Día grisáceo

Hoy la ví, caminaba tan segura como siempre, con la seriedad que la caracteriza, llevaba un folder he iva apurada se dirigía a su aula al otro lado del pasadizo, tan hermosa como es me sorprende que este sola, yo estaba sentado en el aula que da al frente de la suya. Esos pocos segundos que alcancé a observarla hubiesen hecho de mi día más hermoso y colorido si hubiera girado. Quisiera poder dirigirme a ella, estoy seguro que le agradaría, pero ¿qué nadie se da cuenta de lo agradable que soy?, mi vida sigue igual de aburrida que los últimos 3 años desde que ella se fue. Me hace tanta falta, comienzo a pensar que acabaré solo, quisiese que esta chica fuera quien llenase mi vida, este vacío en mi alma. El hecho único de verla me mata, cuento los días ántes de que salga con alguien más. Me derrumbaría al enterarme, entonces pienso, no te hagas daño es sólo otra chica más, que puedo hacer, las que realmente me importan terminan siempre lejos de mí, no sería la primera vez que me parten el corazón sin siquiera haber conseguido nada sólido. El día de mañana me tocan clases con ella, ya de nada sirve sentarme a su costado. Fueron tantas las veces que de reojo vi que me miraba, ¿esta vez me preguntará algo? Nunca lo hacía, siempre le preguntaba al que estaba atrás mío, nunca era el mismo chico, sin embargo, no me hacía a mí la pregunta. Fue entonces que comencé a alejarme de ella. No me nota, para esto venía tan presentable, me demoraba tanto en preparar mi ropa que descuide mis estudios pensando, le gustará este o aquel, horas de horas frente al armario. Quizás debo venir como los chicos a los que ella les hace las preguntas acerca de las clases anteriores, con los que escucho que ríe de temas tan bobos. Estoy seguro que no valdría la pena, seguiría sin hablarme, sin saber que existo. Quisiera que no viniera tan bella a clases. Entonces el profesor comienza a llamar lista, pasé otra vez el día entero pensando en ella, otro más desperdiciado. No tuvo los colores salvo por ese par de segundos. Sin embargo, acabó totalmente igual de gris como comenzó, no voltió a mirarme.