Habla el seminario de tulipanes
a esa persona que no sabe de modales:
No recojas ni un solo tulipán
estamos en guerra odiosa,
quiero ser parte de otro planeta,
de tulipanes y de rosas
que no se recojen,
tulipanes y rosas que estan ancladas en el suelo.
Quiero saber hoy si seré parte del cielo
dice el tulipán;
el amor no se regala ni se vende,
pero el tulipán está que arde,
porque el granjero de al lado
está que fogotea,
porque su hija estaba encariñada de ese tulipán,
y se lo mira desconfigurado
¡Adiós tulipán preciado!
Llega la hija del granjero,
y ya no sabe de modales
porque el tulipán era demasiado sutil,
demasiado humilde,
sabe ella y alguna que otra persona más,
que escupe al suelo,
y ya no hay vuelta atrás;
su padre está totalmente triste y enfadado
con quién haya pisado el tulipán,
ya no hay vuelta atrás,
sabe ella y él también,
que ella no es nada sin ese tulipán de color azul liloso.
Llega un abalancha de frío
y no hay tulipán vivo,
la pequeña Sofía piensa en el tulipán,
como si ella se lo siguiese queriendo,
llega el invierno y no hay tulipán,
su padre está enfadado,
con quién lo haya pisoteado,
y no hay vuelta atrás,
Sofía estaba encaprichada
con ver crecer esa flor,
flor que ya no puede ser enorme,
llega el invierno
lleno de dolor,
porque la pequeña Sofía,
estaba encaprichada con ese tulipán,
tulipán que ya no vive ni crece,
un tulipán azul liloso,
que ahora se encuentra en otra galáxia,
piensa ella
sobre el tulipán adormecido,
que algún día será olvido,
pero no aun,
canta un gallo y Sofía se despierta,
en pleno invierno,
y su padre retorcido,
sigue buscando el malvado
que ha pisado el tulipán,
ya no hay tulipán vivo,
pero hay algo en el jardín:
un tulipán azul marino.
El tulipán es precioso,
tiene rallas en la flor,
Sofía se lo mira curiosa
¡Un tulipán espéndido!
Piensa Sofía somnolienta
esta mañana fría de invierno
¿Que será de Sofía?
Que ya no reza por el otro tulipán,
su padre lo ha regado somnoliento,
para que Sofía esté contenta,
y ya no hay tantas lágrimas,
sinó una sonrisa que se sale
de la boca de los dos,
Sofía y su padre están recuperados,
porque Sofía tiene una nueva adquisición,
el tulipán azul marino,
que está ahora en un jarrón
¡Oh tulipán nuestro!
Eres una flor
azul marino,
que nos ha curado el corazón.
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