Desde muy niño comencé a cuestionarlo todo, como cualquier niño de 8 años, pero, a diferencia de los demás, mis dudas no eran cuestiones como: ¿por qué el cielo es azul? o ¿cómo se puede pilotar un avión?, sino que desde que era pequeño, mis preguntas se volvieron más filosóficas a causa del ambiente hostil que me rodeaba, que atacaba con todo contra aquel niño que no tenia a nadie que lo defendiera de aquellas dudas sin respuestas para él, o por lo menos, el apoyo de alguien que le preguntara: ¿cómo estas? o ¿Cómo te sientes?. Ese niño se refugiaba en sus pensamientos, cual soldado en trinchera acurrucándose con fuerza con temor a que una bomba le callera encima, como naufrago sobreviviendo a su tormenta o soldado perdido en medio de la guerra. A raíz de ahí, desde ese oscuro agujero negro que cada vez se lo tragaba más y más, comenzó a preguntarse cosas como: ¿por qué mi mamá esta llorando tan fuerte en la cocina? ¿por qué mi papá se fue gritando de la casa? ¿por qué ahora vivimos solos mi mamá y yo? ¿por qué tengo miedo? ¿por que me siento triste? ¿por qué este hombre le habla así a mi mamá? ¿por qué mi ojos lloran cuando no quiero hacerlo? que alguien me lo explique, necesito ayuda, me siento mal, me siento raro, creo que estoy confundido.
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