El Permiso

Su mente no dejaba de cuestionar los hechos, esforzándose a retener algún dato que pudiera ser de utilidad, observo la hora y noto que apenas habían transcurrido unos breves minutos, no obstante ello, percibía tal lapso de tiempo como si fuesen  horas, semanas incluso meses. Por un momento se sintió agobiado, superado por el extremo cansancio de su cuerpo. 

La pregunta se repetía una vez mas, cuanto mas deberé esperar?. Observo sus manos, como culpándolas, pero claro. no habría excusa posible sabia que ellas actuaban bajo las ordenes de sus pensamientos.

Sierra chica un pueblo alejado de los suburbios, para muchos un paraje  olvidado, apenas unas cuantas casas y los restos de una mina abandonada que en su momento impulso la creación y progreso del mismo y que en el presente pasaría a ser solo refugio de malhechores, asesinos y estafadores. 

Pero aun no había llegado su hora, no necesitaba decir una palabra.

De pronto un sonido lo exalto. 

Su turno.

Se quedara sentado ahi todo el dia ? Disculpe no lo oí, 

44 ? 

si si