Escuché esta historia en Irlanda,
puede ser cierta, o un sueño de primavera.
El hombre se levantó de mañana,
y como la costumbre mandaba,
fue al bosque cercano,
a por leña y naranjas,
pero cuando en el centro de una clariana se encontraba,
música celestial escuchó,
y puede que por asombro o curiosidad,
el extraño sonido quiso investigar,
se acercó a un árbol grande,
arrimó la oreja a la corteza,
y envuelto en mágica luz dorada desapareció,
dejando solo un cesto con leños y naranjas.
El bosque de las hadas,
así es como se llama,
y ahora la gente ya no se acerca,
ni a por leños ni a por naranjas.
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