Hace tiempo cuando era chico, escuchamos al levantarnos la historia que cerca de nuestra casa habían caídos, restos de un meteorito,  con mi hermano Guille, el era más grande pensamos que podría estar cerca dado que según las noticias que daban por la tv  era  que casualmente  en la provincia  córdoba y en capital federal habían  encontrado restos  de un asteroide proveniente del espacio exterior.

La noticia fue  un acontecimiento único y cautivante , había un locutor o periodista ahora si lo recuerdo un hombre canoso y ágil,  digo ágil porque era muy saltarín lo recuerdo escalando el Uritorco  se llamaba  algo así como Jose del Ser o Jose del Self ya no lo recuerdo, el se encargo de difundir la noticia por todo el Pais , a mi  me fascinaban sus aventuras tipo expediente X aunque no mire muchos expedientes x, pero se me hace que era su correlativo de La época

Nosotros estábamos en avellaneda en el dock sud,  por aquel entonces, yo tendría  unos 8 años y Guille unos 12, la idea era encontrar un meteorito minúsculo o grande porque no sabíamos como era, pero si no era muy grande mejor pues algo chico es mas fácil de mostrar y de llevar.

Era increíble la ganas que teníamos  de encontrar un meteorito de tener una piedra del espacio exterior. Miles de fantasía rondaban por nuestra cabeza, como seria esa piedra y si la encontráramos seriamos famosos ?, estaríamos en el centro de atención, no se porque pero esa idea nos ilumino el día, estuvimos indagando y según decían  los vecinos del barrio a la noche se habían escuchados ruidos en el galpón de mi tío Héctor, el mismo  estaba al lado de  nuestra casa, este era de chapa y bastante grande; la primera medida fue subir al techo de casa, y desde allí divisar  el techo del galpón y ver  si definitivamente había piedras sobre el, Y si Vimos muchas piedras, ahora solo restaba hacernos de ellas, por lo cual fuimos al galpón y  desde su  primer piso accedimos por una ventana de aluminio gris al techo, el techo tenia chapas de plástico de esas que dejan pasar la luz y también chapas de zinc era un techo parabólico esa palabra me encantaba sonaba rara como algo astronómico aunque no sabia que era lo supe mucho tiempo después, por lo cual era muy peligroso caminar sobre el, no me atrevía hacerlo, entonces  el encargado de la misión fue  Guille,  él rescato unas cuantas piedras  todas tipo canto rodado y una singular como un pedacito de hierro, ese era nuestro pedazo de meteorito, se lo mostramos a los grandes y algunos no decían, con caras de expertos y con la seriedad del caso  que era muy posible que así fuera, pues un meteorito estaba compuesto de hierro decían  y este era una pieza de hierro, el día fue fantástico miles de ideas surcaban nuestra mente y nuestro espiritu guardamos nuestro meteorito en el cajón del los tesoros, ahora han pasado los años y me pregunto donde quedo esa emoción esa búsqueda que hacia de un pedazo de piedra algo tan mágico tan especial que encendía los motores y ponía en funcionamiento las maquinarias de la alegría, sin imaginación el alma se apaga, sean como niños decía Jesús porque ya sabia que estaban llenos de vida, que buscaban meteoritos y se les encendían los ojos y guardaban ese tesoro en su corazón.

Dedicado  A ese niño que fui a mi Hermano y a Ray Bradbrury

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