Por más que lo intento, por más que trate, cuando siento esta presión que invade mi cuerpo y este dolor que me estruja el pecho. Es miedo, un miedo espantoso, un miedo que invade cada partícula de mi ser. Miedo de saber que es tan real todo, que un ser tan angelical pudo haber sufrido tanto, miedo de todo lo que pudo ser y aun desconozco, miedo que el proceso no hace nada y que yo lejos de ser la persona que debería sentirse segura, tengo miedo que todo esto sea peor para mí, para mi familia, para mi tesoro. Miedo de la incertidumbre y del dolor mismo. Y solo me atrevo a escribirlo porque necesito sacarlo, solo me atrevo a escribirlo porque no puedo quedarme callada, no puedo no hacer nada, todos tienen derecho a saber, porque en esta sociedad cada vez se vivencia más estas circunstancias, cada vez son más inocencias robadas, es nuestro deber como padres, como protectores y cuidadores velar por el bienestar y la integridad, física y moral de nuestros pequeños, cada detalle es importante.
OPINIONES Y COMENTARIOS