Al recordar mi vida, paso un pequeño fragmento de memoria en donde veía una sentimental sonrisa a través de una puerta, y allí se hallaba su origen, una bella dama de cabellos sombríos y sonrisa reluciente, parecía una armonía perfecta, pero no, era el equilibrio. Cada momento de cruce de miradas me parecían eternos solo era tu mirada y la mía, conversábamos nuestros amaneceres y penumbras, parecía un cuento de hadas dentro de la cabeza del protagonista que en realidad era parte una Historia mas Grande un personaje secundario de la expresión deslumbrante de vida, una loca y trágica sociedad que iba en declive a ojos cerrados, pero cuando el viento abrazaba nuestros rostros, nos elevábamos y ya no era una simple fantasía, si no una Historia de amor de unas simples miradas. Creía que el cosquilleo solo era en el estomago y que las mariposas solo estaban en mis entrañas, quería que sea puro y eterno. Pero no, solo era la ilusión de un Atardecer de Abril.
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