El Big Bang en una noche de verano

El Big Bang en una noche de verano

Joel Carestia

07/05/2024

Era una cálida noche de verano, en extremo silenciosa, de esas que invitan a ir arribando lentamente a un sueño profundo y reparador, había sido un día largo y monótono que por fin estaba pronto a finalizar, pero mi mente no estaba presta a dejarse llevar, y por ello decidiste recordarte en mi mente, ¿acaso es eso posible?, entonces por un efímero momento creí ver claramente la simpleza de tu complejidad, comprendí que tú lo eres todo, incluso yo. Eres la génesis del universo, y por ende eres parte de mi, aunque por momentos cuando recuerdo lo que puedes llegar a hacer, mejor dicho para lo que te pretenden utilizar, quisiera que no seas parte de mi, pero eso yo no puedo ni podré cambiarlo nunca; cuando deje de existir tu seguirás incólume como siempre, es por esto que no puedo dejar de admirarte, si solo veo lo que quieres mostrar a simple vista y si quiero inmiscuirme en las profundidades de tu naturaleza solo puedo ver un «alma» tripartita que lucha constantemente entre la neutralidad y la dicotomía polar, aunque cada una de tus partes pareciera ser más compleja en cada ocasión que vuelvo a pensar en ti, ¿Cómo puedes constituir la vida y a la vez eliminarla con la misma frialdad?, ¿acaso no eres culpable?, eres mi sol y nuestra destrucción, eres superlativo, cuando te enfrentas a ti mismo eres capaz de transformarte en algo aun más grandioso y liberar todo ese poder que llevas dentro concatenando situaciones que terminaran en consecuencias de lo más diversas como mi propia existencia en esta noche de verano.

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