Era así como obra de leñador, fuerte, ardiente, con temores , mil dudas, la damicela en apuros, sólo que no podia ser rescatada.
¿Se lo pueden imaginar?
Con el corazón en guerra y sueños de cristal.
Vengan! Observenla.
Niña, creyente de corazones de piedras, te lograron lastimar, que pena, que no puedas confiar.
Es una lástima lo que le hicieron, la lograron engañar, y así mostrándole como el amor se volvía en su peor rival.
Hoy es una obra de arte
¿mañana que será?
Ella es valiente, si que lo es, pero sé sento viéndose lo lastimada que está, le dije -¡Hey niña! Ahora me gustas mucho más.
Le vi enamorarse, queriendome dar un lugar.
Lo lamento niña, yo no me puedo sentar.
Que pena, está damicela me da,
otra que vuelvo a lastimar.
.
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.-¡Dejenla! Vean la arder, con esas caderas que carga se ve muy bien.

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