habrá llevado a tener el sombrero puesto y no suponer simplemente que enloquecí. Confío en que todo eso, tan humano y tan fuerte en usted, lo lleve a sortear el supremo de los peligros que puedan haber amenazado alguna vez a este mundo.

Ese sombreo contiene en su interior una fina lámina de plomo, material que impide hasta cierto punto que perciban nuestros pensamientos y emociones.

Ese descubrimiento es el primero de los secretos que tuve que guardar todo este tiempo. Ya nunca deberá estar sin una protección de plomo.

Sepa que nada anula por completo su inconcebible percepción. En estos momentos estoy en la cámara de ese material del laboratorio, pero igual perciben mi presencia, no les llevará mucho tiempo encontrarme.

Como hace ya tiempo que empezaron a hacer conmigo, están cada vez más cerca suyo, hace tiempo que lo debe haber notado. Créame que se debe a que de algún modo “saben” que en algún momento iba a transmitirle el verdadero resultado de mis investigaciones. Resultados de estudios en todos estos años que tendrá que guardar usted también como secretos como hice yo hasta ahora.

Y muy especialmente el último de ellos, que confío que pese a sus creencias religiosas, no dudará en hacer lo que habrá que hacer, si llega a tener en algún momento la menor sospecha de que estén por descubrirlo.

Eventualmente en algún momento tendrán la certeza con usted como ya finalmente la tienen conmigo ahora de que tiene la solución a sus problemas. Suponiendo claro, que el concepto de un problema pueda aplicarse a estas inconcebibles cosas.. pero sin duda se la estamos haciendo difícil.. desde hace 7 años que la felicidad global está bajando, ya nos acostumbramos demasiado a esta vida prácticamente sin incertidumbres, peligros ni amenazas.. salvo el que se derivaría de que lleguen a abandonarnos en algún momento.

Ciertamente sigue creciendo estrepitosamente el síndrome de abandono G, como le llaman los psicólogos. Otra vez tener que hacernos cargo de nosotros mismos, otra vez tener que conseguirnos nuestra comida, abastecernos de energía, preocuparnos por nuestra salud, nuestra seguridad, otra vez robos, asesinatos, guerras, pobreza, contaminación, enfermedades,..

Ruego por eso, por volver a esa vida de antes, a nuestra esencia que no es esta. Cada vez se les complica más hacernos felices y sí, solo a eso se venían dedicando hasta ahora, a hacernos felices. Es posible que busquen a otros seres menos complejos en otro mundo, rece por eso!.

Ese terror literalmente mortal que sentimos al tenerlos cerca, es un mecanismo de defensa grabado en nuestro Adn y el de todos los animales, incluso el de los insectos!. Estamos genéticamente diseñados para estar lejos de ellos y a morirnos si no lo conseguimos.

No tengo tiempo para entrar en detalles, están entrando al laboratorio, vienen por mí y saben que guardaré con mi vida este último secreto, porque perciben que sé lo que significaría para nosotros que cayera en sus manos. Nunca van a parar de tratar de percibirlo, ya es demasiado tarde.

Tendrá que creerme que los estudios confirmaron que como suponía desde el principio y afortunadamente nunca le comenté, se producen cambios fenomenales en su masa energética cuando sentimos cualquier tipo de placer. Es eso lo que buscan de nosotros, no es que quieran nuestra felicidad porque sean buenos, sino por lo que les provoca percibirla. Puede asegurarles a sus correligionarios que es una blasfemia llamar a la invasión growie la segunda venida de Cristo. No hacen milagros, solo cumplen su finalidad de hacernos felices, mediante algo así como un manejo energético incomprensible todavía para nosotros. No tienen misericordia ni ningún tipo de sentimiento ni emoción de ninguna naturaleza, ¡tampoco tienen pensamientos! Es inconcebible pero no razonan ni tienen ideas.

Lamento haberlo defraudado en este tiempo al no presentarle ningún informe sobre su biología como me encomendó. Tuve que ocultarle que hablar de la biología de los growie sería como hablar de la biología de los agujeros negros. De hecho diría que no tienen vida, solo algo que podríamos traducir como una increíble percepción de la realidad que dispara lo que perciben como la mejor reacción para lograr lo que buscan.

No necesitan estar demasiado cerca para percibir nuestra felicidad. Claro que cuanto más cerca más fuerte reciben esa señal de signo positivo que emite nuestro cerebro al sentir placer, así como de signo negativo la que emitimos al experimentar cualquier tipo de sufrimiento, señal que los afecta muy negativamente.

Espero que cuente señor presidente, con algún mecanismo que le permita destruir por completo todo el planeta. Si no es así, dedique por favor lo que le queda de vida a conseguirlo.

Si sospecha que están cerca de percibir el último secreto, no pierda el tiempo pensando en una guerra con ellos, no tendríamos ninguna chance. De hecho, dudo mucho que la explosión nuclear que terminará con este laboratorio y todo lo que buscan en él, apenas termine nuestra última conversación telefónica pueda dañarlos de algún modo.

Piense que, pese a sus creencias religiosas, provocar la muerte puede ser el acto de mayor humanidad posible, la muerte es algo natural, es algo humano, habitual, es algo de este lado del universo conocido.

Nada está tan alejado de cualquier aspecto humano o animal como los growie y no existe nada que con el suficiente tiempo no puedan a llegar a percibir y a hacer si les conviene. Piense que nada va a evitar que si siguen unos años más en este mundo perciban este secreto, que va a tener que guardar con su vida y eventualmente la de todos.

Porque nadie merecería pasar por lo que estos seres harían sin nada que solo la destrucción total de este planeta pueda evitar, si llegasen a percibir que con una mínima intervención quirúrgica es posible invertir el signo de las señales que emitimos al gozar o sufrir”.

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