El enamora-miento en tiempos del like”
En la modernidad liquida el amor constituye un juego de poder, donde ninguna de las partes
está dispuesto a dar muerte al yo narcisista, Existe en los amantes un impulso hedónico,
motivado por un ideal de satisfacción inmediata, es por ello que no me sorprende que las
relaciones duren cada día menos.
Existe también en cierta medida un nivel de idealización de las relaciones humanas que llevada
a la materialización termina por discernir con la realidad.
Las parejas buscan crear un nosotros sin apartarse del yo y están las otras, las que
apartándose completamente del yo se vuelven uno mismo perdiéndose en el otro,
No pudiendo amar finalmente al otro al volverse uno.
El amor se desvanece conforme pasa el tiempo, la forma en que se amaba ayer no es por
mucho la misma en que se amará en un par de meses, las parejas intentan justificar “los
altibajos” de una relación, tratando de salvar algo inexistente, intentan convencerse que aman
al otro, pero solo aman la existencia que el otro les da, se intenta reafirmar la existencia a partir
del otro, hay una necesidad enfermiza por hacerlo, llamadas, mensajes, cercanía pero al final
ninguno cede su libertad para ser amado libremente.
Por ello sólo el amor imposible es eterno
La consolidación del amor al objeto de deseo, conllevaría a la satisfacción de los impulsos
erótico thanáticos , en tanto que estos impulsos sean saciados, existiría una objetivación del
otro, el ser amado ajeno se encuentra en una posición diferente, desde la cual aunque intento
acceder a el no es posible y si lo fuera dejaría de ser ese otro que me es ajeno y dejaría de
amarle con tal frenesí, el amor ajeno, el imposible, el lejano, perdura toda la vida, pues el no
acceder a el hace que le ame en mi ideal y sólo las ideas pueden ser eternas, la vida del coyote
dejaría de tener sentido al tomar al corre caminos, así el que ama al amor prohibido dejaría de
amarle al estar junto a el , pues su sentido es amarle y qué sentido tendría el amarle y poder
tenerle.
Existe también una cultura a la meritocracia , en la que se piensa que acceder a aquel objeto
de deseó será transformado con el esfuerzo del amante, como si el pasado, la cultura, religión,
familia no fuera un determinante para la forma en que el otro me ama, si bien es claro que el
hombre que ama renuncia a su narcisismo también es claro que el pasado le dicta como amar,
de ahí que ambas partes deban crear un concepto de amor en su relación, pero si se ha
creado, ¿ a partir de que se crea?, es de ambos o es del amante y no del objeto, Hegel
menciona en el amo y el esclavo que aquel que ama más entrega su libertad, Lacan menciona
que “Amar es dar lo que no se tiene a alguien que no lo es “ .
“El que ama se pone a merced del otro, entrega su libertad y pretende cambiar su yo para
formar un nosotros, pues el hombre como menciona Hegel “es un siervo incapaz de luchar por
su libertad”por ello el amor eterno seria el imposible pues no pide nada a cambio, no necesita
crearse pues ya está, el hombre que ama al otro sin buscar nada ni siquiera la existencia que le
devuelva el objeto de deseo.
La facilidad para buscar otra pareja es como dar match en una aplicación, todos llevan
relaciones de bolsillo “Una relación de bolsillo es la encarnación de lo instantáneo y lo
descartable”, (bauman ) volviendo reemplazable a aquel que juraron amar, pero que no se ha consolidado, la facilidad para acceder a una “relación” deja entrevisto la baja capacidad que
tenemos hoy en día para formar las mismas, genera en el hombre una negativa por generar
vínculos cercanos al otro, evitando a toda costa la consolidación de un algo, se evita generar
un título a la relación pues eso generaría un compromiso y en un mundo donde el hombre no
se responsabiliza de su existencia el compromiso genera terror.
Las relaciones cada día son más efímeras, las promesas de amor duran menos que la
pronunciación de la misma, idealizamos al otro en un intento de amarle y cuando ese velo cae
y le vemos crudamente escapamos, menciona Sartre” ponerse a querer a alguien es una
hazaña. Se necesita una energía, una generosidad, una ceguera… Hasta hay un momento, al
principio mismo, en que es preciso saltar un precipicio; si uno reflexiona no lo hace” y no es la
reflexión la que evita la consolidación de un algo en esta época, si no la falta de un yo
dispuesto a crear un nosotros, pues en un mundo cambiante no existe un yo, por ello el hombre
jamás volverá a amar, el amor es cambiante como el mundo, un mundo que se mueve a una
velocidad impresionante, un mundo que dejo de existir hace unos segundos, un mundo donde
cada día se ama diferente y donde los amantes no pueden amar al otro, pues el otro dejara de ser en este momento.
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