Paso ferviente y constante
Une a los dos caminantes
La una, mochila al hombro aludiendo
El mero ser del amante.
El otro riendo alegremente
Las gracias del día distante.
Paso a paso, dulcemente,
El camino anodino
Cruza un viejo molino
Todo lleno de diamantes.
Los amigos tan gozosos
Contemplaron muy curiosos
Esas piedras tan brillantes.
Mira, amigo, que relucen
Cual el sol resplandeciente
Son hermosas de observar
Y hallar estado de mente
En que de ellas pasar
Por ser causa de pesar
Del molinero yaciente.
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