EL CONSEJO DE MI ABUELA

Y cuando yo estaba llorando por eso, que ahora considero insignificante, ella terminó su frase, diciéndome: “la perseverancia ha sido la base de todas mis acciones, hay algunos quienes aciertan a la primera, sin embargo yo lo hago después de intentarlo mil veces”.

Ella siempre me hacía recordar, al despertar cada mañana, que siempre nos enfrentamos a un nuevo día lleno de desafíos. Esos desafíos se presentan en muchas formas, ya sea problemas con la salud física, problemas de dinero, problemas con los estudios, dificultades en nuestras relaciones familiares, altibajos emocionales, etc., pero, ¿qué sería de la vida sin problemas?, ella respondía que siempre debemos esforzarnos para conseguir cualquier propósito, dejando atrás los miedos y siendo perseverante.

Yo solo atiné a preguntarle esa última mañana, ¿cómo me doy cuenta si yo soy perseverante?, y ella me respondió, “la perseverancia la demuestran quienes siguen adelante cuando la situación se vuelve difícil, quienes no se dan vencidos aun cuando los demás digan “no se puede hacer”,
ahora que ya sabes eso, respóndete a ti misma.

Me estaba mirando en el espejo y en esta ocasión yo sola me respondía: “nadie dijo que la vida sería fácil, esta es una carrera llena de resistencia y llena de obstáculos; solo debo ser perseverante”.

Después de unos minutos sentí que ella me dijo: “tranquila, sabemos que el sufrimiento produce perseverancia y la perseverancia produce esperanza, todo será mejor; se viene un nuevo año, con nuevas cosas y oportunidades”

Respira, y persevera, que si no es hasta el fin, no sirve.

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