EL PERRITO DEL CAFÉ

Al mismo café volví y 

Al perrito de nuevo vi. 

En su mirada la ilusión aguardaba mientras sentado afuera estaba. 

Con esperanza observa y 

cerca a las mesas espera. 

La migaja de lo que le quieran dar o el trozo de lo que cerca le pueda llegar. 

En una mesa hay soledad! 

Cree que no hay mucho que dar.. pero posiblemente mucha comida pueda quedar. 

En otra, la inocencia lo observa… en su mesa pay de frutas hay, con amor al perrito lo dá. 

Sin entender porqué

solo lo olfatea y luego se va. 

En una más, el comensal le da lo que no puede llevar, porque en casa su familia lo espera y hay de sobra para cenar. 

Analisé la situación y entonces comprendí. 

Que el perrito por hambre esta ahí. 

Entonces lástima y pena sentí porque en la vida muchos somos así. 

Afuera esperamos, con poco nos conformamos y migajas mendigamos. 

Lo mejor de nosotros damos pero a quien con amor lo brindamos no lo quiere como pensamos. 

Muchos arrastran la dignidad para acompañar la soledad. 

Van tras el deseo y la complacencia sin compromiso y sin afecto.