Despues del atardecer

Han pasado dos horas desde el atardecer, y aun hay alguien admirando el brillante cielo desde las grandes alturas de la torre del palacio, es una joven que sueña despierta con descubrir las maravillas de este mundo, sentada al borde de la ventana, luce un cabello rojizo y perfectamente cepillado , de piel blanca, y vistiendo un vestido largo anaranjado con líneas blancas que empezaban desde la espalda y luego se juntaban en el pecho para formar un gran cisne adornado con flores rojas y amarillas, ella no podía dejar de admirar el cielo, con una sonrisa tierna y de niña, acomodada en aquella altura, sus azules ojos revoloteaban sobre los pequeños edificios, que vistos desde la lejanía, dejaban en el corazón de la dama un sentimiento de abandono, para luego descansar sobre el verde bosque que rodeaba su hogar, sus ojos se llenaron de lagrimas y su amor por las estrellas se vio inundado de un deseo de buscar su lugar más allá de las puertas del palacio, más allá de todo Phtrium, o quizá mucho más lejos donde nadie la pueda encontrar y donde ella se pueda encontrar a sí misma. Pero le era imposible, sabía que le era imposible, abandonar su hogar, y mucho menos aventurarse lejos del reino, sin resignarse de su sueño.