El bulevar de la desesperansa

quien sobrevive puede entrar a disfrutar de música indolente que desquicia la mente, un camarero espera con su bandeja en la entrada y da una copa de agua ardiente a quien pasa por el zaguán que da paso al salón y es literalmente agua ardiente sin destilar, el trago quema las encías, deja un ardor en los labios y ni hablar de las llagas que desprende de la garganta cuando pasa y se posa por fin en el estomago y sube el calor causando fiebre, un solo trago basta para poner a caminar de lado a lado hasta el mejor bebedor ruso o alemán…. el show de cada día es el juego de azar, hay quienes se disputan la misma vida, el destino de su futuro o los recuerdos de su pasado, su dueño es un gran apostador que de tanto perder en otros casinos su dinero decidió poner un lugar donde los desahuciados pudiesen apostar con sus vidas, así si pierden no tendrán que continuar con la dura pena de haber perdido cada bien material ya que cada copa se paga con tiempo, tiempo valioso que la mayoría no aprovecha, que la mayoría cree disfrutar entre andar desvariando con la botella en mano, un hombre que entra esta destinado a salir ebrio pero no hay guayabo, no hay secuelas sedientas, no hay penas de amor cuando se entra y nunca se sale…. el camarero del bar perdió su vida en una apuesta, no paso en realidad de la entrada pero dio con la suerte en el justo instante en el que disparo por primera vez el revolver en la entrada, la bala entro y salio del cráneo en un solo aleteo de colibrí por la parte derecha de su sien saliendo por la parte frontal del cráneo, murió a las 9:40 p.m. y volvió al mundo a las 9:41 p.m. sin poder ver de por vida, nunca vio las sillas, las mesas ni cada uno de los adornos del bar del que ahora es esclavo por haber perdido su primer y ultima apuesta, no disfruto de los días de cavarette, ni los días de poker, solo esta allí en medio del zaguán de la entrada de un bar que cobra por horas, minutos y segundos, que hace pagares con los recuerdos alegres de sus visitantes y cobra los recuerdos futuros cuando el cliente no tiene mas tiempo con que pagar.