
¡Hola! Soy Daniel Sachi, y, si en algún momento le diste una mirada a mi perfil, habrás visto mi viaje entre ceros y unos, la fascinación por el potencial humano y el arte de navegar complejidades.
En este triángulo profesional, hay un enemigo común que he visto sabotear proyectos brillantes: nuestro exceso de confianza disfrazado de competencia.
Como decía Daniel Kahneman (padre de la psicología cognitiva):
«Somos ciegos a nuestra propia ceguera».
Imagina esta escena: estás en una junta directiva.
El CIO presenta un nuevo software con plazos «ajustados pero realistas«.
Todos asienten… «Con nuestro equipo, es posible«.
Seis meses después: caos.
¿Falta de capacidad? No.
Es la «visión interna«: ese reflejo cerebral que ignora lo desconocido y pinta un futuro donde controlamos las variables, cuando rara vez es así.
Tres ilusiones que arruinan proyectos (con ejemplos del mundo real)
Este exceso de confianza trae un trío de ilusiones seductoras:
1. La Ilusión de superioridad: «Nuestro Código / Equipo / Estrategia es mejor«
- Ejemplo tech: El 90% de los equipos de desarrollo cree que su stack tecnológico es superior… aunque usen las mismas herramientas que la competencia (estudio IEEE).
- Desde tu rol de coach: ¿Cuántos ejecutivos juran que sus equipos son «los más comprometidos del sector» sin datos comparativos?
Como ironizaba Bertrand Russell (filósofo y matemático):
«El mayor problema del mundo es que los estúpidos están seguros de todo y los inteligentes llenos de dudas»
Pregunta incómoda: Al diseñar una solución tecnológica: ¿qué evidencias concretas (benchmarks, pruebas A/B) demuestran su superioridad objetiva?
2. La Ilusión del optimismo: «Esta vez sí funcionará«
- En gestión de proyectos: «¡Este desarrollo se entregará en 6 meses!» (aunque el histórico de tu empresa sea 9 meses).
- En coaching ejecutivo: «Con 3 sesiones cambio este hábito» (ignorando que el cambio conductual profundo requiere más o menos 66 días según el University College London.
- Dato brutal: El 70% de las transformaciones digitales fracasan (McKinsey), pero el 100% de los equipos inician convencidos de pertenecer al 30% exitoso.
Reflexión: ¿Recuerdas algún proyecto donde el optimismo nubló señales de alerta evidentes?
3. La Ilusión del control: «Yo controlo el caos«
- En sistemas: «¡Nuestras pruebas garantizan cero bugs!«… hasta el lanzamiento.
- En dirección de empresas: Lanzar productos en mercados volátiles creyendo que «nuestra estrategia neutralizará la incertidumbre«.
Como advierte Nassim Taleb autor de El Cisne Negro:
«No confundas la ausencia de evidencia con evidencia de ausencia»
Ejercicio práctico: En tu último éxito: ¿qué % atribuyes a tu habilidad y qué % a factores externos (suerte, timing)?
¿Por qué caemos en las trampas cognitivas (y cómo evitarlo)?
- En tecnología: La ilusión de control genera sistemas frágiles. El 95% de las empresas cree tener «buenas defensas«, pero el 60% sufre brechas anuales (IBM).
- En coaching: Confundir intuición con certeza crea dependencia del coach.
- En management: La superioridad ilusoria lleva a desoír feedback crítico.
Antídotos desde tu trinchera:
1. La «Visión externa» Obligatoria:
- Para el tecnólogo: Antes de estimar plazos, revisa cuánto tardaron proyectos similares en la industria (no solo tus éxitos pasados).
- Para el coach: Usa métricas externas para no caer en trampas cognitivas (ej: feedback 360°, no solo autopercepción).
2. Practicar el «Premortem» (no el postmortem):
· «Imaginemos que este proyecto fracasó. ¿Qué 5 causas lo explican?».
3. Abrazar el «Principio del 70%«:
Si estás más que un 70% seguro de una decisión… ¡desconfía!
Como decía Jeff Bezos en su carta a accionistas 2016:
«Si esperas tener el 90% de los datos, probablemente llegarás tarde»
Pero si crees controlar el 90% de las variables… estás delirando.
Conclusión: La humildad cognitiva es el superpoder secreto
Como coach, sabes que la autoconfianza moviliza.
Como tecnólogo, valoras la precisión.
Como directivo, conoces el costo del error.
La síntesis es:
- Confía en tu capacidad para aprender, no en tu supuesta infalibilidad.
- Celebra la duda como sistema de alerta temprana.
- Busca evidencias, no aduladores.
Y recordemos a Sócrates (el primer coach de Occidente), cuando decía:
«Solo sé que no sé nada»
¿No es paradójico que esa admisión de ignorancia sea la verdadera sabiduría?
¿En qué área has visto más estragos por el exceso de confianza?
¿Tecnología, coaching o liderazgo?
¡Te leo con un café virtual (en mi caso un mate) en mano! ☕
Un abrazo,
- Coaching individual o grupal
- Gestión del cambio organizacional
- Gestión de proyectos
- Capacitación en gestión integral de proyectos ágiles y predictivos
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