Eran las típicas vacaciones de mi familia, visitar la misma vieja cabaña y pasar ahí los próximos 7 días, mi madre murió hace 5 años por lo que las vacaciones constaban de mi padre Jonathan, un hombre de 37 años, mi hermana Mia de 13 años y yo que actualmente tengo 15 años, lo que les contaré a continuación sucedió en las vacaciones de medio año de 2016.
El camino desde nuestro hogar hasta la cabaña en auto es de aproximadamente 5 horas, este trayecto fue bastante normal, de hecho diría que aburrido, luego de esto llegamos a la cabaña, la cual se encuentra en una zona rural, el pueblo mas cercano se encuentra a diez minutos de la cabaña, la misma consta de cuatro habitaciones y es casi en su totalidad de madera, es de dos pisos y cuenta con ventanas de un tamaño normal pero que deja ver hacia el exterior con facilidad, bueno, luego de llegar al lugar comenzamos a desempacar nuestras cosas y limpiar un poco la cabaña. Luego de esto mi padre y hermana me ofrecieron mirar una película, pero me sentía agotado por el viaje así que decidí ir a descansar, recuerdo dejar la puerta abierta ya que hacía algo de calor, en este punto comenzaron los sucesos extraños. Desperté, pero algo andaba mal, aún no amanecía, estaba casi por completo oscuro excepto por la luz de la luna entrando por mí ventana, no podía mover ni un musculo de mi cuerpo, estaba inmóvil, mantuve la calma unos segundos hasta que logré ver algo de reojo, era alguien de pie en la puerta de mi habitación, noté que era algo muy alto y delgado, sus brazos eran descomunalmente largos al igual que sus dedos, y llevaba consigo un gran sombrero negro, entré en pánico, intenté gritar pero de mi boca no salió nada, esta cosa se estaba acercando a mi cama al mismo tiempo que mis ojos se llenaban de lágrimas, estaba a punto de tocarme con sus asquerosos dedos hasta que desperté, si, al parecer todo había sido una aterradora pesadilla, pero mis ojos seguían llenos de lágrimas, me levanté e intenté calmarme, fui a la cocina por algo de agua y regresé para intentar dormir de nuevo, de más está decir que no pude conciliar el sueño esa noche.
En la mañana no dije ni una palabra sobre el tema, ya que asimilé que había sido una simple pesadilla, el día transcurrió con normalidad, nos divertimos en familia visitando lugares y realizando actividades, lo que me hizo olvidar por completo la pesadilla. Llegó la noche así que nos fuimos a dormir, ya que había sido un día algo cansado, no pensé en lo que pasó la noche anterior, de hecho logré dormirme en cuestión de pocos minutos; Hasta que un grito de mi hermana hizo que me levantara de un salto de la cama, encendí la luz y me dirigí a la habitación de Mia, encontré a mi padre intentando calmarla, al parecer había tenido una pesadilla, lo que es algo muy común , así que me propuse a caminar de vuelta a mi habitación hasta que un sudor frio recorrió mi cuerpo al escuchar a Mia decir entre lágrimas que el hombre del sombrero le quiso hacer daño, mi corazón se aceleró y fui a mi habitación aún lleno de miedo, decidí no decirle nada ni a mi padre ni a Mia, ya que no quería asustarlos, pensé en mi habitación que seguramente solo fue una gran coincidencia o eso era lo que quería pensar, la mañana llegó y noté un gran cambio en el estado de animo de mi hermana, ya no se reía como antes, sé que algo andaba mal pero al querer preguntarle lo que pasaba ella solo decía que todo estaba bien, y así fueron pasando los días con normalidad exceptuando el comportamiento de Mia.
Llegó el quinto día, me encontraba con Mia mirando una película, eran las 10 pm y mi padre se encontraba en su habitación arreglando unas cosas sobre su trabajo, todo pasaba normal, disfrutábamos la película hasta que logré ver de reojo como una silueta pasaba muy rápido por la ventana, le pregunté a mi hermana si había visto lo mismo que yo a lo que ella respondió con un seco y profundo «no«. Continuamos mirando la película hasta que esta vez lo logré ver de forma muy clara, el miedo me invadió, era esa cosa, era esa maldita cosa del sombrero, pasó muy rápido por la ventana pero logré verlo, tomé fuerte el brazo de mi hermana a lo que ella respondió
-¿Que te pasa? Dijo con un tono enojado
-Era esa cosa Mia, era esa cosa del sombrero! Le dije con una cara notable de miedo
Ella respondió de nuevo con la misma pregunta ¿Qué te pasa?, le dije que teníamos que irnos o esa cosa nos podría lastimar, ella se quedó atónita, no dijo ni una palabra, logré ver su cara desconcertada, como si no supiera de que le hablaba, pasaron unos segundos en silencio hasta que ella me respondió
-Yo me quedaré mirando la película!
Se veía muy decidida y sin miedo, por lo que pensé que no podía dejarla sola, así que me armé de valor y decidí acompañarla, pero no habían pasado ni cinco minutos cuando mi padre se presentó y dijo que ya era la hora de dormir, que debíamos ir a nuestras habitaciones, así que eso hicimos, fuimos a nuestras habitaciones y al llegar aseguré la puerta de mi habitación y cerré la ventana, temblaba de miedo, así que al estar en mi cama me cubrí por completo con mis sabanas y al cabo de unos minutos me quedé dormido. Y volvió a pasar, desperté pero estaba inmóvil, entré en pánico, vi a esa maldita cosa de nuevo, pero esta vez dentro de mi habitación muy cerca de mí, me tocó con esos grandes y asquerosos dedos, se subió sobre mi cama, me miró a escasos diez centímetros, sentí un olor a putrefacción, esa cosa se movió a una gran velocidad y vi que se fue por el pasillo, en ese momento recuperé mi movilidad pero apenas lo hice escuché un grito desgarrador de mi hermana, corrí inmediatamente hacia el lugar del que provenía el grito, mi hermana estaba bajo las escaleras con esa cosa sobre ella y noté que Mia tenia sangre sobre su cuello, vi a mi padre bajar las escaleras a la vez que gritaba el nombre de mi hermana y lloraba desconsoladamente, esa cosa huyó a una gran velocidad, mi padre corrió al auto con mi hermana entre sus brazos, subimos al auto en camino hacia el hospital, al llegar llevaron a mi hermana para atenderla mientras mi padre y yo nos quedamos en la sala de espera, así esperamos una larga hora hasta que noté que una enfermera transportaba una anciana en silla de ruedas, al parecer la anciana tenia problemas mentales, la enfermera la dejó un momento mientras entraba a una habitación, noté que esta anciana hacia señales para llamar mi atención así que me acerqué y sonriendo le pregunté:
– ¿Cómo estás?
A lo que en tono burlista y sin dudar me respondió:
-Tu hermana morirá pronto! Dijo mientras reía
Esto me hizo enojar, así que en un tono brusco le dije:
– ¿Qué te pasa? ¿Por qué dices algo así?
Ella en un tono suave y muy calmada me responde:
-El tipo de el sombrero me lo dijo…
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