Capitulo Uno.
No recuerdo mucho sobre mi vida pasada, solo recuerdo estar frente a un hombre hermoso, brillante y con una voz relajante… Que me decía que el trato acabo, que era momento de irme con él. En mi inocencia creyendo que era Dios acepte irme a su lado ¿Quién no lo haría? Pensé…
El hombre tenia puesto un traje elegante totalmente negro, una señal a lo que pasaría talvez… Me llevo a un sitio oscuro lleno de soledad y tristeza, al ver esto le pregunte ¿Quién eres? Con una sonrisa de medio lado y unos ojos tristes dijo suspirando
-Soy el hombre que en su momento fue alagado el mas hermoso de todos los reinos… Y que por pensar diferente fui desterrado a vivir en sufrimiento y a perseguir a los «pecadores»… Como tú- Dijo frunciendo el ceño y acomodando su hermoso traje
– ¿Eres el diablo? – pregunte asustado
– ¿Diablo? No, soy Lucifer- Cuando dijo esto se retiró, dejándome en un lugar gris con total silencio, se sentía pesado y sentirme solo era inevitable… Pasaron los días y no me cabía en la cabeza la idea de que estaba en el infierno o algo de el, no estaba seguro pues en mi soledad pude recordar algunos momentos y en uno de ellos me vi a mi mismo junto con mi padre yendo a una iglesia, en la cual decían que el infierno era todo fuego y caos…Algo totalmente distinto al lugar donde estaba.
No sé cuántos días pasaron. Debieron ser muchos pues la presión me estaba matando y las ganas de salir de ahí me ahogaban hasta que volvió a aparecer Lucifer, acompañado de una mujer…Esta mujer era distinta a cualquier otra, tenia un brillo cegador para los ojos
-Bienvenida- Dijo lucifer a la bella dama
-Déjame salir porfavor…- suplicaba la mujer. Pero no tuvo respuesta por parte del señor de las tinieblas como lo llamaba la iglesia, cosa que no era como lo hacían parecer,como todo un caballero me dispuse a presentarme, pero la mujer ni siquiera me miro simplemente cerro los ojos y empezó a llorar…No entendía porque, fue un estúpido pensamiento, estábamos en el infierno ¿Por qué no llorar? La mujer alparecer no asimilaba el estar aquí…Pero a diferencia mía. Ella sabia quien era y el porque termino en este lugar. Pasaron unos cuantos minutos y ella se relajó,se disculpó conmigo y se presentó ella también, se llamaba Melissa y era mayor que yo por ocho años, algo sorprendente ya que en apariencia física ella parecía ser mas joven que yo.
Ella me contaba de su vida y yo solo escuchaba, pendiente al hermoso sonido de su voz y a sus labios rojos como una cereza, por un momento olvide donde estaba y solo me concentre en saber mas de esa mujer que tenia enfrente. En un momento me pregunto ¿Por que estas aquí? Esa pregunta me hizo caer en cuenta de mi propósito y con una voz baja le respondí
-No lo se- Melissa hizo un gesto de confusión y pregunto
-¿Quien eres entonces?-
-Ya te dije mi nombre, pero la mayoría de recuerdos míos no están en mi mente, antes de que llegaras me la pasaba tratando de recordar…Pero simplemente no lo logro- Parece que le genere confianza pues se inclino poniendo su cabeza en mi hombro, suspiro y me dijo
-La gente que esta aquí es porque acepto el trato de ese hombre, somos condenados a vagar en este lugar lleno de soledad y tristeza sin un rumbo en especial…Tal vez tu trato fue tan pesado que el cobro fueron tus recuerdos-
No se porque mi mente le puso sentido a eso…
-¿Un trato que me borre mis recuerdos? no hay beneficio en eso, hasta me parece estúpido que alguien desee borrar sus propios recuerdos para siempre- Melissa me miro con esos ojos color café intenso y respondió a lo que dije
-No a todos nos gusta nuestro pasado…En el mundo hay gente que simplemente odia su pasado con todo su corazón, alma y les encantaría olvidar todo eso de una vez por todas-
-¿Aunque eso cueste olvidar quien son?- pregunte
-El presente solo es tu pasado deformado en tu corazón, escuche venir de alguien… Nuestro pasado solo existe para demostrarnos que fue lo que vivimos, no para decidir nuestro presente o quienes seremos- Lo que dijo Melissa me dio vueltas en mi cabeza por un buen rato…Ella se levanto y se recostó en el suelo frio y sucio, estaba cansada y al parecer se disponía a dormir, eso me pareció raro… Ya que en todo el tiempo que estuve aquí nunca sentí sueño o algún tipo de cansancio, solo dormía porque no había ya nada que hacer.
Esta parte de mi historia me causo múltiples emociones, pero la mejor fue la de conocer a esa mujer, aun no lo sabia pero me enamore a primera vista de esta bella dama que se hacia llamar Melissa… Es irónico que el infierno es todo tristeza y soledad y aun en este lugar yo haya sentido ese sentimiento tan inexplicable como lo es el amor, sigo viendo la espalda de esa mujer mientras escribo este capitulo de mi historia, espero despertar mañana y por primera vez desear que esto no sea un sueño.
Continuara…
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