DEMENCIA DE AMOR

Un quinto piso, apartamento 503, puerta blanca y par de macetas a su diestra.

Entras, no hay nadie aparentemente, todo está en su sitio nunca nadie ha vivido

aquí por mucho tiempo. una sala pequeña, un balcón, un par de vasos en la alacena, que extraña situación.

Un cuarto con una cama, un cuerpo encima de ella, respira y vive…

Acércate, sus ojos están abiertos, mira el techo, no se inmuta, no se paraliza

no se asusta. Sabe de tu visita inesperada. Porque está desnuda? es la gran pregunta. Un par de espinillas en su cara delatan la grandeza de su naturalidad. es real, es perfecta. 

Sus ojos no miran a otro lado diferente al techo, está ahí, en un mar de pensamientos.

salen lágrimas de sus ojos, inexplicable reacción. eres su amor, porque llora, que haz hecho.

preguntas sin respuesta.

La amas aun, no la lastimes, dejala seguir ahí.

se levanta, pregunta:

– ¿que haces aqui? ¿cómo entraste?

– Aun no lo se, tu presencia necesitaba de mí, aquí estoy. Prometo no irme de nuevo

-Demasiado tarde…

– Aún no es tarde, te amo, indudablemente te extraño. no pediré perdón he fallado, ayúdame a ser.

– Cómo ayudarte? … Estoy aquí, sumida en mis recuerdos sobre ti, que deseas de mí, te lo he dado todo lo siento… no hay más

– Hay mas, claro que si. Dime que me amas y en las penumbras de tu alma pondré luz y paz.

– Tendrías que morir para eso.

– Entonces morire, morire porque te amo. tu me amas, quiero vernos bien… Arriesgaré mi vida si eso deseas.

– Perdonarte no es una opción. Matarte tal vez lo sea… Es mas propicia ante la situación.

– Porque desnudas tu cuerpo y tu alma en tan amplia soledad? …

– Es mi intimidad a flor de piel, la soledad es el, mi acompañante, me hace el amor cuando tu no estas. me he enamorado.

no quiero fallarle, por eso debes irte.

– Es irreal, no existe, mirame, estoy aqui y no pienso ir me. Dejame mostrarte mi valentía y mi honor.

– Estoy loca, y eso crees. ¿verdad?

– En el pasado lo pensé, ahora cambio, solo estas lastimada pero no hay sangre ni heridas… Son golpes más profundos hay que sanarlos. dejame mostrarte mi honor y valentía..

– Sacarme de aqui podrás?

– Si, es mi deber… pero no ahora mi querido amor. Antes, arreglaré cuentas con la soledad. Necesita saber que me tienes que no te falta nada, como caballeros destinamos a quien le pertenece tu bello corazón.

Tomó sus prendas, rozó su cuerpo con sus dedos varoniles y la ayudó a vestir. Ella no paraba de llorar, aun no sabía que

estaba haciendo pero se arriesgaría, eso hace la gente por amor, por perdón, por volver a empezar. al menos eso creía en el momento.

Salen, cierra de un sopetón la puerta…

Es cierto, nadie vivio ahi jamas, la soledad de ese pequeño espacio consume a quien entra ahí, lo sintió realmente en sus fibras, producto de su imaginación fue aquel desprevenido amor

ella nunca estuvo ahi, murio. y para el fue demasiado tarde recuperarla, solo llega a ese lugar a intentar recordarla

pues teme a olvidar a su pequeño pedazo de cielo. no tardará en hacerlo, y para entonces ese amor reencarnara en otro ser y vivir, realmente lo vivirán como si hubiese sido su primer amor.