El PRIMERO
“Hay momentos en la vida que parecen definirnos, momentos que seguimos recordando.
Mi vida antes de él, era muy simple, ahora… después de él, solo hay… después de él” fragmento de after
Otoño del 2005
I
Siempre acaparaban la misma mesa en el receso del almuerzo, mofándose de todos, poniéndoles el pie a los de 9º para que tropezaran y cayeran para poder reírse, humillarlos. El primero y su equipo de futbol allí, sobre la sima del patio creyéndose los reyes del lugar. Y no nos olvidemos de las mimadas de papi siempre detrás de ellos.
Yo trataba de evitarlos, aunque era difícil estaban en todos lados y cuatro días de los cinco escolares terminaba en el suelo por su causa. Y debo reconocer que los llenaba la astucia, siempre empujaban a las chicas cuando sonaba la campana del cambio de hora, el pasillo se abarrotaba de estudiantes, ahí en ese momento hacían la maniobra alguien terminaba en el piso, todos los que iban caminando distraídos te pisaban seguro, ¿y a quién le reclamas?, ¿a quién culpas?, en ese mar de gente no se veía lo que pasaba.
Y nuevamente iba caminando y sonó la campana de salida y ahí quede yo en el medio de todo, frente a mi venia caminando Dexter y detrás de él venían a cada lado Jayden, Matt, David, Mark, y ese chico nuevo al que le decían novato.. no se su nombre. Por supuesto atrás del equipo venían las porristas luciendo sus uniformes, podría hacer 10º de temperatura y ellas con sus polleras impecables.
Al ver al grupo que venía caminando hacia mí me congelé, sabía que iba a ver el piso de cerca una 5º vez esta semana y apenas era miércoles. No pude continuar caminando y Dexter ya me había puesto la vista encima como carne de cañón, al tenerlo enfrente, él vio que yo no avanzaba, no podría ponerme el pie para que yo cayera, yo me decidí y clave mis pies, pasó junto a mí, respire. Pero me apresure a relajarme.
Sentí su mano firme en mi espalda y el empujón, terminé tendida en el piso boca abajo con los brazos extendidos, mi cámara fotográfica se deslizó y la perdí de vista, las primeras personas que iban caminando, no pudieron evitar el cuerpo tendido y obviamente me pisaron los dedos y muñecas.
Sumida en los cientos de pies, lo único en mi mente era la cámara. Cuando el pasillo bajó su volumen estudiantil pude incorporarme, corrí hacia adelante buscándola, pero no tuve suerte la había perdido, la busqué alrededor y nada.
Fui hasta la oficina de la directora Shans, esperando que Christine la señora de admisión este aún, quería dejar un reclamo de extravío, tenía la esperanza de que alguien la lleve a cosas perdidas, pero me estaba engañando, era una cámara de fotos ¿Quién la va a devolver? NADIE
No me quedo más que salir del colegio, afuera estaba nublado y con mucho viento. Esos vientos fuertes que desprendían las hojas de los árboles, pintando las calles con diversos colores marcando la llegada definitiva del otoño, seguro que llueve.
El día se iba tornando obscuro y apenas eran las 16pm y las calles solitarias, sombrías y tristes, yo iba caminando pensando en todo lo que debía hacer al llegar a casa, la tarea hoy era extensa, atender a mamá, hacer la cena, sumida en esos pensamientos escuchó un Chistazo.
No quise voltear a ver, tuve miedo, era un día de mierda para mí y agrégale un acosador. De mierda a la potencia, comencé a caminar más rápido y de pronto veo por el rabillo del ojo una moto que iba a mi par, y ahí estaba este ser con casco que me Chistaba, ¡si era un acosador! Que podía tener yo de interesante para ser acosada, era de estatura media 1.67 a lo mucho, piel morena, cabello obscuro al hombro, ojos trigueños figura de reloj de arena escondida debajo de un suéter de lanilla largo y sobre todo era inmigrante, a los de por aquí no les agradan los mexicanos simplemente no les agradan. Yo no era el capitán popularidad si tenía 3 por decir amigas es mucho, asique un amigo de la escuela no era.
De inmediato me eche a correr y mientras corría me veía en primera plana, “otro acto violento por racismo”. Corrí poco más de una cuadra evitando a este ser extraño hasta que se cruzó con la motocicleta por la vereda entorpeciéndome el paso. Inerte yo sin saber que hacer escuchó la voz que salía por debajo del casco.
_ ¿Que no me escuchaste que te estoy hablando?¡y porque carajos corriste! Eres rara
Yo no podía responder nada no sabía si huir de ese lugar o quedarme, estaba asustada, hasta que el extraño se quitó el casco.
Era Noah, El primero, definitivamente tenía miedo, Noah era alto, 1.80 más o menos, tés blanca ojos verdes, su cabello con el corte de moda rapado a los lados y en el centro un mohicano algo crecido que caía hacia un lado. Yo siempre lo evitaba, si Dexter era malo El primero era muy malo, era bestial, él sí que golpeaba y golpeaba duro, no le importaba esas niñerías de poner el pie y eso, pero bien que se reía si sus secuaces lo hacían.
Una vez hace, un par de años se peleó con Dexter en el campo, mientras entrenaban, el resto del equipo los calmó, pero en el receso del almuerzo comenzaron a pelearse, se puso muy feo, varios maestros terminaron por separarlos, Dexter terminó bastante mal herido con un par de costillas fracturadas y la retina del ojo dañada, llamaron la ambulancia y El primero, solo el labio le sangraba y un pómulo hinchado.
Recuerdo que me llamo un par de veces MALDITA BRUJA, sí esas son las palabras que uso, y no le agradaban las mujeres, creo que si tuviera la oportunidad golpearía a una chica y la verdad no me interesaba averiguarlo, para el solo son un pedazo de carne las usa y las tira, demasiado machista.
_ ¿Que no me escuchas, te estoy hablando? Vuelve aquí, dijo chasqueando los dedos.
_ ¡Si! Te escuché, pero con ese maldito casco como iba a saber que eras tú, aun así, no me hubiera detenido, ¿Qué quieres? Respondí pensando que este día no se podía poner peor.
_ Tengo algo que creo que es túllo, aunque viendo tu evasiva no sé si lo quieras, creo que me lo quedaré.
Y allí saco de su mochila mi cámara, me mostré poco emocionada, viniendo de este tipo cualquier cosa se podía esperar.
_ Si es mía, la quiero de vuelta
_ Y que paso con esos modales, me sorprendes. Creí que alguien, de tu etnia particular está acostumbrada a pedir, permiso, por favor, ya sebes ese tipo de cosas.
_ Está bien. Por favor me das mi cámara.
_ Mmm no tengo pruebas de que es tu cámara. Así que esto te va a costar. Lo dijo con cara de satisfacción.
_ Sabes que no tengo dinero… ¿Qué te pasa? Además, tu no lo necesitas, ¿qué puedes querer de mí?, si según tu soy un cero a la izquierda a y una…. MALDITA BRUJA
_La quieres o no la quieres. Dijo con sus ojos clavados en mi
_ Si está bien la quiero.
_ Bueno ya que insistes tanto. Pero…
Ahí viene, típico de este tipo no da algo sin tomar algo, él sabía que me tenía en sus manos y yo no podía decir que no, no podía perder la cámara.
_Me tienes que ayudar con algunas clases.
Tres semanas antes El primero y el entrenador habían tenido una pelea a golpes en el vestidor. El entrenador lo echo del equipo, del puesto de Core back, privándolo de ir a las prácticas, pero no le dijo nada a la directora sobre el incidente, porque todos sabían en el vestidor que el entrenador se acostaba con algunas chicas del equipo de porristas, si se supiera eso, seguro implicaría cárcel para el entrenador, por acostarse con menores. A Noah no le importaba eso, después de todo era problema de las chicas, solo lo diría si el entrenador lo jodia mucho, como haciéndolo que lo expulsen de la escuela, alejándolo de las becas universitarias. Pero el entrenador solo lo suspendió del equipo y le dijo que solo volvería si le pedía disculpas, cosa que no iba a pasar, o que subiera sus calificaciones de todas sus clases por encima del promedio, cosa que tampoco iba a pasar, aunque el equipo lo necesitaba. O al menos eso se rumoraba en los pasillos.
Al menos que alguien fuera su tutor y lo ayude con las clases, eso tampoco iba a pasar, ya que sus amistades no eran, aplicados al estudio y los que sí, eran todos los que él y sus torpes amigos molestaban todo el año. Básicamente adiós a fútbol universitario y ni hablar a la NFL.
Hasta que se topó con mi cámara. Pero ¿cómo supo que era mi cámara? Seguro la encendió y vio las fotos que me había tomado en el verano usando traje de baños. Podía negarme, pero corría el riesgo de perder la cámara ¿y si tiene mis fotos?, que todos las vean. Voy a pensar que no encendió la cámara y por ende no vio las fotos reveladoras
_ Primero como supiste que era mi cámara, ¿la encendiste?
_ ¿que?… ¡no! Fui a la oficina de la directora y le pregunté a Christine si alguien reporto una cámara y me dijo Madelein Pérez, y bueno aquí estoy.
_ Okey acepto, dame la cámara.
En ese momento comenzó a llover muy fuerte, él me dio la cámara y la guardé en mi mochila para que no se moje. Empecé a caminar evitando la moto atravesada, dando por terminada la conversación, “chantaje”, sentí el sonido de la moto encendiéndose mientras yo doblaba la esquina, me disponía a caminar hasta casa, largas cuadras bajo la lluvia torrencial y ya tenía hasta las medias empapadas, pero lo único que me importaba era, llegar rápido.
Escucho la frenada en seco, de la motocicleta y voltee estrepitosamente
_ Subí, que te llevo
_ No. Dije mientras seguí caminando quería alejarme de él
_ Vamos, subí que te llevo, acaso no te preocupa que se mojen tus preciados libros, o incluso la maldita cámara, ¿Qué? me vas a decir que tienes miedo de mí, hoy no muerdo. Dijo con una risa irónica.
_ No, estoy bien caminando.
_ Vamos… no seas tan necia, dijo perdiendo la paciencia
Tenía buenos argumentos, tuve que apoyarme en su hombro para subir a la motocicleta, aceleró con fuerza, pero yo no quería agarrarlo de la cintura para sujetarme.
La lluvia caía hacia nosotros y te nublaba la vista, cuando entramos a la avenida principal de la pequeña ciudad se detuvo en una gasolinera junto a un surtidor.
_ Bájate, tengo que cargar gasolina
Bajé sin decir palabras, caminé unos pasos para alejarme de él, de pronto la gasolinera se llenó de autos y personas que corrían por la lluvia de granizo que se había desatado, en todo ese caos y los autos tocando sus bocinas, me sentí perdida, aturdida. Pensé en mi madre, ella estaba sola en casa esperando a que yo llegue de la escuela para cuidarla, tenía que hacer la cena para cuando mi padre llegue, muchas cosas por hacer, y yo aquí varada por la lluvia torrencial.
En ese instante interrumpiendo mis pensamientos, él se me acerca por detrás con la moto a la par y me toca el hombro.
_Vamos a tener que quedarnos hasta que deje de llover.
Su cara era inexpresiva. Yo lo miré sin responder, que más podía pasar, ambos chorreábamos agua, nos quedamos uno junto al otro sin decir más.
Había un aroma fresco en el aire, creo que era su perfume, se mezclaba con el olor a tierra mojada, Noah que estaba montado en la motocicleta, jugaba con la mini bola de billar número ocho, que colgaba del llavero sobre el tanque de gasolina que tenía entre las piernas, yo estaba parada junto a él de brazos cruzados sin decir palabra. La lluvia no cesaba, los autos transitaban por la calle, levantando el agua, que se acumulaba en el pavimento, salpicando por doquier.
Miré mi reloj, ya iban a dar las 18, casi no quedaba luz en el cielo y no dejaba de llover torrencialmente, moría de los nervios quería que deje ya de llover para ir a casa.
_ Escúchame Noah, tengo que irme no puedo esperar más tiempo.
Y así me eché a andar, no me importaba que estaba lloviendo tenía que llegar a casa, de inmediato, sentí el encendido de la moto y un par de bocinazos
_ Ehy, Ehy. Detente, que carajos te pasa. Dijo Noah mientras frenaba con la motocicleta detrás te mí.
_ Tengo que irme, ya es tarde, tendría que haber llegado a casa a las 17pm. Dije mientras me volteaba
_Ya sé el por qué.
Yo lo miré sin responder
_ Vamos, yo te llevo
_Pero está lloviendo, ¡no!, mejor tu quédate a esperar que pare la lluvia, ya me acercaste hasta aquí, es todo, así ya no te mojaras.
_ No seas tan necia, creí que eras más lista que esto, pero haces un berrinche de niña, dije que te puedo llevar, pero si te pones así, has lo que te venga en ganas.
_ De acuerdo, pero solo estoy aceptando porque tengo que llegar, lo que menos quiero es estar cerca tuyo.
_Tu tampoco me agradas niña.
Sin más opción me subí a la motocicleta, y él arrancó de golpe haciendo que me sujetara de su cintura por temor a caerme hacia atrás, y partimos camino a casa bajo la lluvia, después de unas cuadras noté que aún me sujetaba a su cintura y me solté espantada.
Noah iba muy rápido, esquivando autos y pasándose los semáforos en rojo, haciendo que los autos frenaran de golpe para evitar chocarnos, la lluvia caía de lado, todo el camino sentí una angustia muy grande, no sé si era a causa de haberme tardado tanto, o permitir que este extraño me trajera, ¡sí! lo veía en la escuela, se rumoraban entre los vecinos de la pequeña ciudad sobre su comportamiento errático, los Chismes estudiantiles, pero no lo conocía, solo tenía de él comentarios despectivos y palabras sucias que me gritaba cuando yo pasaba junto a él por el corredor, era un patán, y la verdad me daba miedo, porque mierdas me había buscado por ayuda.
Al llegar a casa ya era de noche, no llovía, se escuchaban las gotas que caían de los tejados, bajé de la moto. El me miro mientras colocaba el casco sobre su cabeza
_ Ah por cierto ese traje de baños te quedaba muy bien. Lo dijo riéndose mientras giñaba el ojo, se puso el casco sobre la cara y arrancó.
Me quede atónita, ¡si había visto las fotos! Y yo que pensaba no ayudarlo, ya tenía mi cámara. Pero con esto, iba a tener que ayudarlo.
Entre a la casa esperando un torbellino de reclamos por la hora en la que había llegado, en cuánto pasé el recibidor estaba mamá sentada en el sofá mirando televisión y mi padre preparaba la cena, de inmediato me acerqué a mi padre, que estaba en la cocina.
_Hay papá lo siento… te juro que quise llegar antes, pero la lluvia me detuvo
_ Hija no te escuché entrar, no te preocupes hoy salí antes del trabajo a las 16, no había mucho para hacer, aproveché y como tu madre se sentía bien la ayudé a levantar de la cama para que se diera un baño y luego tomamos un té en la sala.
_Bueno papá me cambio esta ropa empapada y preparo la mesa.
La luz entraba por la ventana del pasillo, ya era viernes y dejaba atrás ese incidente con El primero, seguro solo lo había hecho para molestar, en fin, eso no me importaba, nadie había mencionado alguna burla relacionado con fotos el día de ayer.
Asique todo era definitivamente una broma, yo suspire relajada mientras iba a mi última clase.
Por desgracia teníamos juntos esta clase y algunas más los primeros días de la semana, pero conforme pasaran los días será todo normal, al entrar, mire de reojo y estaba lo suficientemente lejos, no me preocupo.
La clase fluía con normalidad, hasta que el señor Thomson salió por unos momentos al pasillo, y en ese tiempo se armó un conjunto de ruidos, bancos arrastrándose por el piso, risas, voces que murmuraban aprovechando la ausencia del profesor de idiomas, todos los jóvenes vibraban los últimos minutos de clases, que se habrían paso a un fin de semana más, yo me mantuve inmóvil, continúe leyendo mi libro de Jane Austin.
Cuando el profesor regresa al gran salón, se hizo un corredero de estudiantes que buscaban su lugar para sentarse, o un lugar cercano, una vez retomada la clase sentí que me Chistaban, de inmediatos cerré mis ojos y pensé, “esto no puede estar pasando”.
Paso volando una bolita de papel por encima de mi hombro, cayendo en mi escritorio, tuve el reflejo de taparlo con mis manos, en eso el profesor ve algo y me mira frunciendo las cejas.
_ Algo para compartir señorita Pérez, o quizás su compañero de atrás tenga algo para decir.
Yo no respondí, ni quise voltear a ver quién estaba sentado tras de mí.
_ O quizás el señor Beretforr, … ¡no deje!, no responda ahorre energías en excusas absurdas, mejor retírese lo que resta de la clase y al tocar la campana lo veré en la oficina de la directora Shans.
Sentí el ruido del banco moverse y cuando estaba por salir volteó a mirar hacia mí, y río. De inmediato veo la bola de papel, y la desarmó volviendo el papel a su forma original, había una nota
…Espérame en la esquina Libertador
Te veo después de clase para nuestras clases JA JA …
Noah
Esto era una pesadilla, ¿por qué?, Los 15 minutos restantes fueron interminables, mis manos se aferraron a los lados de la pequeña meza apretando con fuerza los bordes astillados, no quería ayudarlo, estaba decidida a evitar las pautas de la nota.
Al marcar la campana la salida, junté mis cosas para irme, mis pazos eran rápidos, cuando me acerqué al lugar pautado aceleré mi caminata para alejarme de allí. Sabía que estaría en la dirección, tardaría un rato, proporcionándome el tiempo suficiente de llegar a casa. Cuando doble en la avenida Sheferson las cuadras se hicieron largas, veía todo el trayecto como escalar el Everest, sentí la Ducati Scrambler negra deteniéndose junto a mí, el individuo con su chaqueta de cuero, esbozando una sonrisa del jugador del año.
_ Eh… Niña, Creí haberte dado una nota. Dijo impaciente
_ ¿Niña? Mi nombre es Madelein, deja eso de niña, y tu bola de papel, la arrojé a la basura, dije con desdén. No la vi, pensé es una bola de papel y que por eso te sacaron del salón, además ¿no te mandaron a la dirección?
_ Como sea… niña. Si fui como un chico bueno. Pero dije “directora Shans no tengo nada de tiempo, tengo que ir con mi tutora escolar ya sabe, necesito un refuerzo en mis asignaturas” y se quedó muda, los chicos hubieran pagado por ver esa cara, pero…
_ Sabía que había un, pero, eres un pendejo.
_ Para que me deje ir tuve que decir tú nombre en fin sube a la moto, nos vamos
_ ¿QUE? Porque, porque diste mi nombre. Estalle
_ Porque eres una niña buena, que querías que le diga, mi tutora es Claris, la cual la directora me ve besuqueando todo el tiempo, no iba a creer algo como eso, además imagínate terminaríamos en la cama para estudiar, tu sabes cómo es, además dime alguna vez la has visto con un libro ja, no tiene mucho espacio en su cabecita. No conozco muchas chicas, las evito, no me relaciono bien con ellas, prefiero la posición horizontal, solo así las entiendo. Además, no es del todo mentira le dije el QUIEN no el POR QUE.
_ Eres un maldito. Dije furiosa. Te juro que te miro, y no sé porque, no te llevas con las mujeres.
_ Es cierto, en fin, ya me aburrió tu cantaleta, voy a cargar gasolina enfrente nos vemos allí.
Al cruzar la calle transitada deseé que me choque un auto, lo juro, pero no tuve esa suerte
Me subí a la moto y pensé trágame tierra, solo quería que esto acabe pronto, ya ansiaba las vacaciones navideñas para no tener que soportarlo, no podría zafarme de esta, su última frase el miércoles antes de irse lo decía todo entre líneas, “vi tus fotos no tienes opción”
El camino a casa fue insoportable, lo odiaba, sentía una rabia que me hacía doler el estómago. Al bajarme de su moto, esperando, a que el dijera algo sobre los apoyos que necesitaba, pero solo arrancó dejándome confundida, ¿qué carajos quiere este tipo conmigo?, me tenía a las vueltas, no iba a soportar esto por mucho tiempo.
Al entrar a casa, mi madre estaba sentada junto a la ventana, eso era esperanzador, dos días esta semana, creo que su salud está mejorando.
_ ¿Mija quién es ese joven que te trajo a casa? Dijo mientras tocía
_ ¿El? …nadie mamá no le des importancia
_ El lunes también te trajo a casa, lo vi.
_ Ahh mamá… fue el miércoles no el lunes, y en realidad, sí lo conozco, va conmigo al colegio, quiere que lo ayude con algunas materias.
_ ¿y cuándo?
_ Todavía acomodamos los horarios.
Mentía, no podía decirle, que me tenía a las vueltas, y menos que me estaba amenazando con mostrar mis fotos
Las horas pasaron lento esa noche de viernes, después de juntar la mesa, lave los platos, mi padre llevaba a mamá a dormir. Al finalizar apagué las luces del recibidor y fui a mi cuarto.
Me quité la ropa, tome la primera remera que vi en el closet que era un caos, mire por la ventana que estaba a un costado de la casa, el vidrio comenzaba a empañarse por la lluvia fina que caía, se escuchaban algunas ruedas de automóviles que pasaban por el pavimento mojado, la farola en la esquina dando una luz tenue, enmarcando todo el lugar de una manera sombría, después de un día largo apagué mi velador y me acosté.
Solo la lluvia, mi compañía esa noche de otoño, el silencio se rompía de tanto en tanto por un débil golpeteo en el cristal, no me dejaba dormir.
Al ver por la cortina casi abierta, Noah estaba parado afuera golpeando suavemente el vidrio con el dedo. Cuando abrí la ventana una ligera brisa entró arrastrando su perfume.
_ Que paso ahora, que haces aquí. Dije en murmullos, estás loco… vete
_ Vine por lo de las clases, ¿puedo pasar?
_ Shh, baja la voz mis padres están durmiendo en la otra habitación, pero porque a esta hora, Noah no, es tarde.
_ Hazte a un lado, entraré por la ventana, no quiero que me vean, por eso a esta hora.
_ No debes irte, te escucharan mis padres.
_ Porque tienes que resistirte tanto, sé que me dejaras entrar, no me dejarías bajo esta lluvia…vamos, hazte a un lado, dijo con esa expresión soberbia que me hacía hervir la sangre.
Me aparte de la ventana y entró sin hacer ruido, yo muerta de nervios por temor a que mi padre ollera, pero él, aguantando la riza por la travesía.
Cerré la puerta del dormitorio con llave al igual que la del baño que se conectaba con este, mientras Noah examinaba todo a su alrededor.
_ ¡Escucha!, voy a ser muy claro, creo que lo mejor para alejar las tenciones entre nosotros, va a ser que dejemos lo que pasa en el colegio por fuera de esto, de verdad necesito una ayuda, con las clases. Dijo asertivamente
_ Está bien, dije suspirando intentaba calmar mi rabia, no me opondré a eso, no estoy conforme con la hora que elegiste, son la 1 de la mañana, ¿qué te pasa?, si mi padre nos escucha te juro que te mata.
_ Mira siendo honesto, Madelein, no quiero que nos asocien, ni que nos vean juntos, lo menos si es posible. Quizás ahora te parezca arrogante de mi parte, pero va a ser mejor para ti también, te parece que todos digan que te juntas conmigo, que andas en malos pasos, se arruinaría tu impecable reputación de niña buena, más aún, no creo que tu padre me reciba bien, piénsalo.
_Esta bien, no tengo nada que decir al respecto tienes razón, no quiero que me vean contigo, solo ven, a media noche… okey, dije suspirando tendida. ¿Con que materia quieres empezar?
_ Entonces si eres una chica lista. dijo dibujando una sonrisa de triunfo
_ Solo porque viste las fotos, en realidad no pensaba ayudarte, no quiero estar cerca de ti más tiempo del necesario, siéntate y saca los libros, a lo que viniste.
_ E, tanto me odias, dijo este riendo
_ No, como, dije con ironías, solo eres un poco patán, en el colegio… olvídalo
El saco sus libros sentándose en el suelo junto a mí, analizando todo a su alrededor.
_Bueno comencemos por el ensayo que debemos entregar el lunes, el de historia, no puedo hacer nada por los que ya hiciste hasta ahora, solo se me ocurre ayudarte con este tipo de trabajos, las tareas que te manden y bueno, a estudiar para los exámenes que vendrán antes de navidad, otra cosa no se me ocurre, lo único que te pido es que trates de escribir todo lo que te den en las otras clases a las que no vamos juntos, porque ahí sí, no podré ayudarte, si no sé qué están trabajando. Dije mientras sacaba los libros para hacer mi ensayo también
_ Eh bueno, no te prometo nada. Dijo dudando
Las horas pasaron rápido, solo sacamos conclusiones sobre el extenso cuestionario y cada uno se concentró en sus propias respuestas, iban a dar las 3 cuando apoyé la cabeza hacia atrás recargándola en la cama, cerré los ojos por un instante.
Cabecee despertándome sobre saltada, Noah me miro desconcertado.
_ ¡si!, Te dormiste un rato, casi son las 5am, terminemos luego mejor
_ Lo siento, por dormirme solo quise descansar los ojos
Él se incorporó sin decir nada mientras guardaba sus cosas, me acerqué a la ventana para cerrarla, todavía estaba obscuro, pero se divisaban notas de luz entre los nubarrones, Noah se alejaba con la moto a la par, bajo una tenue llovizna, al llegar a la esquina encendió la moto, miro hacia la ventana por un momento, hacia donde yo estaba y se fue.
Las últimas semanas pasaban lentas, sumidas en rutinas, datos, caminatas después de la escuela, preocupada por la salud de mamá, ayudar a Noah con las clases sin falta todos los viernes y sábados, metiéndose por mi ventana a hurtadillas, largas horas de la madrugada, tiempo en el que pasábamos juntos, el ambiente iba perdiendo algo de tensión y luego al irse con la moto a cuestas unos metros alejándose de la casa volteaba a mirarme, citas ilícitas, de las que nadie tenía idea. En la escuela éramos desconocidos, algunas veces en el pasillo nuestras miradas se cruzaban un breve instante, y estaba ese no sé qué, por el secreto que teníamos oculto, algunas veces al abrir mi casillero encontraba pequeñas notas, que este metía por las aberturas, confirmando la cita, o la materia con la que necesitaba ayuda esta vez, permaneciendo mi mente agotada, por tanto, siempre alerta por lo que sucedía, que mi padre no lo ollera entrar a mi cuarto, que nadie nos vea hablar en los pasillos del colegio, todo eso en mi cabeza, necesito un descanso de todo.
Salí de mi cuarto en puntillas de pie y caminé hasta el cuarto de mis padres, abrí la puerta con sumo cuidado, vi que ambos dormían, volví a mi cuarto y cerré la puerta con llave como de costumbre. Me senté en la cama con las piernas cruzadas, miré el reloj sobre la mesita de luz las 23pm, recargué mi espalda en el respaldo de la cama y mi cabeza contra la pared, mis ojos puestos sobre el reloj, lo miraba cambiar un número a la vez, mientras se cerraban de a poco, tenía muchas ganas de acostarme a dormir.
Camine hasta la ventana y la abrí deje entrar la brisa, que se transformaba en viento, el cielo se iluminaba de tanto en tanto acompañado de los truenos, mire hacia el final de la calle, pero no lograba verlo. La tormenta era muy fuerte, y por algún motivo extraño tenía algo de preocupación.
Volví a la cama y me recosté, me quedé atenta a cualquier ruido, mientras miraba el despertador, de tanto en tanto.
Abrí mis ojos sobresaltada y lo vi metiéndose por la ventana, ya había comenzado la lluvia y este estaba mojado, me levanté de inmediato y fui hasta el baño, tomé una toalla y se la ofrecí. Me senté en la cama, aún algo adormilada, el despertador marcaba las 00 am en punto. Noah permanecía sin decir nada, se quitó la chaqueta y la dejo en el respaldo de la silla, se sentó junto a mí en la cama y suspiro.
_ Esta lluvia de mierda…. Por suerte llegue antes de que se ponga peor, ¿y tú? Ya te habías dormido, quieres que me valla, dijo este mirándome fija mente
_ Estoy levantada, o no, venga vamos a hacer el trabajo de química
_ Y que paso con ese humor, ¿estas cansada?, dijo con suavidad
_ Si, un poco, tuve un examen hoy, y no dormí por estudiar, lo siento, dame un momento y estaré más despierta.
_ No hay mucho que hacer, asique seguro esto acabe pronto, y podrás volver a dormir
En la cama uno junto al otro comenzamos a leer las consignas, y a responder una a una. Deje caer mi cabeza un momento sobre su hombro, mientras leía, ojeando el libro buscando la última respuesta, él apoyó su mentón, sobre mi cabello, y acaricio mi pierna por un breve momento.
Me incorporé rápidamente, y él aclaró la garganta poniéndose de pie, mis ojos lo seguían con disimulo mientras fingía buscar la última respuesta, este se paró junto a la ventana contemplando la lluvia torrencial.
Cuando al fin pude encontrarla, ambos volvimos a nuestras libretas para escribirla, de reojo nos mirábamos un breve instante. Una vez que terminamos, Noah se disponía a irse, pero la lluvia era muy fuerte, volvió a sentarse en la cama y se echó hacia atrás, con su cabeza casi colgando me miro.
_ Yo también estoy algo cansado… pero yo directamente no puedo dormir, cuando deje de llover un poco me voy, ¿sí?
_ Y por qué no puedes dormir, dije mientras me recostaba junto a él.
_ Solo… no puedo y ya, ¿cómo crees que te fue en el examen?
_ No lo sé, espero que bien, no tuve mucho tiempo para estudiar.
_ ¿Cómo estás tú?, te vas de fiesta y eso, dijo él sin quitarme los ojos de encima
_ Yo… no. Nunca… no es lo mío, y estoy bien, no lo sé. ¿Y tú? ¿cómo estás?
_ Quiero volver al equipo, entrenar, eso, dijo este suspirando.
Nos quedamos en silencio, esperando a que cese la lluvia, mis ojos entrecerrándose puestos en él, mientras este permanecía con la vista hacia el techo.
Abrí mis ojos y ya era de mañana, Noah estaba dormido boca arriba con las manos sobre su pecho, me voltee sobre saltada y mire el despertador.
Sacudí a Noah para que despertara, hasta que abrió sus ojos
_ Ya son las 7am, debes irte, ya, dije alterada
_ Lo siento, me quede dormido, dijo este restregándose los ojos
Se puso de pie, caminó hasta la ventana y se volvió, hasta el escritorio por su chaqueta, salió por la ventana y antes de irse este se acercó a mí.
_ Nos vemos después, niña, dijo antes de darme un pequeño beso en la mejilla.
Me acosté rendida en la cama, y de pronto entre sueños mire el despertador y ya eran las 11 de la mañana, me levante de un salto, al pasar por el cuarto de mis padres, mamá aún estaba acostada, camine por el corredor hasta la cocina
_ Madelein hija que bueno que ya te levantaste, últimamente estos días te levantas muy tarde, voy a necesitar que compres algunas cosas del minisúper que está en Sheferson.
_ ¿Papá? Lo siento, me quedo estudiando hasta tarde, ¿está todo en orden?, pasa algo
_ No la verdad no, tu madre no se siente bien, voy a llamar una ambulancia para que nos lleven al hospital, esos alimentos son para que tengas algo en la heladera por si tenemos que quedarnos más tiempo ¿sabes?
Mientras caminaba ese sábado mi mente divagaba estaba agotada, no sé en qué enfocarme para centrarme un poco, al llegar al mercado, del otro lado de la calle estaba todo el equipo de futbol con las animadoras, podía olerse a kilómetros el cigarrillo liado acompañados de unas cervezas. Claris estaba sentada de lado en la Ducati Scrambler, entre sus piernas estaba Noah, besándola, yo entre a la tienda indiferente de todo el grupo.
Parada frente a la nevera de los congelados, con la lista de encargos en la mano, el grupo entro al lugar, dirigiéndose justo donde yo estaba, Claris se paró junto a mí, fingiendo que miraban algo de las neveras, sentía sus ojos puestos en mí, barriéndome con la mirada de arriba abajo como siempre asía, la ignoré, y me fui a pagar en la caja mientras algunos chicos que ya tenían la edad compraban cervezas.
Dexter y el novato estaban pagando las cervezas mientras el resto deambulaba por los pasillos, donde estaban las heladeras, cuando llego mi turno de pagar, justo estaban saliendo
_ Parece que te faltan $40. Dijo el vendedor
_ Podrías dejarlo pasar esta vez. Dije avergonzada
_ Uff que pena… ¿Te falta dinero? Dijo Claris mientras salía del lugar abrazando a El primero exhibiéndose.
Mientras examinaba la bolsa de papel viendo que artículo era menos necesario para dejarlo, siento una voz grave que interrumpe el momento incomodo
_ Ehy amigo, cuánto cuesta este chocolate.
_ ¿Ese?, cuesta $50. Respondió el vendedor impaciente
_ Okey, me lo llevo, el resto queda a favor de ella.
Solo vi la mano dejar un billete de $100 en el mostrador, volteé a mirar después de que la puerta se cerró, iba caminando acomodándose la campera de cuero.
Al salir de la tienda caminé lo más rápido que pude, no me atreví a levantar la mirada, estaba muy avergonzada.
Cuando llegué a casa puse las compras sobre la mesa de la cocina, mis padres ya se habían ido, de inmediato me invadió la incertidumbre, no tenía apetito y además estaba muy cansada, había dormido muy poco, necesitaba despertarme.
Mientras se calentaba el agua para el café, ponía mis libros y cuadernos sobre la mesa ratona del living, puse mi taza en esta, y me senté en el suelo, quería terminar el ensayo de literatura sobre el libro de Jane Austin, me había quedado en la pregunta 8 y debía responder otras 10. Al pasar las horas, el sol que entraba por la ventana, comenzó a resplandecer sobre la pequeña mesa, al terminar el ensayo, salí a la calle y me senté en el pequeño jardín frontal a la luz de ese atardecer.
El sonido del teléfono me alertó, corrí hacia a dentro para contestar la llamada.
_hola
_ hola Madelein hija, las cosas no están bien sabes, el pronóstico es malo ya está al 50%, nos tendremos que quedar para que mañana le hagan diálisis, ¿y vos como estas?, espero que el dinero que te di haya sido suficiente. Hija, hija me escuchas
_ Ehh si yo… estoy bien, y sobre el dinero que me diste no…
_ Bueno hija te dejo la llamada se corta debe ser este teléfono público, te dejo chau.
Allí me quedé, con las palabras a medio decir y un nudo en la garganta, sin saber qué hacer, caminé hacia el recibidor para cerrar la puerta frontal, encendí el pequeño televisor para llenar el vacío que había en la casa, puse un canal al zar, me senté en el sofá, mis ojos estaban puestos en el televisor, pero mi mente no registraba lo que estos veían, de pronto el reloj de la cocina marcaba las 22pm.
Abrí la nevera para comer algo, pero… no tenía hambre ni ánimos, cerré la puerta delantera con seguro y apagué las luces excepto un pequeño velador que estaba en el recibidor.
En mi cuarto, arreglé un poco todo el desorden y encendí mi pequeño equipo de música buscando una estación de radios, deje sonando “Cried the Crawling” de Agnes Obel, encendí la ducha y me fui a bañar dejando la puerta del baño que salía al dormitorio entre abiertas para escuchar la música.
Me quede un rato en la ducha, solo dejando que el agua corra, intentando buscar una sensación de confort con el agua caliente, el jabón de lavanda, quería alejar un poco la angustia.
Al terminar salí envuelta en una toalla debajo de las axilas, me había olvidado la ropa sobre la cama, al darme vueltas me asusté al ver a Noah parado frente a la ventana, corrí junto a la ventana para salir de su campo visual.
_Vine, ya sé que aún no es media noche.
_ Está bien, entra, dije mientras corrí hacia el baño
Mientras él se metía por la ventana haciendo un gran escándalo noté que mi ropa seguía sobre la cama, saqué la mano por la puerta casi cerrada
_ ¿Noah, viste la ropa que esta sobre la cama?, necesito que me la pases
_ ¡A sí!, Eso quiere decir, que debajo de esa toalla, no hay prenda alguna, ¿estas desnuda? Que paso interrumpo algo, dijo curiosamente al alcanzarme la ropa.
Mientras me cambiaba sentí en el aire un aroma familiar, al abrir la puerta había una caja de pizza sobre el escritorio,
_ Recién me levanto, no comí nada en todo el día y muero de hambre, así que antes de venir para tu casa, decidí pasar por una pizza a “Pizza Marios”, ¿se te antoja?
_ La verdad yo tampoco comí nada. Pero no tengo muchos ánimos.
_ Una porción, no te va a hacer daño, traje la que me gusta a mi claro una grande de champiñones y jamón ahumado, si quieres, luego sigues con tu mal humor o lo que sea.
Yo no dije nada, pero esa pizza me gustaba, era también mi preferida,
Después de dejar la caja de cartón vacía, fui a buscar mis libros que seguían sobre la mesa ratona, esas porciones gloriosas repletas de queso me habían dado un toque de felicidad, cuando entré al dormitorio Noah se llevaba algo a la boca, parecía una menta. Nos sentamos en la cama, con los libros en las piernas.
_Bueno yo ya terminé el ensayo sobre el libro esta tarde, te ayudare con el túllo, pero no te daré las respuestas debes hacerlo tu solo.
_ Si, igual no me faltaban muchas preguntas me quede en la 13, asique continuó desde ahí, solo dime donde encontraste la siguiente, por ahora estoy algo dormido y si no me dices, voy a tardar el doble de tiempo.
_ Creí… que no te podías dormir, pero te quedaste dormido
_ Si lo sé, pero no nos descubrieron, así que no te preocupes
Al terminar, eran las 1:35 de la mañana y sonó el teléfono, salí corriendo del cuarto para contestar.
Cuando entré al dormitorio mi cara pálida le dio un aire curioso a Noah
_ Eh, que pasó te demoraste un buen rato.
_ Era mi padre, está en el hospital.
_ ¿Algo grave?, si es que deseas contarme, no lo divulgaré. Dijo él mientas levantaba la mano.
_ Mi madre está internada, de repente… su condición empeoró mucho, tiene lupus sabes, y a causa de eso tiene problemas renales en el que le queda, el otro lo perdió hace un año, necesita un trasplante, pero el seguro que tiene mi padre no le cubre la operación, menos para ponerla en la lista. Él tiene dos empleos, intenta juntar para que la pongan por lo menos en la lista de espera, pero aun así no le garantizan que el riñón llegue a tiempo. Sin mencionar la cuenta del hospital que se acumula.
_ ¡Valla! Uff, no sabía que tu vida fuera tan complicada, ¿y cuánto cuesta ponerla en la lista?
_ No lo sé, creo que unos $100.000.
_ Increíble como los hospitales le roban dinero a la gente. Escucha, no es un buen momento para ti, es mejor que me valla.
_ Eh Noah… te molestaría quedarte, un rato, está todo muy solitario por acá…No sabes que, …mejor no, además debes tener cosas más importantes, ver a tus amigos.
_ Mm la verdad no tengo que hacer nada, sí, porque no, pero tengo que ir a casa a buscar una cosa y aponer la alarma en mi casa, pero en cuánto agá eso vuelvo.
Que mierdas estaba pasando por mi cabeza, me encontraba buscando la compañía de este tipo, queriendo su compañía, ¡sí! Deje de lado lo que pasaba en la escuela como me pidió semanas atrás, no era tan inaccesible como parecía, estos días, era más normal estar con él, que con cualquier otra persona.
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