El periódico

El Periódico

Esta mañana cojo el periódico.

Mi taza amarga de café. La dulzura del chocolate de la napolitana.

Me siento en la silla y comienzo a estirar el diario.

La portada del día, «De mis versos a tu boca», con titular de letras grandes «Que quizás serán leídos por una musa a quien evocan».

Paso la página, comienza una serie de anuncios.

«Se buscan amantes que vuelen en picado hacia la locura, que se arrojen sin paracaídas por el precipicio del delirio.»

«También se busca sentimiento indomable, alguien con quien huir de realidades y perderse en la espesura de la fantasía.»

“Se busca a su vez una dadora de emociones, a quien susurrar versos al oído;

Alma libre sin rumbo, sin un norte fijado en su brújula.»

«En busca y captura un amor rebelde,

momentos felices que vivir juntos como recompensa;

Si hay alguien que no tema arriesgarse en cada paso, no se guarde para si sus defectos y rarezas, póngase en contacto de inmediato, una llamada, un correo, una conversación cara a cara, una señal de humo hallarán respuesta. Remitente en bala perdida, lugar de encuentro en cualquier sitio de ninguna parte.”

Paso la página. Inundaciones de noticias entran en fila por mis ojos. Me centro en la primera.

«Varios lunares del barrio de tu cuerpo han resultado heridos por tiroteos de caricias. Se habla de diez sospechosos que atacaron sin cesar escoltados por dos manos que recorrieron el laberinto que bordea tu ombligo. Los culpables consiguieron escapar, no se conoce el paradero actual, aunque se cree que poseen un piso franco en algún lugar perdido de la marea de tu pelo.»

Un sorbo de café.

Paso la página.

Comienza la segunda noticia.

«El nosotros anuncia su definitiva salida de la Unión gramatical(a la cual también pertenecen el yo y el tú) para independizarse y crear un nuevo estado”.

Afirma el significado del juntos la insostenibilidad de un plural entre los integrantes de dicha unión y su postura incompatible con ambos singulares que pretenden separar cada uno de nuestros cuerpos.

Más noticias se suceden en las páginas que voy pasando del periódico: masacres de piernas entrelazadas formando un solo ser, pasos que siguen otros pasos, manos que inventan excusas para encontrarse y no separarse en el camino…

En cuanto a la política y la economía, sube la tasa de paro de la soledad, aumenta la desnutrición de los metros que nos separaban y la distancia entre tu lado y el mío se encuentra en peligro de extinción.

No hay acuerdo entre el cerebro, la razón y el corazón, ante este desconcierto Cupido asume el mando hasta nuevas elecciones.

Más información en la página del Ministerio del amor y sus delirios» Ahora los sentimientos también actúan.»

Sumerjo el último trozo de la napolitana en la taza.

De nuevo la misma mezcla de sabores se da lugar formando una perfecta armonía en el paladar.

Vuelvo al periódico.

Noticias de última hora, «tus labios han dado un golpe de Estado en mi cuello y han proclamado su propia República; por la vía pacífica con sólo unos cuantos bocados producido por los agentes de tus dientes se han llevado a cabo las negociaciones entre tu boca y mi piel.”

No se hablan de muchas consecuencias, solo unas ligeras marcas de tu Edén adornando la superficie del cuello para dejarlo bajo control y evitar nuevas revoluciones de más besos.

“En otro lugar, hayan restos de un olvido que en su desuso prefirió quitarse de en medio y se dejó contagiar por tus recuerdos”.

Según los estudios la causa de su muerte fueron los momentos en que te vio sonriendo, bailando dando tumbos en memorias en las que sueño estando despierto.

Los restos serán sepultados en mi mente hasta próximo aviso.

Sigo pasando las hojas.

Con cada movimiento voy deformando el periódico.

Llego a la última noticia.

“Constante tensión entre mis ojos y los tuyos; los tuyos plantando batalla sin tregua, los míos sin opción a rendiciones que te pierdan de vista”.

Al final de la contienda ambos acabamos cegados por las cuatro letras que suman Roma al revés.

Finalmente, tras pasar los pasatiempos (el sudoku en que no logro encasillarte, la sopa de letras en las que formó tu silueta con cada carácter, el crucigrama en el que solo se escribir tu nombre) llego al artículo de opinión.

En él hay abundantes argumentos enlazados con el “y morirme contigo si me matas y matarme contigo si te mueres” de Sabina que resuena en la radio del autor del artículo y que hace inevitable su aparición en esta publicación. Un autor un tanto peculiar. Firma como verso libre.

Acabó el periódico.

Lo doblo y con suma delicadeza lo tiro a la basura.

Recojo la migajas de lo que alguna vez fue una napolitana y coloco la taza amargada por el café en el fregadero.

Voy a la cama. Te abrazo. Y vuelvo a dormirme. Ahora sólo me interesa como respiras, al compás que tu corazón bombea la sangre por las autovías de tus venas, haciendo posible el funcionamiento de la única fuente de información de la que me gustaría saber hasta el último detalle.

FIN