Un viaje hacia la mística de lo femenino, recorriendo cada fase como un eterno ciclo; donde los sueños, el amor, la nostalgia, la soledad, pasión y la fuerza mágica de nuestro instinto, nos permiten reconocernos en las intimas realidades comunes a cada una de nosotras.
A continuación les compartiré algunos fragmentos o poemas del libro.
AHORA
Hice un pacto con la vida
al presentir el abrazo de la muerte,
le jure lealtad absoluta
y estar en un eterno presente …
Renuncié a los miedos
que nacieron un día,
como pequeñas excusas
y crecieron como grandes cataratas
que cubrieron con su niebla
lo que deseaba hacer.
Destruí el guión heredado,
como eterna condena
de lo que debería ser.
Me reconcilie con mis errores
y con piedad me perdoné,
les sonreí por cada lección entregada
en la carrera absurda por tener.
Rescaté mis sueños del abismo
en el que los sumergí,
atrapados entre el mañana
y el después.
Despedí al pasado y sus nostalgias,
empacando los hubiera y por que;
agradecí a cada estación y a los que me
acompañaron con sonrisas y lagrimas
hasta mi hoy.
Liberé al futuro
encarcelado en mi mente,
decidí no espiarlo
y esperarlo tranquilamente.
Le susurré al ahora
que caminará a mi lado
para abrazar la vida
como debe Ser.
RECURRENCIA
Porque me sabes a café y yerbabuena,
a desvelos de vino en luna llena.
Porque tu mirada
se escondió en mi alma
en rincones donde la razón
no podrá alcanzarla.
Tu voz camina por el viento,
al compás de mis pensamientos.
Tu sonrisa presumida
se apodera de mis recuerdos.
Aunque a tu nombre
lo sentencié
al exilio de mi memoria
y mi boca jamás te nombra,
a las 7 sin falta,
tomo café con yerbabuena.
LA SENTENCIA
Mis errores saltaron de tu boca
los que reconozco y unos
tantos que ni sabía que existían.
Tu memoria exilió mis caricias
borro mis besos y despiadadamente
desvaneció mi rastro.
Mi alma entera temblaba
mi cuerpo rígido la sostenía
en un intento desesperado
te mire a los ojos
y mientras
los míos suplicantes
detenían lo inevitable
los tuyos inquisidores,
ordenaron a tus labios cálidos
esos que tantas veces
fueron míos
a pronunciar
fríamente mi sentencia
me condenaste
a tu ausencia.
ANTIFAZ DE CRISTAL
Voy buscando por el mundo
entre quimeras e ilusiones,
tratando de entender
el absurdo ruido de la calle,
donde los sueños duermen
aturdidos y sin emociones.
Torpemente trató de seguir
los pasos del baile de máscaras,
tristemente trató de encajar
con unos ojos delatores
que nunca aprendieron a bailar.
Mi mente entiende,
el demente juego
de la sociedad del antifaz
y lucha con coraje
contra un rebelde corazón
que se niega a bailar.
Día a día se baten a duelo
mientras unos ojos delatores
se dejan leer detrás
de un antifaz de cristal.
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