Paul, era un joven y apasionado detective, como muy pocos, amaba su trabajo, lo cual para él no era considerado justamente un trabajo, sino “su vida”. Nació el 31 de mayo de 1987 en un pueblo de Austria, llamado Durnstein, cuya población al igual que otros que se ubican en cercanías, no superaba los mil habitantes. Era “el hermano del medio”, pues tenía un hermano mayor y una menor, lo cual lo afectaba de forma constante en el transitar de su vida, ya que siempre permanecía en el “medio” cuando se trataba de los conflictos que eran generados por sus hermanos. Desde muy pequeño y a pesar de que su forma de desenvolverse se asemejaba a una persona introvertida, por más de que no quisiera, siempre sobresalía. Su capacidad intelectual, determinación y persistencia se hacían evidentes y ello causaba envidia tanto en sus compañeros como en sus hermanos, que de manera constante buscaban un argumento para desarticularlo y dejarlo como “nerd” delante de los demás. Sus padres, Jakob y Hannah, lo protegían y aunque no querían hacer ninguna diferencia con el resto de sus hijos, les era imposible, porque Paul con su gran inteligencia acaparaba la atención de ambos, pese a que no fuera su intención.

Durante su paso por el establecimiento educativo, cada año era distinguido por su brillantez y su meritorio desarrollo cognitivo.

Sus cabellos eran rubios y tenía unos ojos azules como el agua del mar; su estatura era envidiable y su rostro parecía el de un ángel, aun así, con toda su belleza, le costaba tener citas con las mujeres y pudo adentrarse en el mundo del amor recién al cumplir 17 años, justamente el mismo año que debía partir a Viena con destino y en búsqueda de su futuro, por lo que su romance con Lena fue pasajero.

Como bien decía, su empeño por aprender y cultivarse en conocimientos, lo llevaron al lugar donde muchos de sus iguales habrían soñado llegar, la Universidad de Viena, una noble y distinguida Institución, ubicada a unos cuatrocientos kilómetros de su hogar. Al principio le costó muchísimo adaptarse al cambio brusco del colegio a la Universidad, y se dio cuenta que estaba en un lugar donde realmente si quería lograr sus objetivos debía poner lo mejor de sí, donde además se percató que los jóvenes estudiantes eran realmente instruidos y hacían que todo lo que había aprendido hasta esa altura de su vida, se viera tan diminuto como un grano de arena, así que pensó y se determinó a estudiar para estar a la altura de las circunstancias.

Cuando era niño, se sentaba en algún recoveco de su hogar y le gustaba examinar la actitud de cada uno de los integrantes de la familia, sus comportamientos y actitudes; cuando se generaba alguna situación en la que su madre disgustada, peguntaba quien había hecho tal o cual cosa y ninguno se hacía responsable de ello. De esta manera logró descubrir varios hechos, como cuando Marie (su hermana menor) fue quien había dejado abierta la puerta trasera de la casa y de esa manera se había escapado “duki”, el perro que tanto quería la familia y el cual fuera aplastado por el camión recolector de residuos. O cuando Milikay (su hermano mayor) negó rotundamente haber sido quien rompió el electrodoméstico favorito de su madre. Y si eso fuera poco, descubrió cuando su padre mintió al decir que no lo habían despedido de su trabajo sino que renunció porque era su decisión, ello para que no lo vieran como un fracasado. Y así muchísimos otros casos más que logró resolver, con solo sentarse a examinar las actitudes de las personas ante determinadas situaciones.

Con toda esa luz de brillantez, Paul tenía completamente decidido en su niñez y luego lo confirmó en su adolescencia, que quería ser detective, porque en su espíritu así lo sentía, y cada situación que conllevaba a que investigara, hasta no arribar a una conclusión lógica no dejaba de indagar, averiguar y buscar elementos probatorios que sirvieran para el esclarecimiento de cada caso en particular.

Luego de cuatro años de arduo estudio, finalmente se recibió con todos los honores y llegó a convertirse en uno de los mejores detectives de Austria, desde allí comenzó su fama y pronto resolvió más crímenes de los que nunca se hubiera imaginado. Cada caso era único y ponía lo mejor de sí para esclarecerlos, situación que siempre le daba excelentes resultados, aunque habían casos en los que tardaba un poco más de tiempo para desentrañarlos.

Desde que se recibió en la Universidad, y tras sus primeros empleos, nunca más regresó a su ciudad natal, pero más allá de ello estaba en constante contacto con sus padres y sus hermanos, quienes de vez en cuando también iban a visitarlo.

Su primer caso en resolver como detective y a sus veintiún años de edad, fue el reconocido asesinato de la Sra. Friedman, el cual había conmocionado a la localidad de Apleton, en el Estado de Burgenland. Muchos expertos con vasta experiencia habían dado el máximo de los esfuerzos por llegar a dilucidar la muerte de la anciana y querida Sra. Friedman; pero el caso tuvo un giro inesperado cuando Paul fue recomendado para trabajar en ello y a pesar de que los experimentados detectives decían que ya habían agotado todas herramientas para dar con el culpable del atroz crimen, el joven con su astucia y ante la mirada negativa de sus colegas, llegó al lugar y tras un extenso trabajo pudo arribar a la conclusión de que la anciana fue asesinada por su esposo, el Sr. Riegler, quien según las pruebas recabadas por el joven, su intención era quedarse con la herencia de Friedman. Ello, posteriormente, fue admitido por el propio Riegler al ser indagado por el Juez de la causa.

Fue un excelente comienzo para Paul y ya sus colegas lo miraron con otros ojos, pues estaban atónitos con lo que había acontecido y desde aquel día se ganó el respeto de todos. Luego devinieron otros casos que a pesar de no ser tan complejos, Paul le ponía el mejor de los intereses para resolverlos.

Pero no todo era hermoso y de color de rosas en la vida de Paul, por cierto, en muchas ocasiones tuvo diversos conflictos con la masa poblacional de uno u otro pueblo, Estado, localidad, donde llevó a cabo sus funciones, ya que en distintos hechos adversos (lamentablemente para él), le tocó descubrir acciones ilícitas provocadas por hombres o mujeres que eran vistas por la sociedad como ejemplos a seguir y no podían hacerse la idea de que esa/s persona/s cometiera/n una atrocidad o llevara/n adelante maniobras en detrimento de otros. Tal es así que uno de los casos trascendentales en la vida y trabajo de Paul, se dio el 18 de marzo del año 2010, cuando descubrió que el asesino de la joven Katharina, quien tan solo con 17 años de edad fuera encontrada sin vida en el lago Wolfgang, justamente en el Estado de Salzburgo; haya sido nada más y nada menos que el Dr. Johann Gross, quien era amado por la comunidad y reconocido en amplios sentidos no solo por ser carismático con sus pacientes sino también por su vocación y estilo de vida. Debo decir también que el cuerpo de la victima (Katharina) fue examinado por los forenses del caso, quienes en su informe dieron a conocer que antes de ser estrangulada por medio de la fuerza física, había sido violada.

La conclusión y pruebas que Paul presentó en el procedimiento judicial contra el imputado Gross, fueron más que suficientes para que el jurado lo condenara a cadena perpetua, sin posibilidad de salida.

Como dije antes, la población estaba conmovida por el caso y Paul, a pesar de que hizo su trabajo con mucho esmero y dedicación, fue criticado por muchos como un farsante, y que lo único que quería hacer era engañar a la población y ocultar que había otras personas involucradas detrás del aterrador hecho. Por otra parte, los familiares y allegados de la víctima se mostraron felices por la decisión del jurado, y también fueron conmovidos por el suceso ya que Katharina era paciente desde hace muchos años del Dr. Gross.

Para que entiendan y puedan hacerse a la idea de lo que la mayoría de la población pensaba del Dr. Gross, debo contarles un poco sobre su historia superadora de la vida. Cuando apenas era un adolescente, sus padres fallecieron en un trajo accidente, por lo que Gross, al no tener otros familiares, permaneció por mucho tiempo en un orfanato donde fue recogido por una pareja de nacionalidad Francesa; para lamento de Gross, Annette Lombrad y Leonard Girandon (sus padres adoptivos) estaban inmersos en la droga y la prostitución, por lo que desde pequeño y hasta que alcanzó su mayoría de edad y pudo huir de ellos, Johann pasó por muchísimas situaciones de violencia tanto física como psicológica, hasta decían, pero él nunca lo reconoció, que cuando era un adolescente, Leonard habría abusado sexualmente de él. Con esa historia de vida, por cierto aterradora, la comunidad abrió su corazón al joven Johann que pronto buscó refugio en los libros y al finalizar su carrera como Doctor –con las mejores notas-, decidió cambiar su apellido al de Gross.

La comunicad de Wolfgang se encariñó mucho con Gross, no solo por su aberrante historia personal sino también por como decidió cambiar su vida y convertirse en una excelente persona; por otra parte no habían tantos doctores en el pueblo y ya sea que llovía, hacía frío o eran horas de la madrugada, cada vez que alguien enfermaba y necesitaba su atención, él alegremente y siempre cariñoso acudía aún si fuera por un simple gripe.

Luego, Gross conoció a su esposa y tuvo tres hijas. Verdaderamente nadie se esperaba un desenlace de esta envergadura en la vida de Gross, pero obviamente el joven Paul había realizado su trabajo con responsabilidad, seriedad, actitudes propias y características de él, por tal motivo el jurado le creyó.

Así, Paul con su trabajo, pero desde ese día quedó plasmado en él -y por más de que no lo quería demostrar-, una angustia aguda que venía a su recuerdo de manera repetida, pero se consolaba así mismo diciendo en su mente, que solo había hecho lo que debía hacer y que gracias a eso, tanto Katharina como su familia podían descansar en paz. Pero lo que lo angustiaba era la familia de Gross, que a pesar de que nunca la conoció ni indagó acerca de ellos, pensaba que de seguro habían sufrido mucho por lo sucedido.

Pasaron dos años del suceso y Paul estaba cansado, por lo que decidió tomarse unas breves vacaciones y visitar varios países de Europa, además lo tenía preocupado el hecho de que su trabajo lo sedujo de tal forma que se había olvidado de su aspecto físico y de las cuestiones de amor, que por cierto no le iba nada bien, como lo dije antes, justamente porque no dedicaba tiempo más que a su verdadero amor, “su trabajo”. De las visitas por Francia, Alemania, Inglaterra, Italia y otros países, Paul quedó fascinado y dejó en claro que seguramente en otra ocasión regresaría, pero hay algo que debo confesarles de Paul; su fascinación por esos países no fue únicamente por lo hermoso de cada lugar, sino que en cada sitio conoció a muchas mujeres atractivas con las que tuvo efímeros amoríos.

Paul continuó residiendo en Viena y regresó a su trabajo con más ganas y energía que nunca así que rápidamente lo pusieron al corriente de los sucesos agraviantes ocurridos en su ausencia y le preguntaron si quería ir hasta el pueblo de Hallstatt, ubicado a 1200 kilómetros de Viena; en razón de que unos pescadores habían hallado dos cuerpos en el lago y la situación tenía turbada a la comunidad. El pueblo no superaba los 800 habitantes y era la primera vez que se había dado un hecho de tal magnitud. Paul nunca conoció Hallstatt a pesar de que tenía buena referencia del lugar, así que se mostró impaciente por ir hasta allí.

La ciudad de Hallstatt es una de las más antiguas de Austria y la comunidad se caracteriza por ser amable y carismática, donde no se generaban conflictos y los pocos que había bastaban con un sheriff en el lugar para solucionarlos.

Al llegar, Paul fue recibido por muchas personas, su nombre, experiencia y habilidad para investigar ese tipo de contextos se habían hecho eco en los residentes del lugar así que lo esperaron para darle un calidad bienvenida, también contaba con el apoyo de todo el grupo de trabajo del sistema judicial, que no eran muchos pero estaban expectantes a lo que iba a suceder con el caso y más aún con las conclusiones y trabajo que iba a realizar el joven.

Rápidamente puso manos a la obra, luego de que las personas que trabajaban en el caso le brindaran toda la información, pudo inspeccionar los dos cuerpos; el primero se trataba de Lukas Koch y el otro era Maximilian Miller. Se sorprendió al ver que los jóvenes asesinados solamente tenían un orificio de bala en el sector de la frente, sin otro tipo de marcas o golpes; asimismo los que trabajaron en el hecho lograron encontrar cerca del lago donde fueron hallados los cuerpos, dos vainas servidas de bronce, con una particularidad que llamó la atención a Paul, las mismas poseían inscriptas, las iniciales “PAM”. También al recibir el informe completo sobre el horario de muerte de los jóvenes, para su asombro, tomó conocimiento que Lukas habría fallecido cuarenta y ocho horas después que Miller, pero ambos murieron al instante producto de recibir un disparo en la cabeza, eso le dio la pauta de que posiblemente Lukas antes de morir habría visto el cadáver de Maximilian a menos que ya hubieran llevado su cuerpo sin vida hasta ese lugar y el hecho lo hubiesen cometido en otro sector. Pero pensó que era muy pronto para sacar conjeturas y que aún le restaba mucho trabajo por hacer.

Al empaparse de los primeros detalles, tras descansar un poco, al día siguiente se dirigió hasta el lugar donde fueran hallados los cuerpos sin vida. Se trataba de la parte más intransitable del pueblo, para llegar hasta allí debía dejar el vehículo en la carretera y caminar por una zona boscosa alrededor de quince minutos y luego descender por una pequeña montaña hasta llegar al lago; al verlo por primera vez pensó –es un lugar esplendido, pero alejado de todo-. Como primera medida, efectuó todos los caminos posibles que lo comunicaran con esa parte del lago para ver si en el trayecto encontraba algún indicio que lo orientara en cómo podría haberse dado el suceso, pero por el único camino que había encontrado huellas e indicios potables era por el primer camino que había realizado, donde se veían algunos surcos de pisadas que eran muy tenues, dándole la pauta de que era el sector por el cual el asesino trasladó a las víctimas. Lo sorprendió el hecho de que no hubiera ningún tipo de signos de arrastres por el suelo, ya que la superficie era algo lodosa, así que su segunda acotación y según su percepción el asesino posiblemente había cargado a las victimas hasta el lugar, o simplemente estas lo acompañaron y una vez en la costa del lago les efectuó los disparos. Además pensaba que si alguien hubiese cargado los cuerpos de Lukas y Maximilian, debería haber sido una persona de gran estatura y condición física y de mucha fuerza.

Posteriormente, al inspeccionar minuciosamente el sector, decidió que era hora de ir a dialogar con los familiares y allegados de las víctimas.

Llegó a la calle Badegraben N° 500, donde residía la familia de Lukas, siendo recibido por la madre de éste, la Sra. Julia Albern y su esposo Kosntantin Koch. Los padres de Lukas tenían la misma edad, cuarenta años, y al ver a Paul se mostraron muy angustiados resultando imposible para ellos no demostrar el dolor inimaginable que les causaba la pérdida de su hijo. Cuando por fin pudieron tranquilizarse, hablaron acerca de Lukas, sobre su edad (tenía veintidós años, solo dos años menos que Paul), era su único hijo, además era considerado por sus amigos y compañeros, como una persona muy amable y atenta, siempre andaba feliz y había decido no seguir estudiando para ayudar a su padre con el negocio de los botes; amaba el lago y conocía cada rincón de ese lugar. Les comentaron que nunca había tenido conflictos con nadie, y que antes de su muerte tampoco se había mostrado alterado o una personalidad que no sea la de un joven lleno de vitalidad y alegría. La charla se extendió por horas y cuando finalizaron, los padres de Lukas le pidieron a Paul que por favor investigara a fondo lo que había ocurrido con su hijo, porque no podían creer que existiera una persona capaz de haberle hecho tan grave daño; de igual forma Paul les consultó si conocían a Maximilian Miller (la otra víctima) y si tenia algún vinculo con su hijo, y le respondieron que conocían a la familia Miller desde hace mucho tiempo porque el pueblo es pequeño y ellos vivieron en ese lugar toda su vida, pero desconocían si Lukas y Maximilian fueran amigos.

Pasaron dos días para que Paul visitara la casa donde vivía Maximilian con sus padres y sus dos hermanos. Una vez allí, dialogó extensamente con cada uno de ellos, pero no obtuvo ningún tipo de detalles o información que le sirviera para continuar con su hilo investigativo.

Tuvo un día muy cansador y decidió regresar al hotel donde se hospedaba, para poder descansar un poco, pero por otra parte se dio cuenta que estaba ante un caso complicado y tras haber estado en el pueblo por varios días no había obtenido ni siquiera una sola pista, eso por un momento lo alteró, sumado a que la prensa local lo presionaba todos los días con preguntas y que la comunidad quería enterarse de los avances que quizás logró en el caso.

Pasó un mes de su llegada al pueblo y por más de que trabajó desde que salía el sol hasta altas horas de la noche donde luego se quedaba dormido, Paul no consiguió establecer nada respecto de lo sucedido, fue como si alguien hubiese borrado cada indicio o si hubieran cometido el crimen de una manera tan inteligente que no dejaron rastros. Una y otra vez recorría el bosque hasta llegar al lago para ver si podía obtener algún detalle; no perdía su esperanza y dentro de su espíritu sentía que la única manera de lograr algo era perseverando. Por otra parte, se dio cuenta que estaba trabajando solo y por más que amara lo que hacía, se cansaba y su cuerpo lo hacía sentir.

Se murmuraba en el pueblo que Paul al parecer no lograría establecer el caso, y pronto esas murmuraciones llegaron a oído de éste; por cierto, la prensa no lo dejaba tranquilo y no era fácil olvidar el suceso, ya que los dos jóvenes asesinados eran muy apreciados en el lugar.

Paul recordaba cada detalle o mínimo detalle que viniera a su mente para poder examinar si se le había pasado algo por alto, pero por más que daba vueltas al asunto nada bueno podía extraer de ello.

Para estar más tranquilo, una noche de mucho frío, decidió acercarse al bar Derbl y así despejar su mente, el caso le estaba generando una sicosis que lo afectaba y mucho. Bebió varios tragos típicos de la casa, y luego de unas horas pensó que era necesario regresar al hotel antes de que se hiciera muy tarde, pero al levantarse de la silla sintió un leve mareo que provocó que casi cayera al suelo lo que fue impedido por una joven mujer quien lo ayudó. Rápidamente y un poco avergonzado, Paul se puso de pie y con una voz tímida y sumido en nervios intentó pedir disculpas a la joven, pero al encontrase muy próximo a su rostro sus ojos se abrieron enormemente y se generó en él un rostro sorprendido por lo que acababa de ver, no podía creerlo. La joven tenía una mirada que atravesaba los mares y océanos, sus ojos parecían dos cristales; su rostro era más que perfecto y su cabello rizado iba al unisonó con todo su semblante; ni hablar de la sonrisa que se formaba de tal manera que ningún hombre podría resistírsele.

Paul se mostró avergonzado por el hecho y no dejó de pedir disculpas a la joven, quien por cierto solo se limitó a observarlo mostrando en todo momento una risueña sonrisa. Ella para hacer cesar el mal momento de Paul, le respondió que no se preocupara y le preguntó si era el detective que había llegado hasta el lugar para resolver los crímenes, así que él respondió que sí, también tímidamente. Él se presentó y ella le dijo su nombre-Yannick-, luego Paul se retiró.

Camino al hotel, resonaba en él la situación que había pasado en el bar, y sonreía cuando recordaba a Yannick, no se olvidó su nombre. Al día siguiente pasó por una cafetería para comprar el desayuno y dirigirse hasta la oficina que le habían proporcionado para que pudiera trabajar tranquilo. Al darse vuelta para retirarse, y con un vaso de café en una mano y donas en la otra, sin mirar su camino, golpeó su cuerpo contra el de una persona que estaba ingresando al loca, provocando que se derramara café en su saco, por lo que se repuso y enojado iba a decir a la persona que tuviera más cuidado, pero para su sorpresa era Yannick, y en lugar de decirle algo solo sonrió. Ambos recordaron la situación que habían acontecido la noche anterior en el bar y rieron. Paul tomó coraje y la invitó a cenar, ella aceptó.

Sin darse cuenta, habían pasado dos meses de la muerte de los jóvenes y aún no había logrado nada respecto del hecho; se hicieron cada vez más fuertes los rumores de que la gente estaba molesta porque lo vieron en varias ocasiones riendo con la joven Yannick y no se concentraba en lo que realmente debía hacer.

Era imposible para Paul concentrarse en sus tareas, Yannick lo enamoró como nadie nunca lo había hecho y todo lo que ella representaba o hacía, generaba en él una sensación que jamás había experimentado. Paul se enamoró y eso fue muy negativo para su imagen, ya que dedicaba muy poco tiempo al caso y ya no ponía lo mejor de sí.

Una noche cuando Paul estaba acostado con Yannick en la cama del hotel -olvidé comentarles que él no perdió la oportunidad de conquistarla-, le pidió que le contara todo sobre su vida, que quería saber todo de ella; así que ella le narró su historia; le mencionó que había ido a vivir a ese lugar, hacia pocos meses, porque quería escapar a su antigua vida, pero que no quería hablar sobre ello. Paul insistió en que confiara en él y que todo lo que le contara no se lo diría a ninguna persona. Yannick continuó su relato diciéndole que se había ido de su pueblo natal porque no pudo superar el hecho de que su padre estuviera preso, lo que generó que su familia se destruyera; una de sus hermanas se suicidó y su madre se volvió loca. Que necesitaba estar en un lugar tranquilo y replantearse qué hacer con su vida y con las personas que la hicieron mucho daño.

Paul sorprendido le pidió que le contara más detalles, pero ella le replicó que estaba cansada y quería dormir, que al día siguiente charlarían más tranquilos y le contaría todas las situaciones por las que debió pasar. Antes de dormirse, Yannick le preguntó a Paul cómo iba con el caso de los jóvenes asesinados, y él respondió, con una mirada cabizbaja, que lamentablemente hasta el momento no había logrado nada pero que en la mañana nuevamente acudiría al lugar donde encontraron muertas a las víctimas. En ese instante Yannick le preguntó que si quería podría acompañarlo; Paul le respondió que sí pero con la condición de que en el camino le terminara de contar todo acerca de su vida.

Eran las ocho de la mañana cuando Paul se despertó, miró a su alrededor y se percató que Yannick no estaba en la habitación, dijo tres veces su nombre pero no se oía nada. Se levantó y al revisar el lugar se dio cuenta que Yannick se había marchado, por lo que pensó que quizás se fue porque no quería seguir contando su historia. Seguidamente se duchó y al salir vio a Yannick que llevaba el desayuno. Su cara cambio nuevamente y se puso feliz. Cuando estaba con ella fue sinceró y le dijo que pensaba que se había ido porque no quería contarle su historia y que no sintiera presión para contarla, que se tomara su tiempo, pero ella solo lo miró y permaneció callada.

Subieron al auto de Paul y éste condujo por la carretera hasta llegar al sector del bosque que debía transitar para llegar al lago y el lugar exacto donde encontraron los cuerpos de los jóvenes. Todo el camino de la carretera, a Paul se lo veía muy feliz y contaba sus historias y en todos los casos que tuvo participación, pero se descontentaba cuando hablaba del caso de Lukas y Maximilian porque decía que nunca se imaginó tener un caso tan complejo donde no encontrara indicios que lo ayudaran y además contó todos los detalles; que le tenía preocupado el hecho y le deba rabia que el autor saldría impune de ello. Por otra parte contó lo de las dos vainas que habían encontrado en lugar y que tenían las siglas “PAM”, lo que lo desconcertaba aún más. Yannick en todo el camino permaneció atenta a lo que decía Paul, pero su rostro ya no era sonriente y cualquiera que no la conociera hubiese dicho en ese momento que miraba a Paul con odio; no emanó una sola palabra y con su mirada fija Paul se inquietaba y de vez en cuando le preguntaba si se encontraba bien, pero Yannick se limitaba a contestar y solo asentía con su cabeza.

Finalmente llegaron a la zona del bosque donde debían dejar el vehículo y continuar por el camino a pie. A pesar de la rara conducta de Yannick, Paul se mantuvo feliz en todo momento y no dejó que la mirada extravagante de ella lo hicieran cambiar de pensamiento respecto de su persona, pensaba que quizás estaba así porque, como todos, solamente se trataba de un al día.

Caminaron los quince minutos de trayecto por el bosque y Yannick siguió sin decir una palabra, luego descendieron por una pequeña montaña hasta el lago y ahí es donde Paul le dio los detalles del sector donde habían sido encontrados los cadáveres. En ese instante, él, inquieto pidió que continuara el relato acerca de su vida como lo había prometido en la noche. Ella le narró de una manera muy insensible y con la mirada fijada en todo momento hacia Paul, que su padre era doctor y una excelente persona, pero que para un hombre supuestamente había cometido un crimen atroz y luego de ello lo juzgaron injustamente y lo condenaron; que su padre no pudo contener la tristeza y se suicido en su celda, luego le siguió su hermana menor quien también tomó esa drástica decisión de acabar con su vida; luego su madre enloqueció y sus otras hermanas decidieron irse del país, porque eran acosadas por los familiares de la victima que supuestamente su padre había asesinado. Paul se conmocionó por la historia y sin pensar en sus palabras, le dijo a Yannick que lamentablemente existían personas que buscaban hacer el mal y quizás se equivocaron con su padre, pero le preguntó por qué no asistió a su padre un buen abogado si él era inocente. Yannick le dijo que habían contratado a un abogado y para ello vendieron hasta su hogar pero no alcanzó para que su padre quedara libre, porque el detective que llevaba adelante el caso juntó muchas pruebas que lo incriminaban.

Paul, cuando Yannick dijo la palabra “detective”, por el lapso de unos segundos se quedó sorprendido y no supo qué responder. Luego le dijo a Yannick que en ningún momento le comentó de donde prevenía ni acerca de su tierra natal, pero ella solo le dijo que eso no tenía importancia.

Posterior al relato esbozado por Yannick, de sus ojos emanaron algunas lágrimas, pero automáticamente se limpió frotándose con su mano derecha y dijo, que en fin no valía la pena recordar nada de lo sucedido porque la vida le había dado la oportunidad de redituarse con su padre y su familia. Paul no comprendió el último comentario de Yannick y para no seguir escarbando en el pasado de su vida, sabiendo que a ella le afectaba, se limitó a responder y volteó hacia el lago, luego indicó con su dedo índice el sector donde había apareció el cuerpo de Lukas y el de Maximilian; y por último tras reflexionar y estando de espalda a Yannick le dijo que sinceramente había agotado todos los recursos que tenía a su disposición y no pudo establecer quién era el autor de los crímenes, que por ello se sentía compungido y no podía creer que existieran personas que hicieran tanto mal. Yannick le respondió que el fin justificaba los medios. Paul sin entender lo que Yannick quiso decir, volteó nuevamente hacía ella y su cuerpo se paralizó; Yannick poseía en sus manos un arma con el cual lo apuntaba. Paul desconcertado por la situación intentó calmarla, preguntándole qué intentaba hacer; ella respondió: “hoy es el día en que mi alma descansará en paz y tú, Paul Alexander Maier pagarás por todo el daño que le has causado a mi familia”; luego le manifestó que su nombre verdadero no era Yannick, sino Christine Gross.

Paul luego de oír tamaña confesión, entristeció su semblante y recién en ese momento demostró a través de su mirada que se había dado cuenta de la situación. Christine presionó el gatillo y la bala impactó en la frente de Paul haciendo que su cuerpo cayera al lago.

El cuerpo de Paul Alexander Maier fue encontrado a los cinco días de su muerte por dos turistas que transitaban por ese sector del lago, y su automóvil también fue hallado junto a la carretera. El hecho conmocionó aún más a los pueblerinos y se dio tanta trascendencia que el Estado Republicano de Austria debió tomar cartas en el asunto por lo que enviaron a los mejores detectives a investigar. En el lugar solo encontraron una vaina servida de una bala con la inscripción “PAM”. Nunca más se supo nada respecto de la vida de Yannick o como era su verdadero nombre Christine Gross.

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