¿De qué está hecho el mundo?

Es una pregunta que no mucha gente se hace, pero que, en realidad, es más compleja de lo que parece. Y, para complicarlo más, ¿hay una respuesta correcta?

“¿No está hecho el mundo de tierra y agua?”, responderán algunos. Bien, pues han acertado. “Eso no es así, también está hecho de hierba y montañas”. Es verdad. “¿No está hecho el mundo de amor?” Existe, así que supongo que esa respuesta vale también. “Pero también existe el dolor, el mundo no es de color rosa”. También es cierto, desafortunadamente.

¿Pero a todos vosotros, no os parece, que cada una de esas cosas, no es preciosa en su justa medida? ¿No es necesaria la tierra y la hierba para los mamíferos, reptiles, aves y otros seres perfectos? Y, al contrario, ¿no es necesaria el agua para las criaturas marinas, desde el caballito de mar, pasando por el pez globo, hasta la orca? ¿Me podéis negar, que los momentos de dolor hacen valorar el amor? Entonces, el dolor que se siente cuando perdéis a un ser querido, ¿os hace valorar la felicidad que había en el pasado? ¿No se aprende de esta forma a valorar más el amor que está por venir?

Si algo está claro, es que el mundo se compone de muchos conceptos, reales o ficticios, materiales o espirituales. Y todos ellos, diferentes para cada ser humano. Y esa variedad, en mi opinión, es lo que hace que el mundo sea un lugar en el que merece la pena vivir.