CRIOGENIZADO primera parte

CRIOGENIZADO primera parte

Jueves 11 de Junio de 1987

Mis ojos de abrieron para recibir una cálida luz. Mi esposa Eleonor siempre me despertaba muy temprano para que yo no presentara prisas a la hora de ir al trabajo. pero esa mañana era mi primer día de vacaciones, así que decidí dormir unos minutos más.

-Esta bien, de acuerdo, descansa un poco más. Lo dijo con ternura y beso mi frente.

Desde meses atrás prometí a mi familia que desde mi primer día de vacaciones haríamos todo un itinerario divertido. Iniciando con ir a la playa desde esa mañana. Yo por mi parte debo confesar que esta ansioso por pasar un momento agradable y de relajación, ya saben, cuando se trabaja bajo estrés es lo primero que deseas hacer, relajarte. Pero quien iba a imaginar que mi vida cambiaría radicalmente a un esta mucho más estresante, a un estado de lucidez inexplicable, vivir una situación que quizá solo podría existir en cuentos de ciencia ficción, en esas historias de revista que mi hijo de trece años Fred solía leer o aquellos cuentos de hadas que fascinaban la mente de mi pequeña Dana de solo cuatro añitos.

Mi esposa Eleonor me despierta desde la cocina. -Mi amooorrrr! el desayuno esta listo… bastaba con solo el esquisto aroma del desayuno para hacerme levantar de la cama. Bajando las escaleras note, por una de las pequeñas pero alargadas ventas que enmarcaban la entrada principal, a nuestro cartero el Sr. Thomas que dejaba el diario del día, Salí a su encuentro para saludar y tomar el periódico.

Dirigiendo me ya a la cocina, note que mis hijos ya estaban allí, sorprendiendo me de lo temprano que se dispusieron a levantarse. Gritos invadieron el comedor. -Playa, playa, playa!!! señal que me decía «Nathan, desayuna de prisa que tu familia quiere empezar a divertirse. Mientras disfrutaba del desayuno, un articulo en el Diario de San Diego llamo la atención de mi esposa y me compartió la noticia. Se cumplía el primer aniversario de la desaparición de un niño de tan solo 8 años de edad llamado Alan Franz. La nota compartía las palabras desesperadas de la madre de aquel triste día. –El, solo salió a pasear un rato en su bicicleta nueva, y ya no volvió a casa. Palabras que me ataron un nudo en la garganta y al ver la tranquilidad de mis hijos allí presente, trate de no dar a conocer mi intima reacción.

Una figura sombría cegó mi vista de mi momento, era como si estuviese aun dormido pero con los ojos abierto, viendo mi sueño. Un trance paralizante freno mi tiempo por un par de segundos, y no fue hasta que la voz de Eleonor pronuncio mi nombre y volví en si. me vi dentro de una gran caja metálica ahogando me en un liquido algo espeso y de color rojizo.

Esta visión no me importo en lo mas mínimo, a pesar de lo real que se vio y sobre todo la sensación de sentir como si realmente estuviera pasando.

Ese día decidimos pasar un momento en familia algo mas intimo y anteriormente se dio a conocer «La Jolla» una playa cubierta de arrecifes rocosas a las afueras de la cuidad a unos treinta minutos en coche partiendo del centro de la cuidad de San Diego. Había que atravesar más caminos peñascosos y bajar hermosos acantilados para buscar un lugar más privado pero yo sabría que eso valdría la pena. Al llegar, todo parecía que sería un grandioso día. Pero algo cambio, algo estaba en ese lugar, no se que exactamente, pero de algo estoy seguro, no era de este mundo.

La Captura.

Dana me llama para protegerla de las fantásticas olas marinas, algo temerosa de ellas pero al mismo tiempo valiente al querer seguir jugando a la orilla de las aguas. Al dirigirme a ella, mi vista se desvío caudalosamente hacia un punto de algo lejano, a una roca que era brutalmente golpeada por la furia de las aguas saladas y en cada oleaje una gran luz penetraba la roca.

– Paaapiii!!! Grito Dana. inmediatamente desperté de mi trance.

Todo era juegos, rizas, persecuciones a entre miembros de familia. Era un día perfecto. Pero venia a mi mente la imagen de aquel peñasco. Lo hubiera olvidado, en verdad así hubiese sido si Eleonor no me hubiera contado de algunos manantiales cerca de la zona, e insistió a que me merecía pasar un momento a solas. Ella era muy comprensiva con migo y sabia que yo, desde hace mucho tiempo y trabajo acompañado de estrés, deseaba un momento así.

No me aleje tanto, cuando encontré un estanque. Agua cristalina que parecía hecha de cristal de diamante, los arboles brindaban sombras perforadas por los exquisitos rayos de un sol complaciente. Lentamente descendí a las cálidas aguas y paso algo extraño. Por un amplio momento un largo y agudo zumbido penetro mis oídos, haciendo un escalofriante grito en mi cabeza, obligando me a sumergirme al estanque, era como si el agua caliente filtrara el ruido por completo, sin embargo, aquel escandaloso ruido ahora fueran voces. yo soy un buen nadador y sabia que podía aguantar un muy buen tiempo sumergido, así que decidí prestar atención a esas voces. No parecían voces comunes de personas, no entendía nada. Pronto levante la mirada y dos sombras ya hacían de pie a la orilla del estanque donde me encontraba sumergido. mis ojos no entendían las extrañas figuraras humanoides que esperaban a que yo saliera, sentía como su mirada se apegaba a mi mente, sus grandes ojos eran como espejos en donde yo lograba verme reflejado dentro de las aguas del manantial. Estatuas inmóviles que al brillo del sol su color cromado oscuro se dejaba ver. Sabia que no podría aguantar más la respiración, cuando aquellos monstruos alargaron, lo que parecía su brazo, extendiendo su mano con dedos largos y huesudos, y a su vez produciendo una sombra envolvente y muy fría, oscureciendo todo a mi alrededor.

Todo aquello era como una pesadilla, un sueño lucido, una fantasía inexplicable. el agua estaba extremadamente helada, salí de allí prácticamente congelado y toda aquella escena desapareció como si nada hubiera existido, frotando mis brazos y piernas con una esperanza que que el calor de mi cuerpo pudiese regularizarse. Y allí me encontraba en medio de la nada, desnudo, aturdido sin entender que había pasado. Mi ropa ya no estaba, sin rastro de ella, el ambiente se veía algo diferente. Intente regresar a la playa con mi familia ocultando me de algún curioso que pudiera verme desnudo. Me sentía cansado, y mi cuerpo permanecía helado lo que provocaba que mis piernas no respondieran como quería y haciendo me caer un par de veces. En una de esas caídas, tropecé con un metal perteneciente a una parte de lo que paresia era una bicicleta ya demasiado oxidada, tenia una inscripción que decía «Alan F.» la suposición de la desaparición de aquel niño Alan Franz hace un año se me vino a la mente. Nuevos susurros invadieron mi cabeza pero esta vez acompañados de una hemorragia nasal. Mi sangre era extraña, con un color rojizo demasiado oscuro y una textura grumosa, Mis ojos lloriqueaban y ardían, me era imposible mantenerlos abiertos. Los susurros aumentaban su volumen y entre más fuerte era, más claro, pero nada entendible era el mensaje.

«ploterr Tem, Ploterr Tem, Ploterr Tem».

Mi desnudes no me importo ni el frío de mi cuerpo para dispararme en una carrera lo más velos que pudiera para alejarme de allí y regresar con mi familia. Al llegar a la orilla de «La Jolla» no lograba ver a mi familia, no se encontraba por ninguna parte. Busque nuestras pertenencias, supuse que tal vez anduvieran explorando y si eso fuera verdad tendría yo que encontrarlos ya que un miedo se apodero de mi de que tuvieran un extraño encuentro como el que tuve yo.

Pequeñas risas provenían del otro lado de un pequeño peñasco, me dirigí con la esperanzadora curiosidad de que fueran mi familia, pero no, era una solo un par de niños que jugaban con un perro, un labrador retriever. Vi unos pantalones tendidos en una raba de un arbusto, supuse que le pertenecía al padre de los niños, los hurte, y me prometí que luego le buscaría para pagar por ellos. Mi prioridad era encontrar a mi familia. Camine hacia donde había estacionado mi auto esperanzado de ver a mi familia allí, esperando me ya que había perdido la noción de tiempo y no se cuento ha pasado desde que me separe de con ellos.

Otro Tiempo.

Mi auto no se encontraba, todo era diferente, había muchas personas vestidas con prendas muy pequeñas, música extraña, juegos, bailes, otro tipo de diversión que jamás había visto. Botes extremadamente veloces corriendo por la aguas del mar.

– Eleonor, hijos, donde están? mientras me lo preguntaba un sentimiento de soledad y vació corrió por mi aun frío pecho.

San Diego, estaba algo diferente. Edificios que no había visto, automóviles extraños y aun más veloces. Lo único que podía hacer era ir a casa y llamar a la policía para que me ayudaran a encontrar a mi familia.

Tarde como una hora con treinta minutos en llegar a donde creí que era mi casa. Estaba cambiada, un nuevo estacionamiento, otro color, ventanas más grandes. Dude de que esa fuera mi casa, pero no me importo todos aquellos cambios, ni entendía lo que estaba pasando o lo que había pasado. Solo me acerque al pórtico e intente abrir la puerta, esta se encontraba cerrada. Llame con el nombre de Eleonor casi golpeando la puerta. Me atendió una joven como de 24 o 25 años de edad, cabello castaño claro y ojos café oscuro. -Que desea?, pregunto. -Eleonor, deseo ver a mi esposa Eleonor, respondí. Mi cuerpo que comenzaba a tomar su temperatura cálida nuevamente se enfrió al escuchar las palabras de aquella extraña mujer. -Lo siento, aquí no conozco a ninguna Eleonor.

El demonio de la furia y de la desesperación se apodero de mi. Asustado por no tener noticias de mi familia, una tonta se a apoderado de mi casa. La empuje, completamente decidido a entrar a mi casa, Ella cae al suelo, logre percibir su miedo… grito el nombre de Tim y otro joven apareció tan prisa cuyas intenciones eran querer derribarme pero lo extraño fue que no lo logro, él callo al suelo tan adolorido como si huera querido derribar un muro de concreto con su cabeza. Comenzaron las amenazas de llamar a la policía si yo no partía de lo que al parecer era su casa.

-Donde estoy?, donde esta mi familia?, Queeee eeestaaaa pasandooooo!!!!!!?

Rompí en llanto.

Ahora me encuentro escondido en un viejo almacén de mercancía cerca del puerto de San Diego, tratando de entender que es lo que esta pasando. Vi un periódico de CNN cuyo encabezado era «UBER PRONTO TE ENTREGARA HAMBURGUESAS MEDIANTE DRONES «.-Que rayos significaba eso. pero no solo el aterrador encabezado llamo mi atención, fue la fecha de publicación lo que más me lleno de terror.

13 de junio 2019.

Me encuentro ahora 32 años mas lejos de mi hogar! Fuera de mi tiempo, como era eso posible, como paso?. Ahora entiendo que no es mi familia la que desapareció si no que fui yo, y ahora he aparecido 32 años mas tarde…

Continuara…

Jonatan Madrid

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