Llevo tantos infiernos vividos y aún así sigo anotando unos cuantos sueños por cumplir.

Tantas noches invadidas por la incertidumbre.

Tantos relieves agresivos de ignorancia.

Y tantas luces que ciegan mi cabeza en la solitaria y apagada madrugada.

El mundo se para en este instante.

Estoy cansada de este duro duelo que me acecha.

Estoy cansada y me destroza el echarte tanto de menos.

Y también estoy derrotada.

Y ni siquiera sé qué haré mañana.

Ni tampoco sé que hago ahora.

Me duele el parpadeo de mis ojos

Al llorarte.

Quisiera olvidar tu dulce aroma cuando salías de la ducha.

O cuando te me acercabas lentamente

Y me abrazabas por la espalda.

Eso cálidos brazos que me acunaban

Cuando yo misma no me soportaba.

Esa voz pausada y tranquilizadora

Que me animaba cada día.

Y cada beso al dormirnos

Era como resetear una mala jornada.

Te seguiré añorando aún cuando pase el tiempo.

Porque ha sido un golpe bajo

Y sin quererlo tu partida.

Porque esos sueños que cumplimos,

Se han memorizado en cada poro de mi piel.

Y ahora cada vez que me acaricio,

Te siento en mí como la primera vez.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS