El medallón del duende de sonrisa pícara

Mi abuelo tiene una colección de chucherías en una caja de zapatos que está situada al fondo de su armario. Un día ayudándolo a limpiar su habitación descubrimos aquel tesoro que a su edad ya había olvidado, ignorando el gran trabajo que aún no habíamos concluido dejo todo pausado y abrió la caja de pandora. Su rostro reflejó una sonrisa por todo aquello que empezaba a descubrir, pero cuando encontró el medallón su sonrisa se borró y sus ojos se llenaban de lágrimas. Envolvió el medallón en mis manos mientras me decía que lo guardara hasta que la persona de baja estatura lo recoja; me advirtió que el medallón trae consigo una maldición: “la persona que lo posee no morirá”. Pero, el paso del tiempo no se detiene y las enfermedades tampoco, además me dijo que si alguien lo roba o se apodera de él sin que uno se lo regalase este moriría de un paro cardiaco instantáneo. Me abrazó y se acostó en su cama para dar su último respiro, murió de un paro cardiaco, pero tenía una sonrisa feliz. En su caja de zapatos encontré varias cartas donde me contaba aquello que no me había dicho sobre el medallón del duende de sonrisa pícara.