El Pequeño Periodico Fascista

Aquí una breve pero inspiradora historia de un periódico independiente, que perdía esperanzas, pero las recupero en estas épocas…

Desde el principio, dejó claras sus metas: crear un mundo donde los grandes estuvieran potenciados y los diferentes fueran temidos, para que los pequeños fueran deducidos.

Pero luego vinieron los horrores de la nueva era. ¡Comenzaron a decir que teníamos que tener derechos laborales, que las personas no deberían pagar por una vida digna, que el agua es un derecho o que la mujer es persona! Así, poco a poco, la tinta del Pequeño Periódico se secó y el interés se perdió.

La perspectiva cambió. El periódico fue ignorado, aun cuando trató de advertir sobre la inminente amenaza inmigrante que destruiría la cultura de las grandes naciones dominantes.

Después perdió los fondos que pagaban sus editoriales apocalípticas, pues la sociedad había decidido cambiar las santas escrituras por el racionalismo jurídico y los libros científicos.

Pero luego sucedió el milagro, porque definitivamente eso tenía que haber sido.

La atención necesaria para la ciencia y el arte se disolvió, y todo se redujo, poco a poco, a instintos básicos como ira, lujuria, envidia y avaricia.

La red global comenzó a democratizar la ignorancia y a rentabilizar el odio. Gobernar volvió a ser fácil con miedo.

Poco a poco, el Pequeño Periódico comenzó a tomar fuerza y a salir del olvido, pues la población volvió a ansiar sus páginas, ahora en la red. El periódico fascista, al parecer, tenía razón.

¡Los videos de conspiraciones convenientes explotaron! Los ciudadanos de relleno se sintieron satisfechos.

¡Sus frases vuelven a volar por el mundo! ¡Ha vuelto a ser grande! Definitivamente, este 2025 será su año.

Un periódico pequeño, pero con la fortuna de tener lectores aún más pequeños.

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