El club (Vol. II)

1

-¿Qué tiene exactamente?

-Lo tiene todo.

-¿Todo?

-Absolutamente todo.

-Que pide a cambio de su silencio.

-Exige cien millones de euros e inmunidad para el y todo su entorno.

-Ya veo, ¿podemos matarlo?

-Dice haber hecho copias y haberlas mandado a gente de su confianza. Si esa gente no sabe nada de el cada hora, los enviaran a todos los periódicos.

-¿Tenemos manera de neutralizar todas las copias?

-Podríamos encontrar la mayoría de esas copias, seguro. Y con tortura, le obligaríamos a decirnos las que no encontremos, pero es demasiado arriesgado. Con que una sola de esas copias viese la luz, estaríamos acabados.

-Entiendo. Le pagaremos. Yo personalmente cerrare el trato. Prepáralo todo para una entrevista con el. Un sitio privado y tranquilo, los jardines de algún monasterio de clausura, algo así. Quiero que te encargues tú personalmente de todo. Sin violencia, hazlo como sabes.

2

-Dentro de quince minutos te pasaremos a buscar. Te entregaremos el dinero. No quiero que esto qué te voy a decir suene a amenaza, pero no admitiremos dudas. Llévalo absolutamente todo. Pueda que sea nuestro fin, ya veremos; pero el tuyo, lo será seguro.

3

-Me hago una idea bastante aproximada de como has conseguido la información, pero no es de eso de lo que quiero hablar contigo. Explícame tus condiciones.

-Solo dos cosas. Quiero cien millones de euros en varias cuentas bancarias. Eso corre a vuestro cargo, se que para vosotros no supone ningún problema. E inmunidad para mi, mi familia, mis amigos y todo mi circulo de conocidos. Estas son mis exigencias.

-Muy bien, aceptamos tu chantaje. A cambio, has de darnos toda la información original y digital que tengas, con todas las copias por supuesto. Queremos acceso absoluto de todas tus contraseñas y cuentas vinculadas que tengas en la nube. Si nos encontramos con algún obstáculo que no esperamos, el trato se cancela automáticamente. En el momento en que estemos seguros que tenemos todas las pruebas, podrás disponer de tu dinero. ¿Conforme?

-Conforme.

-Perfecto. Déjame recordarte una última cosa antes de apretarte la mano. Como en algún momento de este siglo o del próximo, salga algo a luz algo, que nosotros consideremos que esta vinculado a ti, iremos a por tu familia directa. Nos ahorraremos lo detalles, pero te recuerdo que tuvimos más de trescientos años para experimentar con el dolor del ser humano.

-Lo se, no habrá ninguna filtración.

-Entonces no hay más de que hablar. Acompaña a nuestro amigo y facilítale toda la información. Cuando acabéis, te dejaremos en el lugar que nos digas, te daremos acceso a tus cuentas bancarias y nuestro trato entrara en vigor. Espero no tener que verte nunca más. Ahora acompáñale. Adiós.

-Adiós.

4

-¿Hablara algún día?

-No creo. A hecho un buen trato. Sabia donde se metía y sabe con qué reglas jugamos nosotros. A sido bastante barato sí te soy sincero. Pero a partir de ahora, quiero saber absolutamente todo lo que haga. Desde el día de hoy, hasta el día que se muera. Y también quiero que todos los años, este día, le llegue en mano, una postal deseándole sabiduría en el resto de su vida. Solo eso.

-Así se hará. Entonces ¿la información que poseía era cierta?

-Si, absolutamente todo. No podemos dejar que esto vuelva a pasar.

-Desde luego. Por cierto, ¿qué le pasara al destituido ahora?, ¿lo harán desaparecer?

-No, no creo. Supongo que lo mantendrán con vida, aislado en algún palacio montañoso alejado del mundo, con todo tipo de lujos.

-Ya veo, es la mejor solución. ¿Se sabe ya quién va a ser nuestro nuevo jefe?

-Creo que un tal Benedicto XVI.