Cuál es el sentido de la vida: Diálogo entre un esquizofrénico y un ente disperso

¿Cuál o qué sentido tiene la vida? (Conversación entre un esquizofrénico// ESQ y un «ente disperso»//ED)

ED: Y… para usted…¿cuál es el sentido de la vida? Le pregunto porque admiro su mente capaz de generar realidades paralelas

ESQ: Pues.. si le soy sincero, a mis 45 años no he conseguido más que hallar frustración, dolor y pesimismo. Mi mente no puede con la vida que le rodea. Tengo alucinaciones desde que tenía 19 años de tanto tergiversar la realidad con el fin de encontrar algo que me haga feliz. Hago pensamientos, porque la realidad no me acompaña.

ED: …Por eso le admiro. Admiro a la gente como usted que cuenta con que la vida no es más que algo efímero que pasa, a menudo, aportando puñaladas a quien la vive. ¿Debe haber sufrido tanto…?

ESQ: No, no es que yo haya sufrido. Es mi mente la que se rindió, la que dijo ¡BASTA!, mi mente se cansó de buscar lo que el más común de los mortales suele tratar definir como «sentido de la vida» y por eso enloquecí

ED: (Cada vez me gusta más este tipo…) ¿Cómo es que llegó tan lejos?

ESQ: Una palabra: MÚSICA. La música es la que me dio cordura y la que acabó volviéndome loco. Al escuchar sistemáticamente los mismos sonidos, mis pensamientos se tornaron grises y engañosos. Ya nunca supe cuadrar mi realidad con la de los demás. Mi mente de torció y generó otra cosa que dicen que es «distinta» a realidad común.

ED: (Perfecto) Hay gente que trata de encontrar el «sentido de la vida», por ejemplo a través del amor ya que se dice que eso mueve montañas, ¿qué piensa usted a este respecto?

ESQ: Es cierto. No lo pongo en duda ni lo cuestiono. Pero también las hace añícos…

ED: ¿Cómo es eso posible?

ESQ: Difícil pregunta, pero también tengo mis respuestas. Mi mente me engañó, me engañó por completo tantas veces…. Generó ilusiones que no cuadraban con la realidad (otra vez) Las lindas personas del sexo opuesto, prefirieron alejarse de mí. Cada vez que yo demandaba, aumentaba el rechazo y así sucesivamente. La gente terminaba por odiarme o prefería no volver a acercarse a mi. Todo lo que quise dio la vuelta y no volvió jamás. Una vez ocurrido esto, como otras tantas veces, me refugié en la música y por consiguiente volví a enfermar de locura.

ED: …Se acaban mis cuestiones…¿Opina pues, que no hay «sentido de la vida»?

ESQ: …¡NO!… y mil veces no.. No lo hay… y si lo hubiera Yo nunca lo encontraría. Tendría miedo de engañarme a mi mismo de nuevo ¿Cómo discernir lo que es real de lo que no lo es?. No quiero buscar un supuesto «sentido de la vida», porque temo perderme. Mi mente ya está muy cansada de encontrar solo fantasmas. Me equivocaría otra vez.

ED: Entiendo, cuídese entonces.

ESQ: Búsquese a otro. Seguro que lo encontrará… pero.. ¿dónde?. Le ofreceré una pista de cómo empezar.. Plantéese como primer objetivo no engañarse a usted mismo..Eso le servirá de comienzo, aunque tan poco me haga mucho caso, ¿Acaso usted sabe quién es?. Cuídese usted también.

FIN INACABADO.