Dos semillas que fueron creciendo, que superaron sequías, tempestades y lluvias torrenciales.

Dos pequeños brotes que se mantuvieron fuertes cuando el temporal los azotaba, cuando las nubes, descargaban sobre ellos toda su furia y su rabia.

Dos hierbitas solitarias, que no se dejaron marchitar, a pesar de que todo a su alrededor estuviera enfangado por la tristeza, el dolor y la soledad.

Dos plantitas que se encontraron un día, se miraron , se comprendieron y decidieron enredarse, apoyarse y ayudarse, intentando encontrar soluciones a las incomodidades del jardín, para florecer juntas.

Dos  florecillas que aprendieron a brillas, que iluminan el camino de su compañera, que comparten el aire, la luz, el agua y el espacio donde seguir creciendo unidas.

Dos hermosas flores llenas de belleza natural, que no precisan de cosas artificiales, de adornos falsos, ni de compañías mediocres, pues ya se tienen mutuamente.

Yo los veo a ellos,…

…como Dos Hermosas Flores.

Para E. y J.C.
Que sigáis avanzando juntos.

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