Año 625-649,

Ciudad de Menash.

Del lado oeste del territorio de Zafir, se encuentra la ciudad de Menash. Es muy conocida por sus cinco pirámides color beige que se encuentran en perfecto estado hace ya 800 años. También, está ubicada en el extremo norte de lo que se conoce como La Dark Jungle o Jungla Oscura. Mucha vegetación variada que bloquea hasta cierto punto los rayos del sol y una cantidad de fauna abundante y peligrosa. En la antigüedad, estas pirámides fueron construidas por una civilización de humanoides serpientes, conocidos como los Ssislers. La evolución los llevó a que conserven ciertas cualidades de serpiente, pero que luzcan como humanos con ojos serpentinos y tengan parte de su piel con escamas. Esta civilización era bastante maligna. Buscaban el constante imperialismo y la esclavización. Su jefe, al cual apodaban ÉL, era una serpiente gigante con 5 cabezas y su desaparición fue durante una guerra contra el imperio Tiefling. La historia no tiene detalles acerca de su derrota. Algunos lo consideran un misterio, ya que el el cuerpo nunca fue hallado y sigue siendo una incógnita en Zafir hasta el día de hoy para muchos historiadores.

Por eventos históricos, los Sisslers fueron desapareciendo de a poco y los sobrevivientes optaron por acoplarse al mundo en vez de morir en vano. Se tardo mucho tiempo en creer en su palabra, ya que sus acciones pasadas los condenaban. Estuvieron en guerras frías con los Tieflings por cerca de 300 años hasta que se comprobo que tan solo, buscaban desarrollarse pacíficamente en el mundo.

Pero esta historia no se trata de una criatura de ese tipo, sino de una Erako llamado Trenton, derivado de los Tigres. Sus padres fueron de los primeros en tomar el valor de salir del Imperio para vivir una vida más segura y pacífica. El viaje los llevó hasta esta ciudad, Menash, que se asemejaba mucho al paisaje donde ellos les gustaba vivir. Por otra parte, Menash es de las ciudades más grandes del lado Oeste. Debe albergar entre trescientos a trescientos setenta y cinco mil almas de todo tipo. Esta pareja estaba un poco nerviosa, ya que los ritmos de las ciudades grandes, suelen ser diferentes y mas para extranjeros. Pero bueno, hay veces en la vida en que hay que arriesgarse y ellos lo hicieron. 

La pareja se instaló y tardaron cerca de un año y medio en sentirse como en casa. La particularidad de Menash, es que hay una amalgama de razas interesante, no desentonaban tanto. Sin embargo, hay muchas personas en Zafir que siguen pensando que los Erakos son solo bestias en dos patas. Menash al inicio de los años 600, fue un paradero de inmigrantes y viajeros del mundo de todos lados, creando así, muchas culturas dentro de una misma ciudad. Es hoy en dia, un lugar en donde los desamparados de la zona oeste, suelen caer sin ningún tipo de prejuicio para formar su futuro.

Al tercer año de estar viviendo aquí en una humilde y acogedora casa, llegó Trenton, su primer y único hijo. Tenía ojos color amarillo y ya se notaba que tenía unos colmillos un poco más grandes de lo común. Nada grave.

Trenton fue creciendo y yendo a la escuela donde les sacaba mucho tamaño y fuerza a muchos de los demás niños. Piensen que había niños Humanos, Sssislers, Gnomos, él era imponente la verdad. Si bien había variedades de raza, él era el más bestial en su clase y en el colegio.

Para ser honestos, Trenton no se daba cuenta en su juventud si era imponente. Como todo niño tan solo buscaba relacionarse con sus amigos. Su personalidad era muy extrovertida y sus padres lo habían criado para que sea respetuoso con cualquiera. Ayudaba a los niños de su clase cuando podía e intentaba hacerlos reír en los momentos de lágrimas.

Con los años, sus compañeros de clase se fueron volviendo sus amigos más allá de la apariencia. Por otro lado, demandaba respeto tener un amigo como Trenton. A los 9 años conoció a su mejor amigo de la escuela, Lucas, un humano con rulos que siempre que estornudaba se le caían los mocos, muy simpático. Compartían sentido del humor, pero no solo eso. Siempre en los recreos y después del colegio, Trenton y Lucas salían a buscar bichos o plantas nuevas para estudiarlas y ver sus comportamientos ante diferentes estímulos que ellos hacían. Tenían un cuaderno cada uno donde dibujaban y escribían cosas acerca de ellos. La mamá de Lucas, una señora regordeta con pelo rubio, siempre los retaba porque no se daban cuenta y perdían bichos en la casa, y luego ella los encontraba en lugares donde nadie quiere ver un bicho feo. Ellos la pasaban de diez igual.

Más allá de buscar bichos y plantas, Trenton hacía artes marciales con espada desde los 7 años. Su padre fue obligado a hacer este arte marcial de niño, sin embargo, lo disfrutaba. Es por eso que decidió inculcarle la misma costumbre a su hijo, que también lo tomó de la mejor manera. La madre de Trenton era una maga de bajo nivel que trabajaba en una casa de artículos mágicos justamente. Le gustaba su trabajo, pero no era lo que más la volvía loca la verdad. Llegaba tarde a casa, pero la paga era excelente. En cuanto a su padre, el se encargaba de cuidar la casa, entrenar con su espada y de vez en cuando hacer alguna changa para ayudar a su pareja en la economía.

Trenton terminó la escuela con un promedio de 9.2, altísimo. Al parecer tenía una capacidad de resolución intelectual terrible. Era muy bueno para generar teorías y le apasionaba muchísimo todo lo que tenía que ver con la biología. Gracias a ese promedio, su colegio le consiguió una beca en la facultad de botánica de Menash, que por cierto es muy buena. Su amigo Lucas no tuvo la misma suerte. Era bastante colgado y no era muy brillante, pero terminó el colegio.

Con el inicio de clases en su nueva facultad, Trenton tenía muy poco tiempo libre y perdió un poco el contacto con Lucas. Pero la facultad no iba a ser ni cerca de lo que fue el colegio. Al parecer, en esta facultad había hijos de millonarios, primariamente de Humanos y Sisslers. Imagínense las caras de estos niños ricos cuando vieron entrar un tigre en dos patas para estudiar lo mismo que ellos. Desde el minuto cero lo empezaron a volver loco. Bestia esto, bestia lo otro, pero Trenton mantenía su mente firme. Le decían constantemente que no tenía cerebro, que era un animal y que no pertenecía a la sociedad, entre otras cosas. Nunca respondió a nada, ya que no quería meterse en sus juegos. Él entendía que la envidia reinaba sus almas, así que dejaba que se llenen la boca con estupideces mientras él no perdía el foco de su objetivo.

No obstante ,cuando volvía a su casa, volvía con bastante enojo la verdad. Toda esa ira acumulada, la descargaba ejercitando su cuerpo y practicando con su espada. Se había vuelto muy bueno. Sumado a eso, si no estaba atareado, leía un libro llamado “Los secretos de la energía”, que se lo había dado su madre. Ella lo leyó hace años para aprender lo básico de la manipulación de la energía y así, generar lo que llamamos magia.

Durante 5 años, se aguanto las burlas de sus compañeros diciendole que no servia pese a que sus calificaciones mostraban lo contrario. Todos los profesores estaban anonadados con la capacidad resolutiva de este chico. Creian que estaba destinado a grandes cosas en el ámbito Biológico. Ya tenía 24 años y le quedaba tan solo un último trabajo más y se recibiría de biólogo . No pisaría más ese lugar y podría dedicarse a lo que siempre soñó. Viajar por el mundo estudiando criaturas y plantas salvajes.

Su último trabajo consistía en un ensayo basado en un experimento propio acerca de una criatura, ecosistema o ambas. Trenton había desarrollado un experimento excelente y muy interesante. Trataba acerca de las sociedades de hormigas y cómo algunas cosas pueden ser aplicadas en las sociedades actuales. La verdad, para el mundo de Zafir, era un experimento muy innovador. El mundo sigue descubriendo cosas nuevas al igual que nosotros, y esto era algo impensado para la época y el contexto. Había puesto mucho empeño y tiempo en él. Construyó un terrario con su padre para poder desarrollar el proyecto. En cuanto al ensayo, a su madre le gustaba leer mucho y escribir cuando tenía tiempo, así que le pidió ayuda para la redacción del ensayo.

El día de entrega, él, su padre y  madre llevaron el terrario a la facultad. Veinte cuadras pidiendo permiso y descansando de a tramos hasta que al fin llegaron. La dejaron en un aula y se despidieron de su hijo. Estaban orgullosos, abrazaron a Trenton, dejaron caer algunas lágrimas y fueron a esperar a la entrada de la facultad a que le dieran la nota. Trenton preparó toda la presentación, su ensayo ya estaba aprobado y con méritos. Solo quedaba la parte oral del proyecto que era la más fácil. Pero se estaba meando mal, así que claro, fue al baño.

Mucho mejor. Ahora si ya estaba todo listo, tan solo que…

-Ups, se me cayó – Decía uno de los humanos que lo volvió loco todo este proceso. Tenía puesta una camisa blanca impecable, pelo rubio desordenado y una sonrisa soberbia asquerosa. No estaba solo, un Sissler de pelo marrón claro y lacio estaba a un lado y otro humano pelado del otro. El terrario estaba destruido en el piso. Su proyecto fue destruido por un imbécil. La cara de Trenton comenzó a desfigurarse hasta el punto de llegar a la cara de una tigresa cuidando una cría.

– ¿POR QUÉ? ¿QUÉ LES HICE? – Trenton solo gritaba sin entender. Miraba el terrario destruido y veía las horas gastadas con su padre destruidas.

-No perteneces aquí bestia – Decía el humano rubio soberbiamente mientras se acercaba muy lentamente.

-¡Le diré a los profesores! Ellos…

-Ellos no te creerán – interrumpiendo el humano rubio. Ya había llegado muy cerca de Trenton y lo miraba con una sonrisa de garca terrible – ¿Sabes quién es mi padre? Cierto, los animalitos no pertenecen a la sociedad, no creo que sepas.

Trenton lo miró con una ira terrible. No sé cómo el humano no se asustó. Trenton mostraba todos sus dientes, tenía los ojos muy abiertos. Parecía que lo iba a matar en cualquier momento.

-¿Qué pasa? ¿Quieres pegarme? Claro, digno de un animal salvaje – El tono del humano era irritante. Trenton estaba a una palabra más de desfigurarlo – Regresa a tu selva con tu sucia familia.

Esa fue la última frase de este chico. Trenton lo tomó del cuello y le puso una piña que le rompió el cuello. El Sissler y el otro humano quedaron atónitos. Ahora Trenton se dirigía hacia ellos en modo asesino. El Sissler trató de escapar, pero lo tomó de su largo pelo y le enterró la cara en el vidrio de su terrario. Mientras gritaba de dolor, el pelado trató de huir pidiendo ayuda. Se asomó por la puerta del aula y gritó – ¡Ayud…- Pero un pedazo de vidrio le atravesó la garganta y se desangró. Los gritos y algunos rugidos de Trenton llamaron la atención de la gente, que veía a esta figura tigre, con su camisa llena de sangre al igual que sus pantalones. Tres estudiantes muertos en el piso y él en el medio de la habitación. Comenzó el griterío y se escuchaba como los maestros pedían ayuda de guardias.

Trenton recapacitó luego de pocos segundos. Vio lo que hizo y se quebró. Su vida fue arruinada, había matado a tres personas. La seguridad de la ciudad lo iba a meter preso sí o sí. Salió corriendo sin pensar y salió por la primera ventana que encontró. Saltó a un árbol y comenzó a correr fuera de la ciudad llorando.

Sus padres esperaban afuera la nota de su hijo cuando vieron alumnos y maestros salir desesperados. Se miraron completamente desentendidos. ¿Qué había pasado? Los guardias entraban a la facultad y no veían a su hijo por ningún lado. Se acercaron a los maestros. Cuando los vieron gritaron y se alejaron de ellos lo más posible. No entendían nada y antes de que se dieran cuenta, estaban reducidos al piso por guardias de la ciudad que los estaban esposando.

Trenton corrió esquivando patrullas de soldados que lo buscaban por toda la ciudad. No había otra, era irse o irse. No pudo despedirse de sus padres, eso lo mataba. ¿Qué deben estar pensando? ¿Qué versión les habrán contado? Se preguntaba constantemente por qué a él. ¿Qué hizo para merecer esto? ¿Solo su apariencia lo condenó? No lo entendía. Lo que si es triste para este ser, es que se termino convirtiendo en lo que le decían que era, una bestia. 

Pasó días hasta llegar a una nueva ciudad, Cratz, al norte. Se escondía en una casa abandonada y lloraba todo el día. Estaba a punto de matarse, todos los días lo pensaba, pero por alguna razón no podía tomar la decisión final de hacerlo. Deseaba que alguien lo hiciera por él, pero al mismo tiempo quería completar su sueño de viajar por el mundo. Sabía que hubiera tenido un futuro increíble si no hubiese sido por este evento, y eso le daba mucha impotencia. Queria ver a sus padres, pero al mismo tiempo, el creía que ya no lo querrían ver nunca mas. Que era una decepción y ver eso en la cara de sus padres, es lo que lo hacia llorar cada vez mas. Ya sabía que no iba a poder volver nunca mas a la ciudad. Lo que no sabía, es que desde que llegó a la ciudad de Cratz, una figura lo estuvo observando desde las sombras todo este tiempo… 

Etiquetas: dnd fantasía zafir

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