EL CHICO DE LAS BOTAS
No quería salir, sin embargo, me vi obligada hacerlo, trasmutar me estaba costando una cuota de soledad y silencios en desenredos, tras desenredó de cada uno de mis pensamientos. Deseaba irme y comenzar todo desde cero, estaba tal vez ya escrito que en ese café nos conoceríamos.
-Te espero seguro Ramona, no me quedes mal, vamos a estar los tres y tú sabes que eso casi nunca lo hacemos.
-Lo sé, pero debieron avisarme con tiempo estoy cansada tú sabes como son las cosas en el consultorio.
-Ay por eso, vienes te relajas, mejor dicho, Sebas y yo te esperamos acá nosotros invitamos.
– Bueno yo me arreglo y llego en una hora
– ¡Listo, yo veré te vienes bien linda amiga!
– Amiga voy normal lo más casual, no me estarás buscando novio por favor.
-No amiga, no te preocupes vamos a estar en el café de siempre, procura no demorarte porque nos coge el toque de queda.
-No quiero sorpresas Camila, bueno te dejo para ir alistándome. – Me aliste con una absoluta pereza, nada despampanante ni siquiera me maquille de hecho llevo meses en los que lo único que me coloco es bloqueador solar. Me puse una camisa blanca, jean negro, chaqueta de cuero y zapatillas blancas. Siempre llevo una tula de estampado con rosas que Camila diseño, me hace sentir autentica. Llegando al bar se pasó por mi mente el recuerdo de aquellos tiempos en que salía de mi casa en las noches y siempre conocía alguien nuevo sin buscarlo. Noches de toques en parques y resacas en casa de amigos, noches donde escuchaba historias de la gente más extraña que te puedes encontrar a esa hora. Eran otros tiempos, ahora todo se había vuelto una monotonía y rutina. En una noche de esas conocí a una gitana, tiempo después la encontré en las calles vendiendo todo tipo de bisutería artesanal y tuvimos un encuentro igual de emotivo al de unas amigas que no se ven en años.
– ¡Niña mechas!. Me decía de esa forma por una de las actrices iconos de mi país que compartía conmigo una apariencia muy similar con el cabello, poseemos una melena rubia y abundante. Ese día ella me invito a sacar una carta y darme su interpretación, la curiosidad me mata y acepte. – Te ha salido la rueda de la fortuna, pero inversa.
– ¿Y eso tiene algo de malo?
-Significa que las circunstancias se invertirán, es parte de la vida «algunas suben y otras bajan». No quiso decirme más, en cambio decidió regalarme la carta, la he guardado por años en uno de mis libros.
Créanme cuando les digo que al llegar a ese bar sentía como una atmósfera de incertidumbre me estaba topando de frente. Era una sensación extraña ya que no era la primera vez que iba.
– ¡Hey Ramoncita!, porque tan rogada dijo Sebastián.
-Hola chicos, y los salude a ambos
-Ven siéntate amiga ya te pedimos algo, pero si quieres lo puedes cambiar
– ¿Que me pidieron?
-Un Señor mojito y ambos se echaron a reír, se habían aliado para tenerme un buen tiempo con ellos comprándome con mi trago favorito, miserables chantajistas. Hablamos de todo un poco y nos carcajeamos de los pesares de cada uno. ¿Los adultos no percatan que lo mucho encanta quejarse o burlarse de la cotidianidad y sus gajes? Nosotros concluimos que, entre más miserable sean las circunstancias, más divertidas son las narrativas. A Sebastián lo había dejado la novia y en sus intentos de volver con ella hizo cosas muy entretenidas, definitivamente algunas chicas no saben ver el tesoro de tener un hombre valiente y con gracia, así sea que es su único talento hacer reír, sigo pensando que es para genios. Resulta que él había sorprendió a su ex con una serenata algo peculiar. Era una banda de amateurs al rock punk que lo acompañaron para hacerle coro de una canción que hablaba del capul de una chica, pero no de su cabeza precisamente, baldados de agua fría y algunos insultos fue lo que recibieron, la canción era lo de menos comparado con la preparación y talento tan inexistente para la interpretación y la música. Punketos con maracas, era para morirse de la risa o bien de la pena ajena. Fue insistente y en una ocasión le llevo un pastel de macadamia, pero ella no estaba y lo recibió su papá, el pobre señor pago con creces la gula que lo poseía porque el muy alagan al primer bocado se le inflamo la cara y tuvo que ir de urgencias. Viejo tramposo, desconocía su alergia a la macadamia. Lo que se creía como un detalle sutil y encantador, se convirtió en un atentado para su ex novia. Este inoportuno accidente desato un fastidio descontrolado hacia su no tan correspondido loco enamorado, que vaina con eso del amor y lo ciego que puede llegar a ser. Sebas comprendió porque había acabado todo cuando la vio de la mano del chico con el que según ella «jamás, jamás pasaría algo», absurdo, pero contrario a lo dicho si suele pasar. En ese momento dejo de insistir, también porque ya tenía en mira su siguiente objetivo amoroso, nosotras decíamos que de los tres el llevaba una dignidad rastrera pero valiente. Camila también quiso hacer parte de los chasquillos que nos pasa a diario el de ella había sucedido en el trabajo. Hallo un proveedor de insumos que le salía mucho más económico y opto por hacer la compra con ellos, pero se le había olvidado cancelar la compra con el anterior y su jefe días antes había hablado de recorte de presupuestos hasta con los esferos de la oficina, y Camila hizo una compra de más de 11 millones de pesos. Por más que intento solucionar y cancelarla fue imposible, eran insumos que había que hacerlos con anticipación porque venia vía marítima y ninguna otra empresa en el país requería de ellos. Nada que hacer debía almacenarlos y tenerlos en bodega, pero como le decía eso a «Don tacaño». Se invento que por buenas fuentes le habrían dicho que en el mercado el insumo que necesitaban iban a subir de precio un 40% para el siguiente año porque su exportación a países latinoamericanos era algo peligrosa por aquello de la situación con Venezuela, los suizos temían que usaran sus insumos para creación de armas biológicas como se corría el rumor, y por ser países vecinos sospechaban aún más, era una cuestión que se salía de sus manos y ella en vista de tal emergencia y que necesitaban los insumos le sugirió hacer un pedido extra por si esto se hacía real.-Jefe ¿usted sabe lo que significa que no compremos esos insumos ya y en un año no podamos realizar una compra porque nos sale por un ojo de la cara? . La empresa se queda maniatada porque los laboratorios no pueden trabajar y sabrá usted cuando se solucione lo de Venezuela. Le dio por donde era, en los bolsillos. Ella era muy astuta desde el colegio lo sabíamos, es la hora en la que no comprendo como envolataba al profe de economía con las guías viejas muy seguramente porque él tenía unos anteojos que no le servían para nada porque no se percataba que las guías estaban ya calificadas, o tal vez eran tantos años ejerciendo como profesor que no le daba las fuerzas para seguir debatiendo con sus estudiantes y prefería hacerse el de la vista gorda. Le saca más del doble a los dulces que vendía y llego a pasar el último año con solo un examen. Cuando hablamos de mi se reían de las cosas que me pasaban en el consultorio como la vez que, con mi sutil movimiento de caderas y afán por pasar abrir la puerta, le empuje el brazo al doctor y le clavo la aguja a la paciente hasta las fosas nasales, afortunadamente no era una aguja muy gruesa y fuera del sangrado y de tener anestesiada la nariz no pasaba nada más.
Al bar llegaron 6 chicos en una recocha, se sentaron diagonal a la mesa en la que estábamos. Pero uno de ellos llamo mi atención, el que tenía botas. Mi mente no olvida el momento en que te levantaste de la mesa y me pediste el numero cantando, te veías muy seguro de lo que estabas haciendo, y si a mi algo me mata es que un hombre tenga el coraje de lanzarse a conquistarte, sin pena, sin miedos, directo. Me ruborice de inmediato, tal fue el achante que Camila y Sebastián una vez te fuiste de la mesa no pararon de molestarme. Ellos conocían de mi relación anterior y sabían que yo era muy jodida de llegar y había terminado con el chico porque para mí no era suficiente su atractivo físico. Buscaba complicidad, sentir que alguien me intimidaba de verdad, pienso que la belleza es solo un objetivo en la pintura, el sentimiento que trasmita la pieza es lo relévate.
– No lo vayas a espantar me dijo Camila
-Si Ramona, además que nadie le está diciendo que lo haga su novio
-Sebastián si es bobo, tampoco así amiga te lo digo porque te conozco y eres de lo más odiosa con los chicos y ya es hora de que te des la oportunidad con alguien nuevo así sea para tenerlo de amigo.
-Aun no me hablado ni me ha dicho nada y ustedes ya se están armando ideas en la cabeza
-Pero mire como la mira, y es así como le gustan dijo Sebastián «con boticas»
– Pero a ti también te llamo la atención porque te pusiste roja cuando vino y te canto.
– ¡Claro!, porque todo el mundo lo vio, nos vio. Es un loco y seguro ya tiene la técnica
– ¿Pero creativo el man y arriesgado, autentico eso da puntos en ustedes no?
-Seguramente porque esta igual de menso a ti.
-No le metas más asunto a la vaina y pidamos otro mojito, ¿trajiste el libro?
-Si acá lo tengo- Al sacar el libro se me cayo y quedo abierto dejando ver la carta, esta vez no estaba invertida. Él se levantó para recogerlo en el que ambos nos chocamos, era un hecho el uno estaba al tanto del otro.
– Lo siento dijo el con risas, ¿acaso lees las cartas? y me entrego el libro.
-Nada que ver, es un regalo que uso como separador.
– ¿Y tan solo lees o también escribes?
-Ambas
-El sábado en la noche hay una reunión de escritores de acá, vamos a leer un rato, comer y bueno si tomar algo. ¿Quieres venir? -Sebastián y Camila lanzaron sus ojos hacia mi como diciendo » tiene que decir que sí». – Yo te aviso.
-Vale ¿te recojo?
-No es necesario y tampoco es seguro que vaya, yo te aviso.
El volvió a la mesa con sus amigos, me quede en blanco por un momento ya había dos cosas en común y sentía la necesidad de volverlo a ver. Y así empezó todo, hoy te traigo este recuerdo en esta forma porque sé que te gusta leer lo que escribo … Tiempo después te pregunte porque ese día habías pedido mi número de esa manera, a lo que me respondiste
-«Porque tú no eras cualquiera, eres singular» y valió la pena pasar la vergüenza.
Aquel día debo confesar que sentir tu mirada encima mío, no me causaba incomodidad. Nunca me había enamorado. Anteriormente me había involucrado con chicos con los cuales solo habían sido una pasión, pasajera y sin control sin ningún sentimiento importante. Enamorarse es fácil, deslumbrarse con la novedad siempre va ser motivo de emoción, la emoción que se siente de ver a esa persona y no poder predecir su respuesta te carga de adrenalina y dopamina. ¿Pero que pasa después de que esa sensación pasa? Yo puedo decirte que, en ese tiempo, justo en ese momento es cuando empiezas amar.
Me fascina el aire de hombre serio y varonil que posees, y disfruto mucho el molestarte el cabello con mi mano, se me hace increíble sentir que cada parte de tu cuerpo capta con maravilla mi atención. Amo que me enseñes con tanta pasión todo lo que sabes, té admiro por tus luchas internas y esa astucia con la naciste. Te hiciste un aliado, y sabes algo, no podía ser otro, crees en mi y en los sueños que tengo, eso antes jamás lo habían hecho.
Mi madre decía, “cuidar es amar, pero solo el que quiere corrige”, hoy sé que es verdad porque de alguna manera aprendí de ti que para dialogar no hay que gritar o señalar. Contigo comparto más de una cosa en común, y aun así deferimos en muchas otras, pero el conflicto contigo no es sinónimo de guerra, es más bien un “a ver, te escucho”, como una invitación aprender de mi mundo interno y yo del tuyo. Siento que cuando me miras hallo al niño que quieres ocultar, pero en mi despierta la carente ternura que se esconde bajo un escudo el cual tú sabes hacerlo bajar. No sé cuánto tiempos estarás, pero estoy amando y atesorando en mi memoria cada gesto, palabra, y forma actuar con la que sales andar. Cómo bien me había dicho aquella gitana -» la carta de la rueda de la suerte es la forma más metafórica en la que podemos ver la vida,” a veces se está en la cima y en otras todo es bajadas”.
OPINIONES Y COMENTARIOS