EL ARTE DE VER MÁS ALLÁ: Diario de un aprendiz del misterio.

EL ARTE DE VER MÁS ALLÁ: Diario de un aprendiz del misterio.

Nicol Fuentes

06/12/2025

Las enseñanzas de Don Juan es el primer libro de la serie que el antropólogo Carlos Castaneda escribió basado en su experiencia personal con Don Juan Matus, un chamán yaqui del norte de México. La obra narra el proceso de aprendizaje de Castaneda bajo la tutela de Don Juan, quien lo guía por un viaje hacia la comprensión de la realidad a través de prácticas espirituales que incluyen el uso de plantas alucinógenas como el peyote, el toloache y el hongo psilocibio. A lo largo del relato, Castaneda nos introduce a un sistema de creencias profundamente distinto al pensamiento occidental, basado en la percepción de la realidad no ordinaria y el conocimiento adquirido a través de estados alterados de conciencia. Este libro no solo es un testimonio personal, sino también un análisis de como los métodos chamánicos, a través de rituales y experiencias visionarias, buscan expandir la mente humana. Po ello, abordamos esta postura, que, en Las enseñanzas de Don Juan, el miedo aparece como una prueba necesaria para transformar la percepción y alcanzar un conocimiento más profundo. Superarlo permite ver la realidad desde otra perspectiva. Carlos Castaneda, un joven antropólogo, conoce a Don Juan, un indígena yaqui, quien le ofrece enseñarle los secretos del conocimiento ancestral. Inicialmente, Castaneda busca aprender sobre plantas medicinales, pero Don Juan lo introduce en un mundo de aprendizaje basado en la percepción alterada a través de plantas alucinógenas como el peyote. A lo largo de su aprendizaje, Castaneda enfrenta desafíos, ya que Don Juan le exige compromiso y entendimiento profundo de sus enseñanzas. El proceso es largo, arduo y está lleno de lecciones sobre cómo controlar la percepción, la mente y los poderes invisibles que rigen la vida. A lo largo del tiempo, Castaneda experimenta estados de conciencia no ordinarios, los cuales le permiten ver el mundo desde una nueva perspectiva, más allá de lo que es visible. El libro explora temas de poder, sabiduría ancestral y los límites de la realidad, invitando al lector a cuestionar su visión del mundo. Nuestro propósito comunicativo es hacer reflexionar a los lectores sobre la validez y riqueza de los conocimientos ancestrales, como vías alternativas de comprensión de la realidad, cuestionando los límites de la lógica occidental y promoviendo una apertura hacia formas distintas de conciencia y percepción.

Uno de los temas presentes en el libro es el miedo, esto se da cuando el personaje, ante la posibilidad de enfrentar lo desconocido, se ve paralizado por sus propios temores. Sin embargo, al confrontar su miedo, este mismo sentimiento se convierte en un motor que lo impulsa a cambiar y a descubrir nuevas facetas de sí mismo. Para ejemplificar, hemos considerado el siguiente fragmento: “El deseo de aprender no es ambición -dijo- El querer saber es nuestro destino como hombres, pero convidar a la yerba del diablo es solicitar poder, y eso es ambición, porque no lo estás haciendo para saber” (Castaneda, 1980, p. 20). Este fragmento plantea que no todo aprendizaje es positivo o deseable, ya que la búsqueda de poder sin un propósito verdadero puede volverse destructiva; en esta línea, Don Juan enfatiza que la intención detrás del deseo de aprender es fundamental. Esta enseñanza resulta pertinente hoy en día. En la actualidad, el éxito y el poder suelen buscarse sin considerar los medios ni las consecuencias. Esto nos lleva a preguntarnos:

¿Qué valor tiene el conocimiento si está guiado por la ambición y no por la sabiduría? ¿Hasta qué punto el aprendizaje conserva su autenticidad cuando se persigue con fines egoístas? No obstante, también surge la duda sobre la fidelidad con la que Castaneda transmite la sabiduría indígena.

Su relato está mediado por interpretaciones subjetivas. Entonces, ¿podemos considerar sus enseñanzas como una representación legítima del pensamiento yaqui? Así, se abre una reflexión sobre la delgada línea entre el deseo genuino de aprender y la ambición de dominar a través de métodos peligrosos, invitándonos a cuestionar no solo qué aprendemos, sino también con qué propósito lo hacemos y qué consecuencias puede traer ese conocimiento mal dirigido. Asimismo, otro aspecto importante en el libro es la iniciación a la sabiduría, esto se da cuando Don Juan plantea que el verdadero conocimiento radica en la pureza de la mente y el corazón, no en la acumulación de poder o ego. Esto se ejemplifica en el siguiente fragmento: 

Mi benefactor decía que las semillas son la cabeza sobria; la única parte capaz de fortificar el corazón del hombre. La yerba del diablo es dura con sus protegidos, decía él, porque busca matarlos aprisa, y por lo común lo logra antes de que puedan llegar a los secretos de la cabeza (Castaneda, 1980, p. 30). Este pasaje parece aludir a las pruebas y desafíos que deben superarse para alcanzar una verdadera fortaleza interna, donde la “cabeza sobria” simboliza la sabiduría y la claridad que emergen con la experiencia y la superación de obstáculos. En nuestra opinión, este fragmento nos invita a reflexionar sobre la importancia de enfrentar las dificultades, pues es a través de ellas que desarrollamos la fuerza y la sabiduría necesarias para el crecimiento personal y la vida cotidiana. Sin embargo, cabe preguntarse:

¿El uso de plantas sagradas como medio de aprendizaje espiritual, tal como se presenta en el libro, representa una vía legítima hacia el conocimiento? ¿O podría considerarse una forma de evasión de la realidad? Aunque para algunos puedan parecer simples alucinaciones, en el contexto de la enseñanza de Don Juan estas plantas son vistas como herramientas para ampliar la percepción y romper los límites de la conciencia. Finalmente, se menciona que “las semillas” tienen un papel central en este proceso. Se consideran como lo único capaz de fortalecer el corazón del hombre. Esto nos lleva a reflexionar sobre la conexión entre lo natural y lo espiritual. También nos invita a pensar en la transformación interior. Esa transformación solo puede lograrse enfrentando lo desconocido con valentía y apertura.

Por otro lado: el libro aborda cómo los estados alterados de conciencia distorsionan la percepción del personaje, quien comienza a dudar de lo que considera real. Estos cambios en su percepción revelan que la realidad es subjetiva y depende de la experiencia individual. Un ejemplo de esto se muestra en el siguiente fragmento: 

Don Juan me dijo que la yerba del diablo es sólo un camino entre cantidades de caminos. Cualquier cosa es un camino entre cantidades de caminos. Por eso debes tener siempre presente que un camino es sólo un camino; si sientes que no deberías seguirlo, no debes seguir en él bajo ninguna condición (Castaneda, 1980). Este párrafo es una reflexión sobre la importancia de la elección personal y la autodisciplina. En este sentido, la idea de que un camino “es solo un camino” sugiere que no todos los caminos son adecuados para cada persona, y por ello es esencial tener claridad para decidir. A través de las enseñanzas de Don Juan, Carlos Castañeda nos deja una enseñanza valiosa porque nos recuerda que tenemos la libertad de elegir y que no siempre tenemos que seguir un camino solo porque lo comenzamos. Esto me lleva a reflexionar sobre cómo es importante estar en sintonía con uno mismo antes de tomar decisiones importantes. Ahora bien, ¿por qué Don Juan insistió en que un camino es solo un camino? La razón es que, para Don Juan, la sabiduría consiste en reconocer que no existen caminos únicos ni predeterminados. Así, las enseñanzas de Don Juan le explican a Carlos que la yerba del diablo es solo una opción entre muchas y que no debe ser seguida si no se siente correcta. De manera similar, otro aspecto importante en el libro es la iniciación al conocimiento, que se da cuando Don Juan enseña a Carlos que antes de embarcarse en cualquier camino hacia el saber, es necesario experimentar y cuestionar las propias percepciones. Esto se ejemplifica cuando Don Juan le dice:

Es buena costumbre probar la yerba del diablo antes de emprender de lleno su camino -dijo don Juan. —¿Cómo se le prueba, don Juan? —Debes probar otra brujería con las lagartijas. Tienes todos los elementos que se necesitan para hacerles una pregunta más, esta vez sin mi ayuda. (Castaneda, 1980, p.19) 

Este fragmento refleja la importancia de la experimentación y el aprendizaje gradual. También subraya que no se debe apresurar el proceso de aprendizaje, sino que se debe proceder con cautela y preparación. En nuestra opinión, en la vida, especialmente cuando aprendemos algo nuevo o enfrentamos un desafío, es vital no apresurarse. Tomar un enfoque más deliberado y consciente puede evitar errores y proporcionar una comprensión más profunda. Ahora bien, ¿por qué recomienda que antes de probar la yerba del diablo debemos probar otra brujería? Las enseñanzas de Don Juan sugieren que, antes de seguir con la yerba del diablo, uno debe probarla con precaución y experimentarla de forma segura. 

concluimos que, de acuerdo a nuestra postura las enseñanzas de Don Juan, el miedo aparece como una prueba necesaria para transformar la percepción y alcanzar un conocimiento más profundo. Superarlo permite ver la realidad desde otra perspectiva, por ello al principio de la obra parece un poco complicado desde la óptica de la academia actual, pero su impacto en el avance de la antropología crítica y el análisis de estados modificados de conciencia es indiscutible. La creación del escritor Castañeda, ubicado entre la etnografía, la fenomenología y la literatura, pone a prueba las definiciones tradicionales del discurso antropológico y suscita preguntas metodológicas que siguen siendo relevantes: ¿Es factible o deseable alcanzar una objetividad científica cuando se investigan vivencias subjetivas que están alejadas de las categorías de conocimiento occidentales? A pesar de sus dudas sobre la precisión factual y sus generalizaciones problemáticas acerca de la “cosmovisión indígena”, la obra de Castaneda logró destacar aspectos de la experiencia humana que la antropología positivista había ignorado, habilitando un ámbito legítimo, aunque controvertido, para la indagación académica de los sistemas alternativos de conocimiento. Su legado, de manera paradójica, reside en sus contribuciones, así como en sus limitaciones: nos señala tanto las oportunidades de transformación que surgen del encuentro entre culturas, la idealización y la falta de rigor en la investigación antropológica.

TRABAJO REALIZADO POR:

Fuentes Martos, Nicol

Guevara, Yerson Alexander

Peña Infantes, Janira 




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