EL SUEÑO DE JULIA.
–Papá Mamá!!!!!!! El grito de Julia los despertó y juntos corrieron a la habitación de ella.
–Que pasa Julia?? Preguntaron a dúo al entrar a la habitación de ella.
–Soñé que un hombre de larga barba blanca me dijo que va a venir a matarnos a todos porque no tendríamos que venir a vivir a este lugar.- Julia tenía catorce años, sus padres Pedro y Ana, hacía dos meses que habían comprado la casa en Castilla, un pueblo de 700 habitantes en el partido de Chacabuco a 173 km de la ciudad autónoma Buenos Aires.- Oriundos de Rawson donde habían vendido una pequeña chacra por no poder hacerla producir ya que él trabajaba en Mecánica Automotriz Argentina de Chacabuco. lo hicieron más que nada por el precio muy bajo ya que ella tenía un tipo de maleficio y hacía años que estaba a la venta. Según los lugareños les habían dicho que el lugar había pertenecido a una familia compuesta por padre madre y dos hijos, eran extraños ya que no se daban con nadie, contaban que de noche se escuchaban extraños ruidos, se veían a través de la ventana difusos colores seguidos de lamentos, era en realidad una leyenda urbana. Los alimentos que consumían eran por pedido y se los llevaban hasta la puerta donde el padre de familia los retiraba abonando los mismos.- Un día no los vieron más, en la puerta de calle dejaron un cartel donde decía que la casa jamás debería ser habitada, estas y muchas otras historias fueron adjudicadas a esta familia. Después de un largo tiempo y el mal aspecto de la misma, la municipalidad resolvió que por los impuestos impagos se pondría a la venta para cobrar las deudas y el resto se repartiría en insumos para la iglesia y las escuelas. La misma había cambiado varias inmobiliarias y viendo que a nadie le interesaba fueron bajando el precio de la misma hasta que llegó una persona interesada más por el precio que por el aspecto de la casa y después de un tiempo de reacondicionamiento entre limpieza, jardinería y pintura fue habitada.
–Solo fue un sueño Julia.- Le dijo la mamá abrazándola.
–Si mamá, fue solo un sueño pero muy real, todavía tengo presente al señor con sus ojos desorbitados su gorra sin visera, envuelto en su túnica y su larga barba blanca amenazando.
–Solo fue un sueño hija.- Repitió la madre.- Vuelve a dormirte.- La besó y se retiró con su marido.
–Tantas tontas historias ya han hecho efecto en Julia, Ana.-Le dijo el padre al salir de la habitación.
–Esperemos que se le pase Pedro, que no se repita.- Contestó ella.- Pero no fue así, noche tras noche a julia se le repetía el sueño, con nadie comentaban el mismo, ni con su vecino que habían hecho una estrecha amistad.-Habían decidido que al término de la escuela de Julia, él pediría adelantadas las vacaciones y se irían a la casa de los padres de Ana a pasar unos días para que Julia olvide todo, así lo hicieron, le pidieron al vecino el cuidado de la casa dejándole las llaves de la misma hasta que volvieran.-
-No hay problema Pedro, pero puedo pedirte un favor.
–Lo que necesites Jorge,
–Tengo que fumigar mi casa por la cantidad de hormigas y cucarachas que aparecieron, él fumigador me dijo que tenía que estar cerrada dos días para que el veneno haga efecto a fondo, podría quedarme en tu casa esos dos días Pedro.
–Por supuesto Jorge, no hay problemas, usa todo lo que necesites.
–Gracias Pedro, me solucionaste un enorme problema.- Los dos últimos días Julia durmió sin problemas y cuando terminaron las clases aunque las pesadillas habían pasado, igual decidieron pasar unos días en la casa de los padres de Ana ya que les habían avisado que irían. Disfrutaron con ellos 10 días, los que a Julia le había venido de maravillas ya que no volvió a tener pesadillas.-Le avisaron a Jorge que al otro día llegarían por la mañana. Así lo hicieron, al llegar Jorge estaba esperándolos en la puerta.
–Hola Jorge, todo bien?
–Si Pedro, ya no tengo ningún bicho en casa, tu casa está como la dejaste, gracias nuevamente por haberme permitido estar en ella los dos días que fumigaron la mía.
–No me des las gracias Jorge, yo te las doy a vos por habérmela cuidado.- Tomó las llaves para abrir la puerta.
–Ha Pedro, me olvidaba, vino un tipo muy raro preguntando por los dueños de la casa, dijo que volvería esta noche, raro el tipo che, vestido con túnica, larga barba blanca y gorra sin visera, lo conoces?
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