El monstruo en la familia.

El monstruo en la familia.

P. Hummel

08/06/2020

Capitulo uno.

Muchos hemos escuchado sobre maldiciones en la familias, esas que ocurren generación tras generación , pero muy pocos creemos en ellas, yo aun no lo hago pero ciertos eventos de mi vida me han hecho pensar que tal vez esto que llamamos herencia genética sea en verdad una maldición que alguien lanzo a nuestros antepasados por alguna razón.

Era una mañana de marzo, mi hijo había ido a sus clases en el primer grado, mi madre a trabajar y yo como siempre me quede con mi abuela a ayudarla (tenia unos días mas de vacaciones antes de empezar la universidad); fui a mi habitación a esperar a que mi abuela termine de desayunar, pero esa mañana se la veía muy inquieta, podía oír como caminaba de un lado a otro por el pasillo, suspirando fuertemente, no pensé nada de eso aunque me pareció un poco raro. De pronto silencio, un silencio que fue interrumpido por un quejido que provenía de la cocina, llame a mi abuela pero esta no respondió así que fui a buscarla porque creía que no me había escuchado, pero nada me había preparado para lo que vi cuando entre al lugar.

Sangre. Sangre en todo el suelo, en los cajones de la alacena, incluso en la cocina y mi abuela parada allí sosteniéndose por la pileta con una mano y en la otra, un martillo. No entendía nada, me acerque un poco a ella y la volví a llamar , no respondía; le pregunte que había pasado y seguí sin recibir respuesta alguna, estaba inmóvil allí. Tome el teléfono y llame a emergencias suplicándoles que viniesen lo mas rápido posible (estaba acostumbrada a hacerlo ya que mi hijo me había dado varios sustos antes) , cuando corte lo siguiente que hice fue llamar a mi mama para que por favor viniese a ayudarme. Durante esos 15-20 minutos que parecieron horas mi abuela seguía en el mismo estado, sin mover un pelo.

Cuando llegaron los enfermeros la llevaron despacito a la cama, le limpiaron la herida de la cabeza, que por surte no había sido profunda , y comenzaron a hacerle preguntas, ella comenzó a hablarles un poco pero solo respondía que no sabia lo que había pasado. Mi madre llego unos minutos después y yo aproveche para ir a una de las piezas que estaba libre y me largue a llorar, sentía que ese día algo había perdido, algo muy importante para mi y para toda la familia.

Salí de la habitación y mi madre me aviso que mi abuela estaba dormida, que le habían dado algo para que se calmara y que iba a ir al medico de ella para que podían hacer. Cuando ella se fue  fui a mirar a mi abuela, estaba profundamente dormida y cuando cerré la puerta me pareció ver una sombra, no muy oscura, cerniéndose sobre ella; saque ese pensamiento tonto de mi mente y me dirigí a la cocina, o como me gustaba decirle la escena del crimen. Busque un balde con agua, le eche lavandina y me puse a limpiar cada rincón en donde la sangre había caído, los documentales de crímenes los hacen ver mucho mas fácil de lo que realmente es.

El medico de mi abuela le mando unos medicamentos y todo volvió a la normalidad por un tiempo, y por un tiempo me refiero a dos semanas.

Capitulo 2

Mañana de feriado escolar , siete de la mañana. Ruidos en el pasillo nuevamente, pisadas que iban de aquí para allá, no pensé nada de eso porque era día en que la empleada tenia que venir, así que pensé que podía ser ella. De repente se abre mi puerta muy fuerte despertando a mi hijo que dormía en la cama cerca de la mía y entra mi abuela murmurando algo, mi hijo se asusta y viene hacia mi. Mi abuela camina de un lado a otro de la habitación y ese murmullo cada vez se vuelve mas fuerte. » Me quiero morir» «Me quiero morir» «Me quiero morir» … repetía mi abuela una y otra vez mientras caminaba, mi hijo y yo la mirábamos asustados. En un momento se detiene y se sienta en la cama de mi hijo y comienza a gritar: «ME QUIERO MORIR» «ME QUIERO MORIR» » ME QUIERO MORIR»; me acerque a ella , preguntándole que le pasaba, diciéndole que pare de decir eso, suplicándole que parara. en eso llega la empleada y viendo la situación entra corriendo en la pieza y se sienta junto a ella, yo saco a mi hijo de allí y vuelvo a llamar a mi mama. Acto seguido llame a mis tíos y me dirigí a su casa para que mi hijo no siguiera escuchando todo eso.

Al llegar tuve que volver a contarles lo que estaba pasando y quedaron consternados, en especial el hermano de mi abuela. Yo tampoco podía creer lo que pasaba, mi abuela la mujer mas feliz y positiva que había conocido diciendo cosas así, no podía ser, no quería que fuese así. Observo a mi tío y pude ver esa misma sombra tenue que me pareció ver en la habitación de mi abuela, sacudo mi cabeza porque la sola idea de pensar en eso me parecía ridícula.

Unos días después, luego de ayudar a mi abuela a cocinar, nos pusimos a hablar sobre lo ocurrido. Ella me dijo que lo del martillazo era justamente para apagar esas voces que le decían que tenia que matarse, esas voces y esos rostros que le decían que tenia que morir, que nadie la quería y por eso tenia que matarse. Yo la abrace y le dije que no hiciera caso a las voces, que no tenia que matarse y que todos la queríamos, aparte si ella no estaba ahí con nosotros seguro nos mataríamos entre nosotros; ella rió un poco, parecía aliviada. Luego de que le contara sobre nuestra conversación a mi mama decidimos que lo mejor seria esconder todo lo que tuviera filo en la casa o que presentara un potencial daño para mi abuela o para nosotros. Si, tuvimos un poco de miedo sobre lo que podía pasar, mas yo al ver que esa sombra sobre mi abuela se volvió un poco mas oscura. 

Esa fue una de las ultimas conversaciones intimas que tuve con mi abuela, también una de las ultimas veces que cocinamos juntas.

Capitulo 3

Mi mama no quería decirlo, no quería ponerle nombre a lo que le estaba pasando a mi abuela, y creo que yo tampoco quería reconocerlo, porque ponerle un nombre solo lo haría mas real y tal vez le daría al monstruo de la sombra aun mas poder sobre la situación.

Mi abuela jamas volvió a ser la misma desde esos ataques; ya no sonreía como antes ni hacia los mismos chiste, estaba mas callada y comenzaba a irritarse por cosas que antes no le molestaban o no se molestaba por cosas que antes si lo harían. 

Al mismo tiempo que todo esto pasaba, mi hijo fue diagnosticado con asperger y comenzamos con su tratamiento; así que teníamos dos personas con necesidades especiales en la casa, que requerían distinto tipo de atención. Eramos solo mi mama y yo contra todo esto, a veces era solo mi mama la que se encargaba de los dos ya que yo estaba horas fuera de la casa por la universidad y todo eso junto comenzó a crear fricción entre nosotras. El nivel de estrés con el que cargábamos no era fácil, y creo que a eso se le sumaba el hecho de no saber que hacer con mi abuela para que esto fuera mas lento.
Creo que mi abuela comenzó a deprimirse al ver todo lo que pasaba ya que cada vez estaba mas quieta y siempre que la miraba sentía que ese monstruo sombra se volvía mas grande y se acercaba mas a mi abuela , mirándome burlón, orgulloso de estar ganando la batalla.

Empezamos a hacerle escribir en un pequeño cuaderno todos sus datos personales, información sobre ella y sobre su vida, lo que recordase. Algunas veces le hacíamos jugar con unos juegos mentales que había traído mi tía cuando vino a visitarnos ( ella vive en otro país así que venia una vez al año). esta rutina se volvió algo diario para tratar de minimizar los efectos de la enfermedad, pero creo que ya era muy tarde. Al poco tiempo comenzó a tener problemas para caminar, mas aun de los que ya tenia, siempre parecía estar a punto de caerse y teníamos que ayudarla a sostenerse, ya no podía caminar tanto como antes.

Mi mama comenzó a enojarse mucho con mi abuela ya que ella de a poco iba olvidando cosas básicas como bañarse sola, ir al baño sola y había noches en que no quería dormir por mas que tomaba pastillas para eso. Mi hijo también comenzó a comportarse distante con mi abuela, ella lo amaba muchísimo y siempre quería estar con el o quería hablarle o besarle y el muchas veces la rechazaba, y creo que se debía al hecho de que el no entendía que pasaba exactamente, porque la abuela había cambiado tanto en tan poco tiempo o tal vez mi monstruo sombra imaginario no era tan imaginario como yo creía.

Capitulo 4.

La enfermedad de mi abuela no se detenía, había días buenos y días malos; comenzó a adelgazar un poco, lo cual era raro porque todavía comía como siempre.Llegaron las fiestas y nos juntamos con toda la familia como habíamos estado haciendo desde hace unos dos o tres años. Estaba rodeada de gente que conocía de toda la vida y aun así se podía ver que no lo estaba pasando tan bien como en años anteriores.

Ese verano decidimos viajar todos juntos a la costa. Un viaje de mas de 20 horas en ómnibus; no se  como pudimos hacer que mi abuela y mi hijo aguantaran todo el camino. Cuando llegamos a destino estábamos todos famélicos así que lo primero que hicimos después de dejar las valijas en el hotel fue ir a un restaurante a almorzar algo, hacia rato no salíamos todos a comer algo juntos. Luego de almorzar nos cambiamos y nos dirigimos a la playa, no íbamos a desperdiciar ni un segundo, queríamos absorberlo todo. 

Fue un viaje bastante bueno, sin contar que nos empapamos todo al volver de un acuario que quedaba un poco mas lejos de la ciudad y el hecho de que mi mama se enfermo casi todo el viaje o que la comida no me cayo bien, o que mi abuela se cayo en la bañera o que a mi hijo le picaron medusas en nuestro ultimo día en esa ciudad; la pasamos genial, la sombra no nos siguió a nuestro paraíso.

Como mi mama estaba enferma me tocaba a mi llevar a comer a los sanos a algún lugar, así que con mi abuela y mi hijo recorrimos muchos restaurantes y pizperetas para el almuerzo, la pasábamos genial y mi abuela no tenia ningún problema con comer cualquier cosa. De noche si salíamos a pasear todos juntos, cuando mi mama se sentía mejor recorríamos los alrededores , comíamos algo y tomábamos helado. De mañana solíamos ir a la playa y mi abuela se quedaba sentada bajo una sombrilla cuidando las cosas, a veces yo me quedaba con ella y hablábamos sobre la gente que estaba ahí y sobre los animales que habían quedado en casa o sobre la familia. 

Fueron las mejores vacaciones en familia y también las ultimas vacaciones en la que estaríamos los cuatro juntos. 

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