El perro del funeral

Joan David Bruno.

Estaba David en un funeral en la década de los 90. Su porte poderosa habitual ahora estaba reducida a un perro esperando a su difunto dueño con una melancólica e inútil paciencia.

¿Quién se atrevería a molestar a un perro tan poderoso? Nada mas y nada menos que un típico periodista de una revista barata de ufología. El lo ha estado molestando por mucho tiempo intentando buscar respuestas de un misterioso hombre que había aparecido por primera ves en una foto siendo un soldado de la primera guerra mundial, luego en la segunda, después en una foto posando a lado de un auto con una mujer y un perro pastor alemán que databa de la década de los 50s, luego en la guerra de Vietnam y por ultimo en una fotografía en una reunión de amigos o vecinos que datan de la década de los 80s. Ese hombre en todas las imágenes parecía no envejecer y de hecho parecía que se volvía mas joven o mas mayor de forma irregular sin envejecer, nunca parecía mayor de 40 y siempre portaba una insignia metálica dorada en forma de corazón en todas las fotos, ese perro sentado en ese funeral se le parece bastante y tiene la misma insignia.

El periodista ajusto sus anteojos para asegurarse de ver a la persona correcta. Se acerco con cautela y se sentó al lado de David. Le pregunto amablemente de quien era el funeral.

Periodista – Disculpe. Tal ves le parezca extraño inclusive irrespetuoso pero ¿de quien es el funeral?

David – De un amigo y compañero militar. Ya es habitual esto para mi ¿Sabes que es lo peor? Que estos funerales son tan habituales que temo un día perder la cuenta.

Periodista – Bueno, dicen que los soldados mueren jóvenes.

David – Ellos ya estaban retirados hace mucho tiempo. El tiempo los mato. El tiempo es fue el ultimo enemigo y el mas importante para ellos al final. Una batalla que no pudieron ganar ni con toda la experiencia de un guerrero veterano. Como todos… casi todos…

Periodista – ¿Qué intentas decir? ¿Qué eres inmortal?

David – Yo no envejezco ¿Por eso molestas?

Periodista – ¿Podemos hablar de esto en un bar?

David – Ya habrá algo que ara que todo este trabajo que hiciste no valga nada. Se aproxima el año 2000.

El periodista se acomoda los anteojos y pregunta – ¿Qué pasara en ese año?

David – Retírate si no quieres que te parta los anteojos.

Se hizo la publicación. Un hombre inmortal confirmado y que se aproxima algo para el año 2000. Solo algunos pocos que compraban la revista pudieron anticipar el descubrimiento de la científica Marie Jones en el año 2000.