El Resguardo Oculto

El Resguardo Oculto

Diego D'Onofrio

15/02/2024

En el corazón de una ciudad olvidada por el tiempo, vivían Sol y Gael, hermanos unidos no solo por la sangre sino también por un vínculo profundo y complejo, marcado por emociones que desafiaban las convenciones. Heredaron de sus antepasados una casa señorial, llena de secretos y pasadizos ocultos, que se convirtió en el escenario de su coexistencia apartada del mundo.

Una noche, bajo el velo de la complicidad y el deseo, sus manos se encontraron en un gesto que trascendía el afecto fraternal. Fue entonces cuando percibieron por primera vez el susurro, una presencia que parecía alimentarse de su energía, un eco distante que avanzaba por los corredores de la casa.

Con cada encuentro, cada mirada cargada de un deseo prohibido, la presencia se hacía más fuerte, más audaz. Habitaciones que habían permanecido abiertas durante generaciones comenzaron a cerrarse, como si la casa misma reaccionara, rechazando o quizás protegiendo algo. Sol y Gael, confundidos y a la vez fascinados por este fenómeno, se aventuraron a explorar los límites de su relación y los misterios de su hogar.

La casa, con sus murallas que susurraban historias antiguas, parecía vibrar con una energía nueva, alimentada por la pasión y el conflicto interno de los hermanos. Cada caricia, cada momento de cercanía, parecía acelerar la toma de la casa por esta presencia incomprensible, sellando puertas y ventanas, tejiendo sombras donde antes había luz.

El punto de inflexión llegó una tarde lluviosa, cuando, en un acto de amor y desesperación, se fundieron en un abrazo que borraba las líneas entre lo permitido y lo prohibido. La casa tembló, las luces parpadearon y, por un momento, todo fue silencio. Al separarse, descubrieron que la última parte de la casa accesible era ahora su refugio, su santuario, mientras el resto había sido tomado completamente por la sombra.

«El Resguardo Oculto» ya no era solo un hogar, sino un espejo de su relación, un lugar donde la realidad se entrelazaba con lo inefable. Decidieron partir, no por miedo, sino por la necesidad de explorar un mundo más allá de las paredes que los habían visto crecer y amar. Al cruzar la puerta, no solo dejaban atrás su hogar, sino también las cadenas invisibles de una pasión que había consumido todo a su paso.

Mirando atrás, Sol y Gael veían no una casa, sino el recuerdo de un amor que había desafiado cada norma, cada expectativa. Y aunque el futuro era incierto, sabían que juntos podrían enfrentar lo que viniera, libres de las sombras del pasado.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS