Cuando crees que te enamoras

Lo que sucede cuando conoces a alguien es que simplemente lo conocemos por afuera y la verdad eso es lo que menos debería importarnos, porque te ilusionas de su forma de vestir, de hablar y de cómo tú crees que te mira. Porque realmente él te mira de otra manera menos de la que tú piensas, ¿Cómo lo sé? Alguna vez viste a alguien y lo primero que viste fue su inteligencia o su ropa? Fue acaso sus planes a futuro o el tatuaje? Fue la capacidad para enfrentar un problema o su fisonomía perfecta? No fueron sus notas en los estudios… pero bueno, te ilusionas ingenuamente y con el tiempo sin saber generas dependencia de la otra persona y cuando esto sucede. Lo peor es cuando la otra persona se aprovecha de eso, desde algo tan simple que te hace enojar o como algo tan grave para destruirte el corazón en mil pedazos, mil pedazos que con el tiempo van formando cicatrices y para él; una persona con cicatrices no es de su agrado e irónicamente se termina alejando.

Si te preguntas a que cicatrices pues no me refiero a esas que te haces al caer de una bicicleta, Son esas cicatrices que te obligan a decir: A dónde vas, con quien vas estar, que tiempo vas estar, dame tu celular que quiero ver tu whatsApp, son esas que te hace desconfiar de cualquier mujer que se acerque a él por qué así son tus cicatrices pero sencillamente porque no quieren volver abrirse, pero no te culpes si lo sabes y tomaste la mejor decisión para ti teniendo hijos o no. Solo échate la culpa cuando vuelvas a dar una segunda oportunidad; porque no importa cuántas veces leas un libro siempre será la misma historia con el mismo final.