
Era como una tormenta en la que era solo una vela encendida que inútilmente intentaba sobrevivir,
se sentía como estar al borde de un horrible precipicio donde caer dolería menos que cada latido expulsado, invertido.
Era como saltar al agua helada en el mártir del horror, como pasar cada fragmento del corazón por el rayador de la desilusión.
Como un diluvio que nunca abasteció la satisfacción de tu piel, lejos muy lejos estuve de estar cerca de ser una razón para mudarnos las pieles.
En malos tiempos donde desdibujo mis vacíos, en la necesidad de necesitar que un día puedas amar con la intensidad del todo, allí en la elasticidad del dolor.
Era como estar preparado para no estar preparado y justo en el límite del sangrado fingir no vivir en guerra.
Era como el desprecio de alguien que lidera tus pasiones, estaba fisurado el corazón, como soportar lo insoportable,
la crueldad de estirarme sin piedad yesperar que en nombre del amor se eximen los males.
Era como cruzar límites y toparse irreversiblemente con las cerraduras de eternos ojalas.
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