Cuatro Vidas

Ella se sabia ir, se sabia ir de la idea que la habitaba, se sabia ir de la sensación intrusa y constante en su cuerpo, se sabia ir de la mirada fija del otro, entraba fácilmente en otras respiraciones, en otras constelaciones hechas de lo que estaba en una linea paralela de tiempo y espacio a la que habitaba. Era como si tuviera siempre a la mano un agujero negro, un portal multicolor, una caja de trucos para vivir de una manera flotante, circundando las realidades comunes para ir hacia realidades alternas.

Nunca vivió algo tan intensamente, como para tener la fuerza de ser radical y salir de ese algo para entrar en otro algo, ella a veces sentía que no había vivido, que habia pasado las experiencias como si estas realmente pasaran, se sentía estar naciendo cada tanto, a veces pensaba que la reencarnación se daba en una sola vida.

y esta era su tercera vida, quizá estaba por empezar su vida numero 4 dentro de esta vida, digamos que era como los perros tenia vidas de 7 años, en su primera vida fue una anciana, una montaña, una abuela, una insensible de si misma, una que vivía como si nada tuviera peso aunque parecía que estuviese cargando toneladas, por sus pasos lentos, su cansancio continuo, su deseo de dormir, su mirada un poco con aspecto de una paz anestesiante, su sonrisa constante, su capacidad de irse con el otro hasta cualquier camino.

En su segunda vida empezó a tomar provecho de sus habilidades abuelas y quizo proclamarse sabia, buena y santa, cosa que le resulto cara, pues eso no era sexy para una adolescente, su aspecto regordeta y bonachón no atraia demasiado al sexo opuesto, aunque ella le atraía era el universo opuesto, se la pasaba usando su imaginación para sentirse siempre en un mundo burbujean-te en donde todos eran felices, a veces lograba convencer al otro de lo liviano, de lo esperanzante, de lo suave y otras veces dejaba un lado su traje de abuela y sabia besar, a los chicos que salían del estereotipo y se animaban a amar a esta que se estaba desabuelando, desabidurizando, descongelando, deshaciendo, destapando.

Su tercera vida duro poco, se trataba de una mujer libre, decidida, abierta, ligera, electrica, rechinante, desenvuelta, se trataba de una que hacia cosas sin sentido para encontrarlo, una que una tarde se fue a la montaña solo por ir, y lo encontró a él, parecía tan creativo, tan interesante, tan misterioso, tan tirste, tan profundo, tan divertido y tan ajeno, tan cercano y tan en el espiral, que no le quedo otra que amarlo durante esas horas, unas horas que parecían improlongables, era de noche, era de día, era un punto en el horizonte, estaban ahí construyendo un idioma, como dos desconocidos que se animas a construir un idioma, estaban como llevados por una fuerza irreconocible, intatrapable, habalaban de lugares que no conocian con sus debidos artefactos, casi todo era circular, ella se sentía comoda, con la sensualidad que da la desprevención, y miraba sus gestos intensos como quien ve un color nuevo, se maravillaba, se fascinaba y se desilucionaba, no pensaba en futuro alguno, por lo irrelevante del lugar para los dos. En fin ese día que lo conocio, empezó su nueva vida, la tercera, se trataba de una vida que incluía un cuerpo, unas emociones, unos pasos, menos pesos, más tonalidades, incluía el deseo, la decisión, el arrojo y el agarre, cosas que jamas ella se habia animado a mezclar, a unir, a alquimizar. unos meses despúes estaban en un lugar sagrado, mirandosé fijamente, no entendiendo como es que iban de montaña en montaña. No entendiendo como el entramado se tejía casi sin participación de sus conciencias, por lo menos de sus conciencias conscientes, pero no habia duda, existia un iman que los unia, un iman que los atraia, un iman que los hacia permanecer en un movimiento inmovil, habia una fuerza que todo lo comandaba, ellos estaban perplejos por estar en ese espiral, tenian fascinación y miedo como ocurre ante la llegada de la bendición, esto duro, mucho o poco o nada, pero al menos por un tiempo sus manos no se metieron en las mezclas que Dios hacia, hasta que un día cansados de la providencia, empezaron a meter sus opiniones, sus manos, sus referentes, sus anticipaciones, sus supuestos, sus basuras en tan pura vida, acabado asi con el rechinante sonido de aquella musica inimaginable que bailaban y en poco tiempo enturbiaron el propósito del cielo, sacarol y asesinaron los espirales sin piedad, trataron de entender la ecuación aruinando su geometria, se dieron prisa para espantar el alma, masticaron y escupieron, hecharon barro sobre las aguas claras, rompieron en fractales los cristales y de todos esto quedo un hermoso caos, quedó una destrucción divina y perfecta, en donde ahora se revuelcan y se jactan, ya no podrán nunca unir los pedazos, pero ahora son hermosos y rotos, dispuestos a caminar fracturados, con un caminar incomprensible, un caminar hecho de infinitos nuevos movimientos a raiz de una destrucción que los hizo caer y llegar a el lugar de donde todo surge, a el lugar de donde emerge la novedad, al lugar que los hace sentir el hilo que mueve los nuevos comienzos, con miedo, con alegría, con entusiasmo, con coraje, con arrepentimiento y plenitud hoy son mejores por haber desafiado una vez más un camino de rosas que tiñeron de caos, porque ellos son asi, hasta ahora amantes no del amor si no del caos.

la cuarta vida es una vida de mas amor y menos caos, los pedazos dejaron de serlo, había una sensación de completud, que hacia que cada experiencia encajara, fue al pasado y se vio como una niña morena, ligera, alegre y bailante, que tenia los hombros abiertos para que los rayos que emanaban de su pecho se dirigieran con confianza por todos los espacios, se vio asi misma en el pasado, como alguien que no fue, como la posibilidad que no se materializo, pero ese día, lo hizo posible y se vivió así y desde ese día empezó la libertad de su cráneo, de sus huesos, de sus aires, ya no quería romperse más porque estaba ya hecha de la sustancia que soñó, se desbarato tantas veces que decidió no armarse más.

Sin duda respiraba distinto, pues ya su aliento tenia cuerpo, tenia un ritmo y emanaba algo, algo que la hacia ser ella sin dejar de ser la que no es.