Disfrutar hasta el último momento

Resendiz Torres Laura Daianne 402

Y ahí estaba ella, Italia una chica que cursaba la secundaria una típica adolescente de buena conducta y buenas notas que aparentaba que todo solía estar bien, sin en cambio no era así, ella se veía tan segura de lo que hacía que jamás nadie sospechó nada, en el último grado ella conoció a una persona que significó mucho para ella, un chico de intercambio. El primer día de clases se sentaron juntos y ahí comenzó su gran amistad.

-¿Me podrías decir lo que significa está palabra? Dijo él

-Italia respondió claro que sí dime, ¿cuál palabra?

Ese día entablaron una conversación e inmediatamente se dieron cuenta que se llevarían bien, era como cuando te sientes tan cómodo con alguien y no quieres parar de hablar. Con el paso de los días ellos conectaron de una manera espectacular, compartían algunos gustos y hablaban de sus culturas ya que el chico era de otro país, se contaban todo como si fueran hermanos, sentían demasiada confianza que se habían contado algunos de sus secretos; sin en cambio Italia guardaba uno que solo ella y su familia sabían.

A Italia le gustaba demasiado escribir tenía un diario en el que estaba cada suceso de su vida, le encantaba escribir sus sueños y anhelos pero no estaba del todo confiada de que algún día lo podría lograr. Ella trataba de disfrutar cada momento de su vida como si fuera el último, aunque llegaba un momento en el que ella no podía más, se sentía débil.

Su amistad con su amigo cada día era mejor, ella seguía siendo una buena estudiante y aunque había momentos en los que se sentía realmente mal, todo lo ocultaba con una sonrisa y trataba de aparentar que todo estaba bien. Ella estaba enfrentándose a una enfermedad terminal y por lo que los doctores habían estudiado no tenía cura y en algún momento su corazón podía dejar de latir. Italia estaba segura que de esto pasaría, y le aterrorizaba la idea de que esto pasara. En las noches había momentos en los que pensaba que talvez los sueños que había escrito en su diario no se pudieran hacer realidad.

Su amigo en esos días notaba que ella estaba algo extraña, estaba completamente seguro que algo estaba ocurriendo y decidió pregúntale.

-¿Italia está todo bien?

-Ella respondió: No, hay algo que aún no te he contado y creo que es necesario que lo sepas.

Aunque la chica siempre trato de ocultar todo, llegó un momento en el que su situación era muy notoria, las personas de su círculo social comenzaron a darse cuenta de que se encontraba mal.

Le daba miedo de que todo en un momento acabara; Italia se quedó de ver con su amigo en un lugar demasiado especial para ellos, una cafetería a la que iban al salir de la escuela, se convirtió en una lugar tan significativo para ambos por qué ahí habían compartido tanto tiempo juntos. Cuando Italia llegó su amigo la estaba esperando con una sonrisa enorme como siempre, la chica se sintió tan bien, pidieron sus malteadas favoritas y comenzaron a platicar sobre el día que fueron a la feria, para ella fue algo satisfactorio sentirse de nuevo feliz. Salieron del lugar y caminaron hacia la casa de la chica, aunque tenía temor de hacerlo Italia decidió platicarle lo que estaba pasando y él simplemente decidió abrazarla y decirle que ella estaría bien. Los siguientes días fueron algo diferentes a los demás, paso los mejores días de su vida, acompañada de sus padres y sus amigos, hicieron un viaje a España tal como ella quería, Italia se sentía demasiado feliz por qué algunos de sus sueños se estaban cumpliendo. Pero llegó el día en el que se sintió muy mal, sin fuerzas de poder levantarse de su cama, sus padres la llevaron rápidamente al hospital, llamaron a su amigo y se encontraron en el hospital. Ellos sabían que pasaría sin embargo les costaba poder aceptarlo, los doctores les dijeron que no podría pasar de la noche, y tal como ella quería disfrutaron y rieron todo el tiempo y llegó el momento en que su corazón dejo de latir. Su amigo estaba destrozado, se preguntaba quién sería la persona que estaría siempre para él como ella lo hacía, pero a pesar de todo siguió el consejo de Italia y el siguió adelante, sus padres no lo aceptaban aún, por qué era un momento demasiado complicado para ellos. Después de todo ya nada era igual tenían que aceptar que Italia ya no estaba ahí, en cambio en su corazón hubo tranquilidad al pensar en qué todo lo que estuvo en sus manos para poder hacer feliz a la chica.