Salió el sol, desperté, ¿desperté?, no, no parece que haya despertado miro mi despertador y se encuentra apagado, que está pasando no puedo ver no puedo sentir algo en mi ha pasado.
¿Sigo soñando? Ahora me encuentro comiendo y no me explico como aquí he llegado , es un misterioso camino veo criaturas extrañas a mi lado , un ave azul con un pico que llega hasta el árbol que se encuentra a un metro de distancia, un león camina en dos pies , un sapo rosado en mi hombro se ha posado , 4 liebres murmuradoras del león erguido están hablando , una serpiente con dos brazos que un caballo esta estrangulado , trato de despertar , salto de un barranco que en el camino logre encontrado esperando que el golpe habrá mis hojas cerrados.
¿Desperté? ¿Todo es normal otra vez? ¿Hojas verdes y brillantes en mi cara están descansando, en una cama de paja estoy acostado, escucho sonidos muy parecidos a risas, me pregunto niños? ¿Animales?, no puedo levantarme mis piernas no responden, con la poca fuerza que me queda me arrastro hacia una especie de puerta que al frente he avistado, no veo a nadie solo estoy rodeado de hojas y de árboles, las risas que creí escuchar se alejan con el pasar del viento, de repente un hurón se me acerca y me dice te estaba esperando.
No podía creer lo que estaba pasando, la angustia me invadía, el hurón no se movía, no sabía qué hacer, como le respondo a un hurón, los hurones no hablan o ¿sí?, que estoy pensando, ¡me estoy volviendo loco!, no, no te estas volviendo loco susurro el hurón sabía que vendrías todo lo que estás viendo tú lo llevas guardado, en lo más profundo de tu alma sabías que tenías que volver y terminar lo que avías comenzado.
- ¿Comenzado? ¿He estado aquí antes?
- -Si, si lo has estado una solo ves, pero el bosque te conoce sabe quién eres y tu historia.
- mi historia?
- -sí, pero no es momento de contártela, recupera las fuerzas para que puedas seguirme no puedo decirte lo que tienes que completar es algo que tú tienes que recordar.
He recuperado mis fuerzas mis piernas responden es hora de entender lo que le está pasando a mi ser, dejo que el hurón me guie, me lleva por caminos empedrados estamos subiendo una montaña a lo jejos veo una cabaña, el hurón me detiene me da dos monedas diminutas y me dice que los guarde bien y que tendré que usarlas cuando los hechos se den.
No entendía lo que me quería decir, pero sus instrucciones seguí, nos dirigimos a la cabaña, silbidos se escuchaban a lo lejos unos silbidos que tenían tal armonía que una sensación de paz se sentía, llegamos a la cabaña una dulce abuelita nos recibió, ella exclamo volviste, yo no sabía quién era esta viejita, me dirigí hasta ella y de forma amable le respondí, lo siento no recuerdo nada de lo que he vivido aquí.
La abuelita con su inmensa sabiduría me respondió, no importa hijito sé que recordaras cuando llegues a ese lugar en donde te enamoraste por primera vez.
Emprendimos de nuevo el camino, la distancia ya no era larga muy pronto llegare a ese lugar en donde espero mis recuerdos recuperar, el hurón se alejó no lo podía alcanzar, en mi vista este ya no estaba más, me encontraba solo en medio de la nada sin saber a dónde ir, ¿dónde es el norte?, no sé, ¿dónde es el sur?, ¿en el sur habrá algo? ¿O en norte se encontrará aquello que debo recordar??
Sigo mi camino busco pistas del hurón, pero no encontró nada, a los arboles no se puede trepar sur ramas muy altas están, solo tengo un pan que la viejita no dudo en brindar, le doy una mordida, no lo podía creer era la comida más deliciosa que podría imaginar de repente mi vista se comenzó a nublar y un mar de recuerdos me comenzó a inundar.
Lo primero que recordé fue su sonrisa, la más bonita del lugar, ¿me está mirando? Podría jurar que me está mirando, su mirada era algo especial que no podía dejar de mirar, siempre he escuchado que los ojos son las ventanas al alma, entonces esa mujer tiene el alma más bonita de este bosque lleno de criaturas tan extraordinarias como su simple perfección.
En un pueblo estoy y la mujer perfecta se alejó, no supe que hacer no tenía el valor para decirle lo que estoy seguro que ella ya sabía, mi único consuelo era saber que me encontraba bajo el mismo sol, bajo las mismas nubes, respirando el mismo aire y esperaba como todo idiota enamorado volverla a ver.
Pensaba que lo que le podría decir si la volvía e ver, tenía todo planeado solo era un “hola como estas creo que de mi alma no te puedo sacar y juraría que podría lograr que de mi te lograras enamorar quisiera una oportunidad de contigo platicar” estaba listo.
Pasaba por el pueblo esperando verla, allí estaba perfecta como solo ella, me acerque con todo mi discurso preparado me volteo a ver y lo único que pude decir es
- ¿sabes en donde puedo encontrar un hurón?
Puede sonar que perdí toda oportunidad con ella, pero las verdades no existieron mejores palabras para acercarme.
- Me sonrió y respondió yo tengo un amigo que es un hurón ¿para que lo necesitas?
No sabía que responder puesto a que fue lo primero que se me vino a la mente tuve que improvisar algo y respondí
- “quisiera ver uno, nunca los he visto”
- -a genial te llevare con él respondió ella.
en todo el camino pasamos conversando y con todo el valor que puede conseguir la invite a salir. Llegamos donde el hurón este se encontraba en la casa de una viejita en una cabaña en la cima de una montaña, platicamos y nos hicimos buenos amigos el hurón y yo, la viejita nos brindó un pan delicioso a la mujer perfecta y a mí.
Salimos de la cabaña nos dirigimos al pueblo nuevamente y no pude evitar decirle lo que sentí la primera vez que la vi, fue un choque de sentimientos entre nervio, amor y angustia, ella respondió con un tono dulce
- -sentí lo mismo
¿sentí lo mismo? No lo podía creer, no hay manera de explicar la emoción que sentí al escuchar su respuesta.
Así comenzó la mejor historia de nuestro amor, entre locuras, enojos, discusiones y reconciliaciones, no todo era perfecto, eso lo hace perfecto, siempre pensé que ella era demasiado para mí pero sabía cómo hacerme sentir que éramos un complemento uno del otro , pasamos mucho tiempo juntos con ella las horas parecían minutos.
Pero sucedió, por alguna razón un día mi cuerpo se debilito, ella en sus brazos me sujeto y mi mente se apagó.
La vista se me aclaro tenía el pan todavía en la mano y grite
- ¡recordeee recordee!
Salí corriendo a cualquier dirección llegue de nuevo a la cabaña de la abuelita le di el abraso más fuerte que estoy seguro jamás le dieron en su vida, le conté lo que recordé y le pregunte en donde la puedo encontrarla, ella respondió vete en esa dirección pasando el rio llegaras las pueblo, allí la encontraras.
Corrí lo más rápido que pude llegue al rio, crese nadando pese a que había un puente a solo un par de metros, así era mi desesperación por verla, llegue al pueblo, me pare afuera de la puerta de su casa y con toda la fuerza y amor grite
- regreseeee, pude regresar, eres la mujer de mi vida y ya no puedo soportar estar lejos de ti ni un minuto más
salió por la puerta con lágrimas en los ojos y me dijo, te estuve esperando, mi alma sabía que volverías, nunca me permitió olvidarte y tampoco quise, la abrace, probablemente toda la gente de nuestro alrededor se fue ya que el abraso se prolongó demasiado.
No sabía que más hacer para demostrarle que la quería para el resto de mi vida, de repente apareció el hurón y me dijo
- Sácalas.
no sabía de lo que estaba hablando, luego recordé que las dos monedas él me había dado, el hurón me dijo
- -esas monedas son los amuletos que se dan en este pueblo cuando quieres que alguien se case contigo, te las di porque sabía que ibas a necesitarlas cuando recordaras.
Lagrimas caían por mi mejilla, abrasé a mi hurón guía y le agradecí por lo que por mi hacía.
Me arrodille y ante ella exclame
- -probablemente no soy el mejor partido, soy solo un triste amante con ganas de amar y que mejor manera de amar a alguien que amas de verdad y quisiera que el resto de mi verdad conmigo te quisieras quedar.
le di las monedas y que mejor respuesta podía escuchar que un
- -si , contigo me quiero casar.
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