EL OSO GOLOSO

Nuestra historia comienza en el vecindario de los amigos del bosque.

Era una mañana de verano hermosa, el oso goloso disfrutaba de levantarse siempre temprano y salir a caminar por el barrio, era feliz realizando sus ejercicios y sus estiramientos matutinos, de camino siempre se encontraba con otros animalitos que como él les gustaba salir por las mañanas, caminando se topó a doña tortuga Luga e Iguana Juana que andaban conversando muy amenamente.

el oso goloso saludo muy amable

buenos días queridas señoras

A lo cual doña tortuga Luga y doña Iguana Juana respondieron

Buenos días oso goloso

Luego continuó su camino, se topó con don armadillo pililo y don mono romo que estaban hablando bajo la sombra de un hermoso y frondoso árbol.

El oso goloso les saludo

Buenos días señores como les va en esta hermosa mañana

Buenos días oso goloso contestaron don armadillo Pililo y don mono Romo

Oso continuó su camino mientras ellos seguían dialogando acerca de algunos problemitas que ocurrían en el vecindario.

Todos en el barrio sabían que oso goloso no era muy bueno en hacer favores, pero si en pedir que lo ayudaran en todo, por ello convocaron a una reunión general en la cual oso goloso estaba más invitado, ya todos estaban cansados de oso goloso no por pedir favores porque sus vecinos lo hacían con mucho gusto, pero era la actitud de oso goloso al no querer ayudar a los demás cuando ellos lo necesitaban, claro está oso goloso era muy educado con todos, de eso no había que dudar.

Una de sus tramas o mentiras que usaba a menudo para no tener que hacer favores era inventarse una excusa, si vieran que bueno era para mentir, siempre le dolía algo, un día una patita, otro que la naricita, otro una garrita, otro que la orejita, hasta el pelito le llegaba a doler con tal de no ayudar a nadie.

Ese día en la reunión que el oso goloso asistió todos quedaron de acuerdo en no hacerle un favor al oso goloso sin antes él ayudará a quien lo necesitara.

Oso aparte de caminar por las mañanas amaba desayunar, para él no había mejor tiempo de comida que su amado desayuno.

todos los días le encantaba tomar una taza de café y comer panqueques avena, y lo más delicioso era agregarle miel mmm, esa rica, dulce y sabrosa miel que producían las abejas del bosque, al terminar de preparar su desayuno fue al cajón donde siempre guardaba su tan amada miel y de pronto por todo el vecindario se escuchó unos gritos muy fuertes.

ahhhhhhhhhhhhhhhhhh!

¡No puede ser!

Por queeeee mí!

¡Ahora que voy hacer!

Lo primero que pasó por su mente fue como en otras ocasiones pedir ayuda, pero luego de la reunión sabía que nadie querría ayudarle esto hiso que oso goloso se sintiera muy triste, luego al analizar su situación oso goloso salió de su casa, al salir se encontró a tortuga Luga y le explicó su situación

Querida tortuga Luga sería usted tan amable de hacerme un favor, se me ha terminado mi miel y los panqueques de avena sin miel no son lo mismo, usted me podría conseguir un poco.

A lo cual Doña Tortuga Luga respondió ¡no!

Oso goloso no tuvo más opción que seguir su camino al andar se encontró con Armadillo Pililo, Oso goloso no tardó en decirle, querido señor se me ha acabado la miel y amo desayunar panqueques de avena con miel sería usted tan generoso de conseguirme un poco.

Con vos fuerte y cara enojada respondió Armadillo pililo ¡No!

Oso goloso no tuvo más opción que continuar caminando, se podía notar su carita triste, en el camino encontró la sombra de un árbol en el cual decidió sentarse a descansar, sus lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas mojando sus pelitos, él decía

Cuánta razón tienen mis vecinos sé que siempre pido favores y siempre invento excusas para no ayudar es por eso que ahora nadie quiere ayudarme, como deseo poder cambiarlo y ser más generoso con los demás que siempre han estado para mí, sollozaba el oso goloso.

Lo que el oso goloso no sabía era que Don mono Romo estaba tomando su siesta en las ramas altas del árbol donde él estaba sentado.

Que sucede Oso Goloso pregunto Mono Romo

Lo que pasa Mono Romo es que estaba por desayunar mis panqueques de avena y amo agregarles miel y se me acabo, pedí ayuda a Doña tortuga Luga y a Armadillo pililo y ambos me dijeron que No y eso me puso muy triste amo mis panqueques con miel y no sé qué más hacer.

Don Mono Romo tenía muy presente el acuerdo tomado en la reunión, pero él supo que debía ayudarlo

No te preocupes más mi querido amigo Oso Goloso, Yo tengo unas amigas abejas que nos pueden ayudar a solucionar el problema, espérame aquí ya regreso.

Saltando de rama en rama salió de prisa don Mono Romo a conseguir un poco de miel para Oso Goloso.

Pasaron unos minutos antes de que Mono Romo regresara, pero por fin había llegado y traía en una jarra pequeña arrolladita en su colita la jarra venía repleta de miel.

Toma mi querido Oso Goloso ahora sí podrás disfrutar de tus panqueques con miel.

Muchas gracias por ayudarme Mono Romo contesto Oso Goloso

De nada me hace muy feliz poder ayudarte contesto Mono Romo

Oso Goloso se marchó a su casa a disfrutar de su desayuno y sus ricos y tan esperados panqueques con miel.

Desde ese día Oso Goloso aprendió una gran lección de vida, supo que era bueno compartir y de paso una forma hermosa de ser feliz, ayudando a los demás.

fin